Contrato de amor || Kim Taehyung

≋Capítulo 28

T/n.

Inesperadamente en un abrir y cerrar de ojos la calidez de los labios de Taehyung se habían plasmado sobre los míos, pasé mis dedos sobre mis labios, sintiendo aún el tacto suave de sus labios rozando los míos cuando ya se había separado, dejándome completamente hipnotizada. 

 

—¿Más tranquila?—pregunta pese a la situación comprometedora que acaba de pasar. 

—Taehyung—por fin logro reaccionar—Si me vuelves a b-esar o incluso tocar sin mi permiso, no volveré a hablarte—digo molesta. 

—suspira—No dejabas de hablar, además… es tu culpa por distanciarte cuando te dije que me gustas.

—No me hagas repetirlo. Respeta el espacio personal. Tengo muchos problemas que debo resolver y ahora no tengo tiempo para estas cosas. 

—¿Cuánto espacio necesitas? 

—2 metros—señalo—Es lo mínimo que mereces por robar mi… olvidalo. 

—¿Tú qué?—pregunta, pero me macho—¡T/n! ¿Qué ibas a decir?—escuchaba sus gritos desde atrás—¿Qué fué lo que te robé? 

 

Mi primer beso. 

 

Taehyung. 

 

Es una mañana de finales de Septiembre, y la suavísima luz de una amanecer de otoño inunda Seúl, llegando incluso a su extremo más oriental.  

—Taehyung ¿vas a clases?—pregunta la delegada caminando a  mi lado. 

—Eso parece.

—Por la cara que traes supongo que las cosas con T/n no están bien—sonríe.

—T/n está molesta conmigo—confieso—Ayer quería que se calmara y… la besé.

—Deberías disculparte si ese es el caso. 

—¿Ah?—la miro.

—Bueno verás...no hay nada más repulsivo que ser besada por el chico que no te gusta. 

—¿Ahh...eso...funciona así? Qué difícil—remuevo mi cabello. 

—No hay duda de que me enamoré de la persona equivocada—balbucea con una gran sonrisa.

—¿Eh?—ladeo la cabeza y ella hace gestos insinuando a que tome caso omiso a sus palabras—Oye, delegada—se detiene y me mira—Gracias por estar conmigo. 

—Mi nombre no es delegada—dice mientras sus mejillas se sonrojan—No es delegada...Es Hana. 

—Bien, Hana. 

—Aún así, la que debería agradecerte soy yo. Aún no estoy lista para rendirme.

—No creo haberlo entendido del todo pero esfuérzate. 

 

Horas después. 

 

La mitad del día había transcurrido y T/n no había asistido a clases, Jungkook se preguntaba si su madre tenía que ver algo con esto, pero minutos después ella llegó. Por su rostro puedo deducir que se quedó dormida, pero es un alivio que esté aquí. 

 

—¿Qué tal las cosas en tu nuevo estilo de vida?—pregunta Hye sook. 

—Es raro—responde T/n

—Digamos que sientes que tu vida es muy solitaria en casa—dice Jungkook y luego me mira—Ahora eres igual que Taehyung. Solitario. 

—Claro que no—sonríe ella. 

—Supongo que ya no soy un solitario—respondo

—¿Qué?

—Te tengo a tí—bromeo y T/n carraspeó su garganta. 

—Daebak. Ahora me siento excluida—exclama Hye sook. 


 

T/n.

De regreso a “casa” encuentro la mesa repleta de comida. Mientras que mi madre coloca los cubiertos sobre ella. 

—Hija, llegaste—sonríe cuando me ve. 

—¿No jik aún no llega?—pregunto y niega con la cabeza. 

Me siento en la mesa a comer con mi mamá en silencio. Debo admitir que es incómodo este tipo de situaciones.

—¿Has estado bien?—pregunta para romper el hielo.

—¿Tú qué crees?

—Debió ser duro. Apenas tenías 7 años y No Jik 5 cuando te fuiste, a veces me ponía a pensar…

—¿Puedes dejar de hablar del pasado?—dejo los palillos sobre el plato de arroz—Aún tengo dudas del porqué estás con nosotros. 

—Puedes preguntar, resolveré tus dudas. 

—¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¿Por qué decidiste llegar a nuestras vidas justo ahora? 

—Yo… me volví a casar y me mudé a Canadá, con mi esposo—abrí los ojos como platos—Vine a verlos porque siempre pensé en ustedes, he cambiado ¿sabes? no hubo ningún día en el que no me reprochara el haberlos perdido. 

—¿Te sentías culpable por el hecho de que nos perdiste? ¿hablas enserio? ¿Ya olvidaste la vez que intentaste vender a mi hermano? o ¿todas las veces que me golpeabas por culpa de tu maldito alcoholismo? ¿no lo recuerdas?—suspiro—No jik esté feliz de que estés aquí, todo este tiempo no ha parado de preguntar por ustedes. Es posible que no recuerde nada de ese entonces porque era pequeño, pero tampoco planeo hacerlo, no quiero que su vida sea miserable y que se sienta culpable por tu culpa. Así que por favor, nunca le digas que fuiste una adicta al alcohol, y mucho menos de que mi padre… bueno tu sabes. 

—Está bien, lo prometo—dice con tristeza.

—No, no prometas nada, tus palabras no tienen validez para mí. Estoy casi segura que hay algo detrás de todo esto. No creo que solo regresaste por nosotros. 

—Hija...bueno...lo que…

—Estoy en casa—se escucha a No jik en la entrada—¿pasa algo?

—No pasa nada, solo me despedía, tengo que trabajar—miento.

—Es verdad ¿seguirás trabajando?—pregunta

—Por supuesto, sino ¿quién más? no creo que ella tenga trabajo ¿o me equivoco?—por su silencio puedo asumir que no—Me voy. 

 

11:30 pm. 

 

De regreso a mitad de la noche me encuentro con una cara conocida muy particular. 

—¿Jungkook? ¿Qué haces por aquí? 

—Vine a verte—sonríe. 

—¿Por qué? Es muy tarde 

—Bueno, por una parte mi madre quiere que me asegure que llegues a salvo a tu casa y por la otra… quería verte. 

—Es increíble que tu madre ahora me acepte. Eso me da mucho más miedo—bromeo

—Eres una chica increíble—sus ojos se iluminan—Gracias a ti puedo decir que mi familia está más estable, además que ahora soy libre de hacer lo que quiera. 




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