Contrato de amor || Kim Taehyung

≋Capítulo 31

T/n. 

Meneo la cabeza un par de veces para ver si mi mente no está jugando conmigo.—¿Realmente eres tú?—trago grueso. 

—¡¿Pa-Papá?!—No jik no parece reaccionar y lo mira desconcertado  

Mi padre apresurado corre hacia mí y doy un ligero retroceso de miedo. No se como explicar ese movimiento. ¿Acción reacción? 

Taehyung arquea una ceja, y lo fulmina con sus ojos fríos como el hielo—No se acerque—me jala detrás de él.

Trago en seco, intentando encontrar mi voz, pero no funciona. Así que como niña pequeña me escondo entre las sombras de Taehyung. 

—Hija… soy yo… tu padre—el sonido de su voz me revuelve el estómago. Son nervios, claro. 

Taehyung gira su cuerpo 180° y levanta mi mentón para poder verlo. 

—Si me lo pides puedo desaparecerlo en este instante. ¿Qué quieres hacer?

—Esto… es algo que tengo que hacer—digo mientras por mi mente aparecen las palabras de mi mamá antes de irse: Escucha.

Supongo que es a esto a lo que se refería cuando me dijo eso. Primero mi madre, luego mi padre ¿Qué clase de castigo estoy pagando? 

 

-

-

 

Aún no termino de asimilar que la persona que tengo al frente sea mi padre. No jik está sentado a mi lado y no deja de mover el pié impaciente. 

Coloco mi mano encima de la suya—Descuida, vamos a estar bien.

—Entonces… ¿Está bien que...—mi padre mira a Taehyung

—Ah, si te refieres a que sí está bien que él escuche, pues si. Digamos que él sabe absolutamente todo de la familia. 

—Además, creo que usted es el menos indicado para decir eso ¿ya olvidó en la posición en la que está? Han pasado muchos años, muchas personas han entrado y han salido de su vida. 

 Mi padre agacha la mirada apenado—Si, tienes la razón. 

—Bueno entonces-

Un sonido muy particular me interrumpe. Hambre. 

Me acerco cuidadosamente hacia Taehyung—¿Tienes hambre?—le susurro

—Por culpa de alguien ayer no pude disfrutar de mi gran comida—bufa.

—¿Es culpa mía?—chasquee los labios

—No, del vecino—se burla. 

—¿Alguien tiene hambre?—digo en voz alta—Pues yo si, iré a la cocina a preparar algo, no se muevan.

—Yo te acompaño—Taehyug me sigue. 

Cruzo los brazos ni bien pasó la puerta—Tu no sabes nada de cosas importantes ¿verdad?—sonrío

—Eso no lo sabes—frunce el ceño y se empieza a acercar.

Esto no pinta para nada bueno.

—¿Qué haces?—retrocedo

—¿Cómo estás tan segura que tengo hambre?—se acerca cada vez más—A lo mejor todo era mentira para traerte aquí—sonríe de manera burlona. 

—¿A-Ah?—tartamudeo y sigo en retroceso.

Taehyung se vacila de tener el control de la situación—Sabes a lo que me refiero

—No—niego rotundamente—no des un paso más—trago en seco y choco con la mesa. Estoy acorralada. 

 Taehyung se acerca a pocos centímetros de mi rostro, puedo sentir su respiración en mi cuello—Esto bastará—dice apartándose con una manzana en la mano. Lo voy a matar—¿Qué? ¿Por qué me miras así? No es mi culpa que te colocaras delante de las frutas—ríe dándole un mordisco

—¿Tenías que hacerlo de esa forma tan sádica? 

—¿Pensaste que te besaría?—suelta y mis mejillas se sonrojan.

—¡Estás loco! 

—Está bien, está bien, solo jugaba contigo—se coloca a mi lado mirando como cocino—Allá afuera es muy incómodo, por eso solo mejoraba los ánimos. 

—Y si que lo lograste, eh—digo con sarcasmo

—Eso pensé—dice con confianza. ¿Eso es todo? ¿No dirá, lo siento?— Sabes, creí que no querías ver a tu padre. 

—No puedo odiarlo, la verdad nunca me convencí del todo con la historia que dijo mi madre. Pero tampoco planeaba ponerlo en duda.

 

Minutos después. 

El reloj marca las 3 de la tarde y todos seguimos sentados en el suelo. 

—¿Y bien? Te escuchamos—suspiro esperando una respuesta—¿Por qué decidiste irte con tu otro compromiso?

Mi padre me da una mueca de confusión—¿Otro compromiso? No tengo otro compromiso, nunca lo tuve. 

—Entonces… porque…

—En ese entonces tu madre y yo ya no podíamos vivir en el mismo techo. Nunca vieron una pelea nuestra porque no quería que ese recuerdo quede con ustedes, pero realmente tu madre y yo ya no nos entendíamos, así que supuse que lo mejor era separarnos. Tu mamá se puso como loca pensando que la dejaba por “otra mujer”. Le propuse tener la custodia compartida, pero se negó rotundamente. Desde esa noche, nunca más los volví a ver. Ella los había alejado de mí. Su ego logró destruirme el alma.

—¿Pero porque yo no te recuerdo?— pregunta No jik. 

—Tenías 3 años, es normal que no te acuerdes de nada—le digo.

—¿Entonces por qué te apareces justo ahora? 

—Llevo 10 años tras ustedes. Era muy difícil localizarlos porque ustedes nunca se establecian en un lugar específico. Hace poco llegué a Seúl porque una vecina de su antigua ciudad los reconoció, pero no tenía más información… hasta que recibí una llamada…de su madre. Ella se disculpó por todo, y me brindó quedarme su custodia como compensación. 

—Hubo un tiempo en el que te odié ¿sabes? pero también sabía que me obligaba a hacerlo, porque en realidad te amaba. Te extrañaba tanto que fué por eso que nunca le creí a mi madre lo que decía de ti. 

—Lo siento… quizá si nunca me hubiera separado

—No—lo interrumpo— El hecho de que seamos tus hijos no significa que tienes que obligarte a estar con alguien que claramente ya no amabas, eso nos hubiera hecho infelices también. 

—¿Entonces me permiten quedarme con ustedes?

Miro a No jik y luego a mi padre—Eso estaría bien—sonrío con los ojos brillosos—Ya me cansé de estar atada al pasado. Es hora de dejarlo atrás y vivir el presen—Taehyung cae dormido en mi hombro interrumpiendo mis palabras. Cuando no malogrando los momentos emotivos. Claro, como ya tiene la panza llena. 




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