Yo: ¡Llegó el capítulo! ¡Wiii!
Ustedes: ¡TINTA, DIJISTE MIÉRCOLES!
Yo: ¿Y hoy es?
Ustedes: ¡ES UN MALDITO VIERNES!
Yo: Lo siento, lo siento, gracias por esperar, ojalá les guste *Se va corriendo por su vida*
Besos, I.
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Martes, 15 de julio, 2025.
Han pasado tres años desde el fatídico día. Han sido tres años muy duro, sin embargo cada uno ha aprendido a vivir con lo que le tocó.
No todo es tan malo, estos tres años han servido para seguir adelante y para dar un paso más en la vida.
— ¿Nerviosa?— le preguntan. Gabriela la mira sonriente.
—Realmente no, más que nerviosa estoy entusiasmada.
— ¿Quién lo diría? Por fin llegó el día que siempre estuve esperando.
—Lo has esperado mucho ¿No?
—Bueno, eres mi única hija, este es un día muy especial— suspiró— estoy tan feliz por ti, de que por fin hayas encontrado a alguien con quien pasar tu vida— Gabriela miró a su madre sonriente. El día posterior a enterrar a Giuliana la chica se puso en contacto nuevamente con sus padres y hermano. Se dio cuenta de que independientemente de que haya decidido irse y dejar a Jason, su familia no tenía nada que ver en el cuento y de que tenía que aprovechar a sus padres tanto como pudiera antes de que la vida se los llevara por completo.
—Bueno, ya pasaste por esto con mi hermano ¿No es lo mismo?— preguntó. Daniela, su madre, negó con la cabeza.
—No se parece ni un poco, él era mi niño y se lo llevó una humana que lamentablemente me cae muy bien como para odiarla— suspiró rendida— fue muy difícil para mí entregárselo, pero contigo es diferente, por alguna razón me cuesta pero al mismo tiempo estoy tan feliz de que hayas encontrado a alguien.
—Dime, ¿Hubieras preferido que fuera Jason?— preguntó. Daniela la miró pensando en su respuesta.
—Realmente admito que hubiera sido perfecto si hubiera sido con Jason, pero Trevor me encanta, sinceramente no pudo haber aparecido alguien mejor para ti que él, así que estoy feliz— Gabriela rio.
—Trevor siempre ha sido así, sabe ganarse el corazón de cualquiera, lo peor es que ni se esfuerza en hacerlo, le sale natural— dijo Steph parándose de la silla en la que estaba.
—Así supe—le respondió Gabriela tomando su copa con jugo de durazno. De pronto el celular a la híbrida comenzó a sonar. Esta lo tomó y contestó.
— ¿Dime?...sí… ¡No, no los dejes ahí!...mierda, Damon ¿Dónde está Max?—suspiró negando con la cabeza— se van a ensuciar…si Gabriela lo llega a encontrar así te matará y yo te mataré si llego a encontrar a Cassandra así también…a ti no se te puede dejar con los niños solo…te me aguantas, sé un buen padre y tío y hazte cargo... ¡Adiós!— y colgó. Gabriela la miró divertida.
— ¿Pasó algo?
—Dos niños son mucho para él— Gabriela rio— lo tienen vuelto loco según él.
— ¿Y Max?
—Acompañó a Dracul al baño—suspiró— última vez que lo dejo con los niños.
— ¿Cassandra impone problemas?
—Me han dicho que se parece mucho a su padre cuando era joven, dímelo tú— Gabriela volvió a reír.
Cassandra Meline Black Brown, la menor de los Black, apodada como la pequeña Black, heredera del título de Beta e hija de Damon y Steph. Salió con el carácter de su padre y la apariencia de su madre.
— ¿Deberías ir?
— ¿Estás loca? No, claro que no, mi deber como madrina de boda es estar a tu lado ayudándote con una copa de champaña para los nervios.
—Pero no estoy nerviosa.
— ¡Ese es el maldito problema! Estás tan calmada, como si fuera un día común y corriente ¡Y no lo es! Yo estaba con los nervios de punta.
—No es que no esté nerviosa, Steph, es solo que…bueno, siento que reemplacé los nervios con la ansiedad, solo quiero que llegué de una vez el momento de decir “sí” y listo.