Capítulo 23 "Momento Adecuado"

Viernes, 22 de abril, 2022.

Los días avanzan, la incertidumbre aumenta, pero en consecuencia del tiempo que ha transcurrido sin incidentes la seguridad ha disminuido considerablemente hasta volver a ser lo que era antes. Han pasado ya semanas en la que Alex no ha hecho ningún movimiento. Algunos dicen que ya no hará nada, otros que de seguro se está preparando para algo grande, otros incluso dicen que fue dado de baja a manos de Gabriela.

Sin embargo, a pesar de todas las especulaciones, nadie logra atinarle a lo que está haciendo Alex por el simple hecho de que ni siquiera él sabe lo que está haciendo, como ya antes lo había dicho su “mejor amigo”, Mihai, es el cerebro detrás de todo, él solo le sigue la corriente, pero no pudo evitar preguntarle por qué está dejando pasar tanto tiempo, su respuesta fue simple y cierta “Mientras más tiempo pase, más disminuirá la seguridad”, en resumen: Estoy esperando el momento adecuado para atacar

A Alex no le pareció muy tentadora la idea de esperar una eternidad para lograr lo que quería, pero fuerzas para discutir no le quedaban luego de la discusión que tuvo con Ionel, quien no mató a su hermano. “Si lo hubiera matado en ese momento hubieras sospechado inmediatamente de mí, al fin y al cabo es a mí al que fue a buscar”, le había dicho a Alex, “Si lo matas ahora no nos beneficiará”, había concluido.

Frunce el ceño al recordar la estúpida conversación que habían tenido los tres, Ionel, Mihai y él. Aún no sabe cómo pero lo convencieron de que todo estaría bien “Mi hermano no me delatará, podrá decir lo que quiera pero me es fiel y lo sé”, había dicho. Lo único que lo relajaba y le daba una pizca de felicidad es que ese “momento adecuado” del que habla Mihai es precisamente mañana y que hasta el momento Ionel tenía razón, Nandru no ha abierto su boca ante nadie, sus sospechas sobre su hermano mayor se la ha tenido guardada en lo más profundo de su corazón con la pequeña esperanza de estar equivocado.

Pequeña esperanza que es compartida por una integrante que no da crédito a lo que está oyendo de la boca de su Alma. Lleva ya quince minutos callada en su lugar, sentada en el sofá de la sala de estar, con la boca entre abierta por la sorpresa y la mirada puesta en el hombre frente a ella.

—Es broma— dijo ella casi en susurro, con una dificultad enorme de pronunciar las letras sin que se le trabara la lengua. Su Alma suspiró, se arrodilló frente a ella, tomó sus manos y la miró directamente a los ojos con expresión de preocupación.

—No, cariño, lo siento— la mujer negó con la cabeza lentamente.

— ¿Me has estado ocultando todo esto desde hace semanas?

—No quería preocuparte, pero creo que ha es hora de que te enteres de lo que Ionel y Alexandrum han estado haciendo.

— ¿Es por eso que Rumenia y Christian no han vuelto?—le hombre suspiró.

—Sí, han estado informándome a mí de los pasos de ambos.

—Todo eso de que ambos había encontrado a su Alma era una total farsa ¿No?

—Lo es, como deducirás no pueden venir y desaparecer de la vista de Mihai como si nada, eso levantaría sospechas— se creó un silencio sepulcral en el lugar. EL hombre le había mantenido oculta la información de la situación de Rumanía a su esposa para así poder protegerla, pero una conversación con su Beta lo hizo decidirse por decirle la verdad antes de que fuera demasiado tarde, de hecho puede que ya sea algo tarde, se tardó demasiado, pero es preferible eso a nada.

—Esto es mi culpa— dijo su Luna y Mate interrumpiendo el silencio.

—No, mi amor, claro que no.

— ¡Es mi culpa!— gritó parándose de golpe y pasando por el lado de su Alma. El hombre se irguió en su lugar y  miró desde una distancia prudente cómo pasaba sus manos por su cabello y se rascaba la cabeza completamente desesperada y aturdida— debí haber vuelto, debí haber dejado las cosas claras desde el preciso momento en el que pude.

—No es tu culpa y lo sabes.

— ¡Claro que lo es!

— ¡No lo es, entiéndelo!—suspiró—tu no controlas lo que ellos hagan, Nandru no está de su lado, esto es decisión de ellos y netamente de ellos.

La mujer tragó el nudo en su garganta y miró a su Alma con los ojos llenos de lágrimas.

— ¿Qué voy a hacer ahora?

— ¿Quieres hacer algo?— le preguntó acercándose a ella.

— ¡Claro! Tengo que hacer algo, yo…— apretó los labios y con la voz quebrada y temblorosa, tanto como su cuerpo ahora mismo, pasó los brazos por la cintura del hombre y lo abrazó, siendo correspondida por él— quiero hacer algo— un beso en su cabello la hizo cerrar los ojos botando lágrimas en el proceso.

El hombre la abrazó con fuerza, apretó su mandíbula completamente impotente y se quedó con ella ahí. Callado. Con solo el sonido de los sollozos de su Mate y esposa resonando con eco en la casa vacía después de que los niños se fueran a donde su tía a jugar con sus primos.

—Disculpe, Alpha— el mencionado giró su cabeza y miró a la chica que lo miraba desde la entrada de la casa. Su esposa se removió para poder apartarse, pero el agarre de su Alma se mantuvo firme. Sonrió y simplemente ocultó su rostro en el pecho del hombre tratando de relajarse.