Para mi hermana,
la que siempre ha sido mi hogar, incluso cuando el mundo parecía moverse demasiado rápido.
Gracias por recordarme que los sueños —incluso los más locos, los más imposibles, los más navideños— se vuelven realidad cuando alguien cree en ti sin condiciones.
Por ser mi confidente, mi apoyo silencioso, mi risa de fondo y mi brújula cuando pierdo el rumbo.
Esta historia es para ti, porque cada página lleva un pedacito de tu luz,
y porque sin ti, mi vida no tendría la misma magia.
Con todo mi amor,
Kiki Balboa.