Contrato Equivocado

CAPITULO 5

Camino a la cocina para buscar café, estamos hace 2 horas trabajando y no hemos parado porque tenemos trabajos que archivar luego de hacer los depósitos de dinero para cada persona que trabajó con nosotros.

Además, hoy que es comienzo de semana tenemos que recepcionar los pedidos que tendremos para dentro de dos semanas, además de dar los últimos detalles para los trabajos que tendremos durante esta semana.

─Muero ─ grito antes de volver a la oficina con café.

─No mueras, hay mucho trabajo ─ dice Ken agobiada.

─Lo sé.

Suena el timbre y me levanto de la silla para ver de quien se trata, estamos llenas de trabajo y nos vienen a molestar cuando menos lo esperamos. Abro la puerta y mi lindo hermano menor aparece frente a mi, es increíble como se puede parecer en mucho a mi mamá, con Katia somos la copia de papá.

─¿Hola? ¿Qué necesitas?

─Ayuda, tengo un examen en dos días y es de trigonometría ─ dice nervioso.

─Te informo de inmediato que tenemos mucho trabajo, pero veremos si te puedo ayudar.

Dejo que pase y ya sabe hacia donde debe ir, la oficina más desordenada que existe en este mundo. Es que a los comienzos de semana siempre es así, pero luego ya se ordena.

─Kendall no me quiere ayudar.

─Solo agradece que te ayudamos, todo para que luego puedas trabajar y mantener a un enano.

─Que no sabemos si es mi hijo o no ─ se queja.

Suena el timbre y me levanto antes de todos, si es alguien que solo viene haciendo bromas voy a insultarlo hasta gastar mi furia, estoy tan endemoniada que ya le quiero gritar a alguien.

─Hola Amby ─ saluda un chico muy sonriente.

─Mariano, que sorpresa ─ musito confundida porque Ken no mencionó que vendría y porque sabe el mote.

Pasa y yo cierro la puerta, se va a la oficina, pues el chico ya sabe que tenemos trabajo que hacer, el también debería estar trabajando, pero está acá y eso es extraño.  Al parecer si va a cumplir con su palabra.

─Jack, que no tenga novio no significa que sea puta, bueno en realidad eso ya lo dejé en el pasado. Pero ahora quiero algo serio, ya me cansé de los hombres de bar.

─Hola ─ saluda Mariano y Ken me ve igual de confundida como yo a ella.

─Hola, soy Jack, el hermano de Amber.

─¡Ey! Yo soy Mariano, amigo de las chicas ─ Mariano saluda a mi hermano como si nada.

─Mariano ¿Sabes de trigonometría? ─ pregunto antes de que el ambiente se vuelva tenso.

─Sí

─¿Le puedes enseñar a ese niño? ─ señalo a mi hermano.

─Claro.

─Bien, pueden usar la cocina para estudiar, no hay problema con eso.

Dejo que ambos salgan de la oficina y cierro la puerta mientras Kendall sigue inmóvil, al parecer ella tampoco confiaba en la palabra de Mariano Mancusso.

─Pero ¿Qué le pasa a los Italianos?

─No tengo idea, pero si lo averiguo te diré ─ prefiero seguir trabajando.

Termino con cerrar los eventos pasados y comienzo a organizar los que serán está semana. Con eso me voy a demorar porque son varios.

─Deberíamos contratar a 2 personas ─ digo cansada de hacer demasiadas cosas.

─Sí, así podríamos trabajar más tranquilas y no tendríamos demasiadas preocupaciones.

─Pero el problema sería que necesitaríamos una oficina más grande ─ me lanzo al sofá.

─Entonces primero agrandemos la oficina ─ se acuesta a mi lado.

─Sí, al lado de esto hay una despensa-lavandería que no ocupamos, con los metros de eso ya sería mucho más espacio.

─Y también podríamos pedir que nos tengan una puerta de acceso desde afuera, así mantenemos la privacidad de nuestra casa ─ dice mirándome con esperanza para que yo apruebe su plan

─Sí, sería lo mejor. Voy a cotizar cual nos sale más económico para hacer todo ese cambio en la casa ─ respondo para su satisfacción.

Va a hablar pero escuchamos una sonajera de ollas y sartenes, ambas nos levantamos y corremos a la cocina.

─Ya está listo el almuerzo ─ dicen ambos chicos riendo.

Ellos habían hecho que las cosas suenen a propósito, porque tienen todo ordenado y hay un olor a comida espectacular.

─¿Qué hay de comer? ─ preguntamos antes de sentarnos en 2 taburetes.

─Pasta ─ dicen ambos.

Creo que por mi expresión mi hermano suelta una carcajada, el ya sabe que odio esa comida, Mariano le acompaña riendo.

─Hay un puré verde con filete salteado acompañado de unas ricas verduras ─ dice Mariano.

Nos sirven en 2 platos y la comida se ve y huele exquisita, doy por seguro que el único que cocinó fue Mariano, mi hermano al igual que yo no sabe ni preparar café.

Pruebo la comida y los sabores son de otro mundo, no hay nada más bueno que esto, me levanto de mi silla y voy a buscar una botella de vino.

─Tu tienes que ir con mi hermano por la noche ¿No pretendes ir ebria, cierto?

─Nunca se embriaga cuando bebe vino blanco, es algo que nadie entiende...

─Se puede tomar dos botellas ella sola y el alcohol no hace efecto sobre ella ─ termina mi mejor amiga.

─Eso es un gran don ─ dice Mariano riendo.

 

***

 

─Gracias, ¿Pondrías venir mañana y así empezamos lo más antes posible?

─Mañana podría ser al medio día.

─Claro ─ lo anoto en mi agenda.

─Entonces estaré allá ─ dice el chico.

Corto la llamada y doy pequeños saltitos, coticé al mejor y ahora mañana podremos ver cuando se empieza con la remodelación de nuestra oficina.

─A la noche podríamos ver las preguntas para entrevistar a las Chicas que quieran trabajar con nosotros ─ dice Ken.

─Sí ─ miro la hora en el reloj ─ en una hora Alessandro vendrá a buscarme, ya me voy a vestir.

Salgo de la oficina y subo las escaleras, paso a darme una ducha, canto mientras el agua con el jabón limpia mi cuerpo. Salgo de la ducha y voy a mi closet, busco algo de ropa pero no me decido nunca porque no tengo idea de a donde me va a llevar, pero tengo una muy buena solución.




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