Y a pesar de todo, las constantes piedras que habían en su camino. A pesar de las constantes vendas que quisieron ponerle, a pesar del dolor... Logró tomar su mano.
Ella no sabía lo que él destino tenía planeado. Simplemente dejó vagar su pincel entre trazos buscando aquella felicidad que la realidad no podía brindarle.
Él, con un violín en mano tocó la puerta sonriendo. Simplemente tocó la melodía del amor buscando aquella felicidad que le fue arrebatada.
Y contra viento y marea se tomaron las manos...