Contrato de amor || Kim Taehyung

≋Capítulo 5

Taehyung 

Llevo 20 minutos escuchando a esta chica que no deja de explicar todas las mentiras que ha dicho. Ahora entiendo porque las demás personas se quedaban admiradas cada vez que pasaba. Aún no puedo creer que todos creyeran que yo estaría con alguien como ella.

—¿Qué clase de tontería acabo de escuchar?— la detuve— Estás muy mal si piensas que voy a ayudarte con algo así. 

—Por favor... necesito una foto— suplicó.

— ¿Eres tonta o idiota?— le di la espalda y estaba dispuesto a irme.

Que se cree, tengo estándares muy altos como para que piense que estaría con ella.

—Bueno, no me dejas más remedio. Conste que lo quise por las buenas— se acercó— ¿Tu madre vendrá, cierto? Bien, le diré toda la verdad para que te cases con “tu prometida” a ver si de una vez esa chica te enseña el afecto matrimonial— empezó a marcharse.

Que sucio juego de palabras.  

—¿Querías una foto, cierto?— Sostuve su capucha y la detuve de golpe— Adelante, tomala— ella sonrió de oreja a oreja.

—¿Al menos podrías sonreír? Va a salir en la escuela, además se vería raro— dijo con el teléfono en la mano.

—¿Más raro no sería que yo sonriera?— la miré.

—Humm, si, tienes razón, bueno como sea— tomó la fotografía. 

De hecho, es la primera fotografía que me tomo con una chica después de muchos años. 

—Si eso es todo me voy, trata de no encontrarte con mi madre. 

—¡Espera! Antes de que te vayas tenemos que hacerlo formalmente— dijo mientras buscaba algo en su mochila.

—¿A qué te refieres?— suspiré. 

—Lápiz y papel— sonrió— Tenemos que plasmarlo en un contrato.

—Nunca pensé que la estupidez humana llegara tan lejos como la tuya— puse los ojos en blanco. 

—Si proviene de ti, lo tomaré como un halago— arrugó la nariz— A mi nadie me asegura que guardarás este secreto y a ti nadie te asegura que no te delataré. Así que tenemos que establecer reglas. 

—Bien, Regla número uno, dejarás de hablar mucho— cerré su boca con mi mano. 

—Tks, bueno— escribió— Regla número dos, tendrás que llevarme y traerme de la escuela a mi casa. 

—Pffff— suspiré— Regla número tres, no tendremos citas. las únicas salidas que tendremos serán cuando vayamos con mi familia— crucé los brazos.

—Bueno, por último, tendrás que comportarte como un novio real— sonrió— Podemos agregar otras cosas en el transcurso de los días, pero por ahora esto es lo básico ¿te parece bien? 

—Tengo una condición— repliqué.

—Si, yo también.

—Prohibido enamorarse— dijimos ambos a la misma vez. 

—Veo que estamos en la misma sintonía… por mi parte no hay ningún problema— contesté.

—Si alguno de los dos se enamora se romperá el trato y recibirá un castigo. 

—Eso advierteselo a tus sentimientos.

—Estas loco si piensas que me fijaria en un tonto como tú— me fulminó con la mirada.

—Quiero una copia de ese contrato— dije— Como mencionaste, nadie me asegura que no vas a delatarme. Si incumples este contrato te haré una demanda. 

—Bueno, está bien, firma aquí, al costado de la mía— dijo ella entregándome un bolígrafo. 

Que infantil, pero qué más da. 

—Prometo no decirle a nadie sobre esto. Ahora tu.— dijo antes de marcharse.

—Ah, si, yo también. Lo prometo— respondí y alzó su dedo para que le correspondiera.  

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T/n

Por más que tenga su rostro serio y frío como siempre, me conformo con que haya correspondido a la promesa. Aunque básicamente lo obligue pero lo importante es que estoy segura ahora, o por lo menos un tiempo. 

—¿Cuál es el aroma de tu perfume?— estornudé. Mi nariz estaba roja. 

— vainilla— se alejó.

—¡GENIAL! Soy alérgica a la vainilla— me cubrí con un pañuelo— Alejate, no quiero seguir estornudando. 

—Ahora que lo dices ya no te diré boba— levanta la barbilla—¿Para qué dirección te vas? 

—No, hoy no es necesario que me lleves a casa— alcé las manos.

—¿Quién dice que iba a llevarte? Lo digo para irme del lado contrario— sonrió discretamente.

—Por allí— señale sin mirarlo. 

—De todas formas no estoy ocupado, puedo acompañarte si quieres— se burló.

—Está bien— lo detuve con mi mano.

—Está bien entonces— se marchó— Adiós Bacteria. 

—¡OYE, QUÉ! 

...

 

Llegué a la escuela de No Jik básicamente volando, ese tonto me robó más tiempo de lo previsto.

—No recuerdo que esta secundaria sea tan grande—Hablando sola— ¿Ahora cómo encontraré el salón correcto?— me detuve al ver un grupo de chicos a lo lejos. 

—¡Hey! ¿Qué hace una chica tan linda de otra escuela por aquí?— se acercó uno de ellos— Aunque si eres tú no me importaría salir con una chica mayor.

—JA—suspiro— ¿Qué te hace pensar que yo saldría con un niño como tú? Tienes la edad de mi hermano— sus amigos se empezaron a burlar— Mejor dime ¿Conoces a No Jik? 

—Ninguna chica ha rechazado a nuestro jefe y se ha ido así como si nada— dijo otro chico casi inaudible. 

—Bueno entonces ya conocieron a la primera—sonreí irónicamente— ¿Ahora si me diran si lo conocen? 

—¿Acaso no escuchaste? Entonces debería robarte— me quitaron mi mochila varios chicos— Revisenlo y tomen lo que gusten, es un pago por ser tan grosera con nosotros. 

—Devuelvemelo, no quiero hacerles daño. Por favor

—¡Eres tonta! ¡Te quieres morir!—golpeó mi rostro con su mano.




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