Contrato Equivocado

CAPITULO FINAL

🖤CAPITULO FINAL🖤

 

─Es que ya no puedo con esto ─ digo con lagrimas en mis ojos ─ van seis meses y cuatro solo se resumen en difamaciones de alguno de los dos.

─Pero lo estamos intentando ─ protesta Alessandro.

Miro por el ventanal y me abrazo para darme las fuerzas que necesito. Ale solo me mira mientras que está sentado en el sofá, es como si estuviera regañando a un niño que hizo algo mal.

─Ale, ya no se que hacer, mi nombre está en todas partes y no es por mis méritos y tampoco de la buena manera ─ le señalo la televisión donde soy el foco de sus ventas y ratings.

─Pero no es mi culpa ─ se defiende en un susurro aparentemente temeroso.

─Yo jamás he dicho que sea culpa tuya ─ señalo y él se levanta y da vueltas frente al ventanal ─ ¡Maldición Alessandro! A penas sales de Los Ángeles comienzan rumores y todos llegan a buscarme y a acosarme con preguntas que no sé que responder y pareciera que en vez de ayudarme le das mas razones para que me asedien ─ doy a conocer los hechos de hace una semana cuando tuvo que ir a New York por un desfile de modas ─ Detesto esto, detesto tener que venir contigo a todos lados porque dejo mi vida de lado ─ musito intranquila porque por primera vez se lo digo en voz alta.

─Pero es que nosotros somos nuestras prioridades ─ dice como si no comprendiera mi punto de vista y me hace sentir mal por reclamarle, pero es por mi bien.

─Sí, eres mi prioridad, pero yo tenía vida antes de ti y la he perdido por completo.

─¿Estas tratando de dejarme? ─ bien, ahora yo soy la mala de la película, siempre es así, me hace sentir culpable.

─No, solo estoy tratando de que entiendas que todo esto me está agobiando.

Se queda en silencio y ni siquiera me mira, hoy hemos tenido más discusiones que todo el tiempo que llevamos juntos. Comienzo a llorar en silencio porque ya no puedo más, no puedo con todo esto, es agobiante.

─Yo te apoyo, en todo ─ vuelvo a hablar entre lágrimas ─ Pero ¿Te has preguntado como siento dejando mi trabajo? Yo no soy un adorno, Alessandro. Y tu nunca has estado para mi o para cuando yo necesito de tu presencia.

─Siempre estoy pendiente de ti, Amber, todo el tiempo ─ señala en su defensa.

─¿Todo el tiempo? Ni siquiera sabes que tampones uso, creo que hasta Mariano sabe eso.

─Pero eso no tiene relevancia ─ dice haciendo que mi comentario sea infravalorado.

─Para ti tal vez no, pero para mi si tiene relevancia. Apostaría mi vida a que yo se cada pequeño aspecto de tu vida y se supone que tu eres el observador.

─Amber… ─ su celular comienza a sonar y con solo su expresión cuando ve la pantalla entiendo todo.

─Adelante, atiende tu trabajo. Voy a salir a dar alguna vuelta, necesito aire.

Asiente con la cabeza y contesta la llamada, vuelvo a comprobar lo mismo, el dice que cambió sus prioridades y que yo debería hacer lo mismo, pero e un maldito hipócrita, estamos discutiendo por nuestra relación y el escoge responder una llamada de trabajo. Se suponía que era nuestra semana de escape para descansar de esos malditos rumores de un embarazo y de supuesta infidelidad de mi parte, mi problema es que él no ha hecho nada por remediar los problemas con la prensa y cada que lo rumorean a él acuden a mi y tengo que hacer de todo para frenarlos, si no fuera por mi padre realmente no estaría tan segura de defenderlo frente a las cámaras.

Camino por la orilla de la playa y sin evitarlo rompo a llorar, esto es una mierda, en todos los sentidos, si me dicen que la vida es buena cuando es de color de rosas, pues las rosas tienen espinas y actualmente siento que me entierro cada una de ellas mientras los días pasan y a pesar de todo eso, sigo creyendo en el amor de nos profesamos, aunque no lo demostramos.

Me siento en la arena y miro hacia el horizonte, pierdo el punto que veo y le marco a papá, necesito hablar con él, necesito su consejo, los de mamá y mi hermana son un asco porque ambas me aconsejan que continúe como si todo fuera normal porque obviamente están segadas con él, no miran desde mi punto de vista, no empatizan conmigo.

¿Qué pasa cariño? ─ solo con esas simples palabras dejo escapar los sollozos que estaba reteniendo.

─No puedo papá ─ musito y escucho un sollozo de su parte.

Amby, estábamos hablando de eso ─ escuchar a Kendall es peor para mi momento.

Cariño, no dejaremos que sigas con esto.

Papá.

Amby, no dejaremos que nadie se entere y por supuesto podrás trabajar desde donde tu quieras. Solo tienes que alejarte y podrás volver cuando quieras. Tal vez es la persona correcta en el momento incorrecto ─ Kendall me da a entender que tengo que decirle adiós a mi relación con Alessandro.

Tu me dices y yo puedo preparar todo. Sabes que yo haga hasta lo ilegal por ti.

Luego de una hora hablando, corto la llamada porque veo como Alessandro se me acerca. Se sienta a mi lado y no dice nada, solo apoya su cabeza en mi hombro y observa el mar al igual que yo. Esto se nos está haciendo normalmente toxico.

─Amber, lo lamento.

Suelto unas lagrimas porque se lo que se viene y lo que diré ahora es una pequeña parte que debo de emplear para engañarlo.

─No, mas lo lamento yo ─ me mira y yo miro sus labios para evitar el contacto visual.

Me acerco y lo beso, el me corresponde como siempre y lo que haré es un gran desafío. Me separo y al pararme le tiendo la mano, la toma y lo llevo a la casa fingiendo una sonrisa pervertida, se que eso le hace la ilusión de que a partir de ahora todo estará todo bien. Otra ilusión más.

A penas ponemos un pie en la pequeña casa nuestra ropa desaparece y me ato a la cordura para seguir firme con el plan, mientras me hace suya evito soltar las lágrimas que mi corazón llora.

─Perdón, amor. Perdóname, sé que la he lidiado muchas veces, pero jamás dudes de mi amor por ti. Tú eres mi prioridad, mi corazón y mi alma.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.