Prologo

Fin de las vacaciones,  para cualquier estudiante universitario significa el inicio del martirio pero para mi fue el inicio de la felicidad y una nueva vida.

Recuerdo que cuando todo comenzó era una tarde hermosa,  el cielo estaba pintado de un tono celeste con algunas nubes como para acostarse en el césped y adivinar su forma, todo era perfecto para una tarde tranquila de lectura después de terminar con mi novio pero la vida ya tenia planeado lo que pasaría ese día y era muy distinto a lo que yo esperaba.

Me senté en mi banca favorita y me dispuse a leer un libro pero entonces lo vi,  sentado bajo un árbol, con una bolsita transparente en la que supe al instante había droga pero no fue eso lo que llamo mi atención,  no,  fue el libro con el que pretendía hacerse el porro,  era el libro que soñaba poder leer algún día,  el único de ese autor que no había podido leer más haya de unas cuantas frases y reseñas.

Sin esperar a que lo rompiera me puse de pie dejando el libro que traía en la banca pero cuando me acerque más a el supe que realmente estaba intentado deshacerse por un momento de ese dolor que cargaba.

Me enamore de el,  intente curar sus heridas y el mis miedos pero al final solo éramos dos corazones rotos sin saber como saturar esas heridas que nos estaban consumiendo.

-Te acercaste por un libro y te llevaste mi corazón-Aseguro pero realmente fue el quien me arranco el corazón y se lo llevo dejándome muerta en vida.

Y hasta ese momento en el que lo perdí comprendí a que se refería cuando dijo que el amor es  algo que te mata lentamente pero a la misma vez te revive,  que puede calmar tormentas pero también crearlas. Nuestro amor calmo mis miedos y su dolor pero también al final nos mato, a el en cuerpo y a mi en alma.