Algún día nos vamos a arrepentir de haber perdido tanto tiempo. Algún día amaneceremos con un moño negro atado al cuello y será tarde para reinventarnos. Nos detendremos en el vacío de un adiós que ya no duele y habrá pasado un siglo de ausencias que ni siquiera se sienten. Algún día extrañaremos el sabor de las lágrimas compartidas, los te quiero a las dos de la mañana y el teléfono sonando después de la cena. Algún día te dirán mi nombre, algún día escucharé el tuyo y será solamente un recuerdo, el recuerdo de un mal sueño que para tu suerte terminó con una mosca zumbando para distraernos.
Algún día…
Espero que sus alas soporten tu peso y te eleven tan alto como alguna vez he intentado hacerlo.