¿Mi mejor amigo tiene novia?

Llegó marzo y con esto automáticamente la infame obligación de volver a clases. Ir a segundo años no era tan malo después de todo, solo faltarían dos años más este para salir de la escuela, el problema es que las cosas no eran como el año pasado.

El primer día salí como era habitual, pero afuera de la reja de la casa no estaba Grace esperándome, como era nuestra costumbre. Me fui a buscar a Victor para tomar el bus, tal vez él sabía algo de mi vecina.

—Oye ¿viste pasar a Grace? —le consulté inquieto.

—Ya pasó hace como cinco minutos atrás, al parecer no quiere irse con nosotros. —Se encogió de hombros.

—Creo que el enojo es más serio de lo que pensé, estoy seguro que no me va a hablar más —me lamenté.

—No te desesperes, Grace es orgullosa pero no tanto, te va a perdonar más pronto de lo que crees. —Intentó subirme el ánimo.

—Espero sea luego, no puedo estar sin hablarle, tenerla cerca.. —dije contristado.

Era obvio que mi querida vecina no me quería ver ni en pintura y había decidido que mejor sola que mal acompañada, tenía ganas de arreglar ese asunto pero por el momento me iba a concentrar en el primer día de clases.

Llegamos al colegio, frente a la entrada nos estaban esperando Iván y Miguel, así que nos saludamos efusivamente chocando nuestros cuerpos en el aire y nos dirigimos a la entrada de la escuela.

—Espero que este año no te metas en líos amorosos como el año pasado —me pidió Miguel.

—Por lo menos con Grace es complicado, está súper enojada conmigo porque se enteró que tuve un pequeño romance en la playa —les conté.

—Ohh mala onda, ojalá que se le pase el enojo. —me deseó Iván—. Aunque no debiste hacer eso.

—Por lo mismo se ve difícil la reconciliación, pero no imposible. —Lancé un suspiro.

Era complicado, pero por lo menos los líos amorosos con Grace era muy difícil que se volvieran a repetir por este año, así que lo mejor quizás era, como me pidió mi papá el año pasado, que me iba a concentrar en mis notas y no en problemas con el corazón. Nuestra sala era la segunda desde la entrada, justo frente a la escalera al segundo piso, una vista gloriosa de las bellezas que subían al segundo piso, incluyendo a Grace. Como era el primer día todo fue relajado, nuestros compañeros nos recibieron con alegría, el profesor jefe nos dio la bienvenida, se presentaron a tres nuevos compañeros, Andrea, Christopher, al que le gustaba que le dijeran Criser y otro llamado Carlos. Esa mañana la directora habló y habló bajo el fuerte sol sobre las expectativas de este año escolar. Yo por supuesto aproveché de mirar a mi alrededor para ver si me encontraba con Mónica, mi viejo amor de Ventas y publicidad. Era loco, pero tal vez este año todo podía ser diferente del año pasado en lo que se refiere a nuestra relación amorosa. Lo raro es que no veía por ningún lado al segundo de Ventas y Publicidad, espero que solo sea mi mala vista que no los encontró. Luego de un rato salimos a recreo, yo me fui raudo, miré a la sala del lado y no estaba ni Johana, ni Angie, menos Mónica.

—¿Andas buscando a alguien? —Me miró con curiosidad Iván.

—Estaba viendo si encontraba a Mónica —le dije a mis amigos.

Ellos me miraron con incredulidad y luego se largaron a reír, mientras yo los miraba sin entender nada.

—El segundo de Ventas fue cambiado a la jornada de la tarde, así que va a ser difícil que la encuentres —me explicó Miguel.

Según se enteraron mis compañeros, el colegio había hecho un cambio y varios cursos se fueron a la jornada de la tarde, incluyendo al curso de mi hermano Javier, pero lo malo es que el curso de Ventas también había pasado a la tarde para mi mala suerte.

—Que pena... ¿Y tú sigues pololeando con Johana? —Fijé mis ojos  en Miguel con interés.

—Si, seguimos juntos, en el verano nos vimos varias veces. —Le brillaron los ojos de alegría.

—Que han durado. —Se rió Victor.

—Si, hasta ella y yo... Ustedes saben. —Hizo un gesto con las manos de que tuvieron sexo.

Por lo menos uno de nosotros, Miguel, seguía con vida en lo que al amor se refiere, hasta había logrado tener sexo, cosa que nadie del resto del grupo había logrado hasta el momento.

—¿Y qué tal? —preguntó interesado Iván.

—Como tonta pal... Hicimos todas las poses que se puedan imaginar. —Sacaba pecho orgulloso de su logro.

Nosotros nos reímos, aunque igual daba envidia que Miguel halla logrado hasta tener relaciones con su novia y uno apenas unos besos locos y nada concreto.

Al transcurrir los días nos dimos cuenta que algo estaba pasando. A nuestra izquierda, en la sala en la que estuvimos el año pasado, estaba el primero Liceo, curso con el que hacíamos Educación Física y la verdad es que se veía un curso muy buena onda, tanto así que algunos se habían entusiasmado con algunas chicas del lado, incluyendo a mi mejor amigo.

—Hay una chica de pelito crespo, encuentro que está súper linda. —nos comentó Victor.

—¿Cual? ¿L bajita? —Lo quedó mirando Iván.

—Si, esa misma, tiene una sonrisa preciosa. —Miraba hacia la sala de primero muy alucinado con la chica Victor.

Mi amigo estaba muy entusiasmado por conocer a esa chica del lado, así que con mis compañeros nos quedamos mirando, sabíamos que era lo que teníamos que hacer, ayudar a nuestro amigo a que se pueda acercar a la chica.

—Y porque no vas y le dices no más que la quieres conocer. —Lo animó Miguel.

—No... es que no me atrevo...  —dijo con timidez mi mejor amigo.

—Por eso las minas no lo agarran ni para el leseo, por que son inseguros y titubean a la hora de mostrar interés por ella —nos retó Miguel.

—Oye pero a ti te costó como un mes decirle a la Joha que te gustaba, así que voh andas por las mismas. —le recordó burlesco Iván.

—No responderé a esos dichos ignorantes de este mofletudo... —Se puso serio Miguel—. Mañana nos toca Educación Física, si el profe sigue con la clase de basketball tengo un plan para que te acerques a ella. —Se le prendió la ampolleta a Miguel.