Dime qué ves cuando volteas.
Dime qué escuchas cuando callas.
Dime qué sientes cuando hablas.
Dime.
Dime que todavía puedes oír, que puedes ver y puedes sentir.
Dime que todavía recuerdas, que todavía guardas el eco de nuestras risas, que todavía quieres.
Dime que todavía imaginas nuestros sueños cumplidos, que todavía quieres volar.
Dime.
Dime que valió la pena cada segundo y prometo que resistiré dos más.