Contrato Equivocado

CAPITULO 4

─Cami, hoy hay que ir a firmar el contrato con los Italianos ─ la muy hija de su madre me llama por mi segundo nombre y no me gusta.

─Pero es injusto. Tú te vas con el que es más fácil de llevar y me dejas al más difícil.

─Dijiste que mientras más difícil más divertido era el trabajo.

─Te odio, Ken.

─Tu odias a todos.

Subo las escaleras a la habitación casi corriendo, me tengo que vestir para poder ir a firmar un maldito contrato que me va a hacer los siguientes 2 años más difíciles de mi vida.

Busco un jeans negro, una blusa rosa para que combinen con los botines rosas y la chaqueta de cuero rosa, además mi cartera será negra. Me visto rápidamente y luego bajo las escaleras ya lista, llevaré mi cabello suelto porque ni idea de donde dejé las ligas para atar mi cabello.

─Hace frío ─ grita Kendall saliendo de la casa con kimono.

─¿No me digas?

Me río porque las noches están siendo muy heladas en estos días y eso que en algunos días ya será primavera, pero los días siguen estando helados.

─Dos malditas semanas y recién viene a decirnos que sí nos va a contratar, pero con que tu organices los eventos de Mariano y yo los de él ─ me quejo subiendo a mi Z4, iremos en nuestros autos personales porque después tengo que ir donde mi papá.

Acelero y salgo del garaje a lo rápido y furioso, amo mi autito que gané en una subasta en un evento, eso fue lo mejor de lo mejor porque no tuve que gastar dinero.

Conduzco hasta la empresa con Kendall en su auto siguiéndome, bajo de mi descapotable y espero a que ella baje de su auto. Cruzamos la calle y hacemos lo mismo que la primera vez que tuvimos que venir a estas oficinas de MDV. Me desagrada tanto Alessandro al extremo de quererlo muerto.

Christine que nos estaba esperando nos guía hasta la misma sala de reuniones, sólo que ahora ya nos están esperando he incluso hay un abogado y un juez en la habitación.

─Primero firmamos nosotros ─ dice Mariano.

La secretaria de Mariano le pasa el único papel que tiene en su mano, este lo recibe y el abogado se asegura de todo hasta que ya pueden firmar.

Luego es mi turno, pero Christine no está en la habitación y tenemos que esperar a que ella llegue con el papel, obviamente su jefe la asesina con la mirada, el abogado no lee tanto como hace rato y debe de ser porque son los mismos papeles y sólo hay que firmar. Firmo confiada en que será mi fin, nos entregan copias de los papeles, los guardo en una carpeta y me puedo ir tranquila a las centrales del FBI en Los Ángeles. Christine me sonríe antes de acompañarme al ascensor.

Bajo sola ya que Kendall va a hablar con Mariano sobre su amistad, Ken tiene condiciones y si él no va a cumplir entonces no podrá haber amistad, se suponía que le diría eso hace dos semanas, pero él la hizo pasar como su cita y al final no le dijo nada.

Cruzo la calle hasta mi descapotable, subo y lo enciendo para luego poder acelerar y conducir tranquilamente hasta el FBI. Mi papá tiene turno de noche y necesita que le lleven su colación y yo seré la encargada de llevar lo que Kendall cocinó para él.

Luego de casi una hora de viaje, por el tráfico llego lo más bien y tranquila a la oficina. Estaciono, bajo y camino hacia la entrada mientras mi celular suena.

Las llamadas son de parte de un número desconocido y de Christine, la secretaria del Italiano. Las ignoro y voy donde mi papá.

─Amber, hace mucho que no te veía ─ me saluda una de las agentes.

─Hola, es que he tenido mucho trabajo ─ digo sonriendo ─ ¿Está mi papá?

─Sí, está interrogando a un sospechoso. Pero sube, tú ya sabes.

Me despido de ella y subo por las escaleras mecánicas, llego al piso y saludo a todos, me conocen desde que era pequeña, papá siempre me traía con la esperanza de que yo quisiera seguir sus pasos.

Paso a la sala de donde se puede ver el interrogatorio, me encuentro con los demás del equipo y vemos a mi papá en acción, es grandioso, maravilloso, espléndido en lo que hace. Podría estar adulando el trabajo de papá durante todo el día.

─Amber, que tiempo que no te vigilamos ─ dice Mica, una de las agentes.

He ahí donde me confirman mis sospechas más grandes, por eso mi mamá siempre llegaba un paso antes que yo. Mi papá hacía que su equipo me vigile.

─Por suerte sigues ganando la apuesta ─ dice riendo.

─Tienes una fuerza de voluntad enorme ─ añade Leo y todos soltamos una carcajada.

Terminan el interrogatorio y mi papá se sorprende al verme, lo abrazo porque hace mucho que no lo veía.

─Amby ¿Trajiste comida para mí?

─Sí, Ken cocinó tu plato favorito.

Hace mucho que no veía a mi papá, es bueno abrazarlo así, ya lo estaba extrañando más de lo que creía.

─Hija tengo que seguir trabajando.

─Sí claro, nos vemos papá ─ camino con el hasta su escritorio.

─Puedes ir a visitarnos a la casa, cualquier día de estos ─ se sienta en su silla y toma una lapicera.

─No papá, gracias, pero prefiero ir cuando esté Katia, así digo las cosas sólo una vez ─ hago una mueca de desagrado.

─Bueno, Te amo hija ─ grita cuando voy camino al elevador.

─Te amo pa, eres el mejor ─ grito cuando ya se están cerrando las puertas.

Mi celular sigue sonando, ¿Por qué nadie entiende que luego de las 9 ya no recibo llamadas de trabajo? Lo digo en el buzón de voz, pero nadie entiende.

Suena nuevamente, salgo del ascensor y contesto la llamada porque ahora es Kendall la que me llama y de seguro debe ser porque sigue con Mariano.

─¿Qué?

─Estás casada

─¿Qué?

─¿Qué acaso no lees lo que firmas? Ven de inmediato a MDV.

─Dios que desgracia.

Salgo corriendo y subo al Auto, busco las llaves para encenderlo e ir rápido a la maldita empresa, no puede ser que esté casada ¿Cómo es que algo así llega a pasar?




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