contrato de sangre

CAPÍTULO 3: sueño en la realidad

Sin mucho ánimo estaba asistiendo a la cita con la maestra de danza pero al escuchar que me llamo temprano para hablar sobre Deimón y sobre mí decidí llegar, quizá habría recapacitado porque como rayos pondría en forma a Deimón para los estatales y mucho menos regionales y si teníamos suerte los nacionales. Sin más solo me quedaba esperar las noticas que ella me tenía.

Di un ligero golpe a la puerta para luego escuchar como ella decía que pasara. Me senté en una silla enfrente de la maestra y ella me miraba muy seriamente, esperaba que me cambiara de pareja ya he dejado en claro que no tengo nada en contra de Deimón pero necesito ganar para poder demostrarle a mi papá que puedo ser una bailarina profesional.

- Lindsay tengo que darte una noticia que tal vez sea de mucha alegría para ti-dijo ella mientras me regalaba una cálida sonrisa la cual me dio miedo

Trate de esperar lo mejor de esa situación así que relaje mi cuerpo y exclame mi deseo.

- Dígame que me cambiara de pareja de baile por favor- dije casi suplicando

- Eso no lo puedo hacer, la noticia que tengo para ti es que los regionales se cambiaron para dentro de 5 meses más…eso significa que puedes ayudar a Deimón a practicar- dijo ella muy tranquila mientras se relajaba en su silla giratoria y posaba sus manos sobre el escritorio que nos separaba

- Es enserio…- dije más triste que emocionada

Es verdad que ese tiempo nos beneficiaba a todos pero no me siento capaz de poder ayudarlo, con toda la carga que tengo en mis hombros tener un aprendiz no es lo que esperaba. La maestra me miraba y por lo que podía sentir ella quería animarme.

- Espero que si lo puedas ayudar, eres una excelente bailarina y quisiera que triunfes en esta carrera- dijo ella tratando de darme ánimos

- Sería mejor que me cambiaran de pareja- insistí yo con cierto enojo

- Escucha. Sabes que a mí no me gustan los berrinches, en este mundo tienes que trabajar con lo que te den, piensa que lo que te estoy haciendo es un favor- me contesto ella y la mujer dulce que me haba recibido se había esfumado ante mis ojos.

Es verdad que en este punto de la conversación me tornara más berrinchuda que otras veces pero si tan solo ella supiera por lo que estoy pasando. Así que no pude hacer otra cosa que bajar los hombros y resignarme a acatar las órdenes que me habían dado.

--- Como usted diga --- Dicho esto me dispuse a salir de aquella oficina y poder pensar una estrategia para der controlar y ordenar mis ideas.

Al salir de aquel enfrentamiento, pude analizar todo desde otra perspectiva quizá por una parte tiene razón, este es un obstáculo del cual tengo que librar por mí misma ya que la vida no es fácil. Debía poner de mi parte para que esto no fuese difícil de lidiar y no ponerme como una cría, debía actuar como una mujer responsable. Estaba dentro de este trance cuando me topé con Thomas en ese momento mi mundo se iluminó.

- Hola Lindsay… ¿Cómo estás?- pregunto él mientras tocaba su nuca

Se veía tan magnifico con su cabello rebelde y su sonrisa tan pulcra.

--- Hola Thomas… estoy bien ¿y tú?- volví a preguntar

Descanse poniendo todo mi peso sobre la pierna derecha para poder estar un poco más cómoda ente esa situación y relucí una linda sonrisa o eso pensaba yo.

--- Ahora que te veo mejor- dijo él

En ese momento me sonroje un poco quizá mi sonrisa logro eclipsarlo un poco pero para desgracia llego Nicole a molestar como siempre, justo a interrumpir una linda escena. Juro que si pudiera utilizar mis poderes en público haría que su piel fuera morada y su cabello se incendiara con tan solo chasquear los dedos.

--- Amor ahí estas- dijo ella mientras lo atenazaba con sus garras

Sus falsas palabras de amor lograban sacar sangres de mis oídos pues no podía aguantar escuchar tanta hipocresía.

--- Nicole sabes de sobra que tú y yo terminamos hace medio mes- dijo él irritado mientras se deshacía de su abrazo

Thomas parecía realmente irritado por la presencia de Nicole y quien no estaría así después de conocer el verdadero ser de esa muñequita vacía y controladora.

Nicole se hizo la desentendida y prosiguió con su teatro barato. Lanzo una mirada de borreguito a medio morir mientras jugaba con un mechón de cabello.

-lo sé…pero no puedo vivir sin ti amor-al escuchar esa palabra se me deshizo el corazón y la paciencia.

Sabía que su objetivo principal era que me esfumara de aquella escena para poder acorralar a Thomas a su gusto, no quise ser un estorbo así que decidí retirarme.

-Hasta luego Thomas te veré cuando el mundo este menos contaminado y podrido-dije mientras caminaba hacia el salón de baile.

No puedo creer que idealice un momento lindo y romántico con Thomas estaba creyendo que era perdedora y que no debía poner mi mirada tan alto. Caminaba así hasta poder llegar a mi destino, esquivando a cualquiera que se pusiera en mi camino y llegar al salón de baile. Al llegar a este y abrir las puertas me encuentro a Deimón, quien estaba de pie en una de las esquinas, era tan misterioso me intrigaba su origen y eso no me gustaba para nada. Después de ese encuentro con Thomas y Nicole tenía que cumplir con el reto que me había impuesto la maestra para no decepcionar a otra persona.



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En el texto hay: adolescentes, brujos, contratos

Editado: 28.06.2018

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