Callie
❁
—¿¡Que tú qué!? —grita mi madre al otro lado del celular mientras activa el altavoz—. ¡Amor! ¡Tienes que venir a escuchar esto!
Y me paso los siguientes quince minutos explicando que Derek me engañó, pero que no importa porque yo lo engañaba desde antes con un CEO millonario y que, por fin, hemos decidido exponer nuestro romance.
Mi mamá está a punto de desmayarse.
—Mamá… —murmuro.
Pero ella ya está debatiendo toda la historia con mi papá, quien también parece a punto de tomar ahora mismo un vuelo para venir a sacudirme.
No puedo contarles la verdad. Mis padres son buenos amigos de los padres de Derek. Así nos conocimos, por las reuniones de amigos que ellos tenían. Su amistad tiene muchísimos años.
De hecho, es extraño que no sepan que Derek embarazó a su secretaria. Eso significa que no les ha contado a sus propios padres o que éstos decidieron no decir nada hasta que yo lo hiciera.
—¿Cómo que te dio tres meses para dejar el departamento? —brama mi padre—. ¡Tiene que ser una broma!
—Es que se mudará con su nueva novia y… su bebé.
—¡¿Bebé?! —gritan ambos al mismo tiempo.
Respiro hondo. Mi padre hablará con Derek, no me queda duda, y le dirá todas las cosas que yo no me atrevo.
—No importa, en serio, yo…
—¿Tú, infiel? —suelta mi mamá—. Nunca podrías ser infiel, por favor, ¿puedes decirnos qué está pasando?
Aprieto el celular contra mi oreja mientras escucho a Ada atender a un cliente en la parte delantera de la tienda.
Mis padres saben que me educaron mejor que eso. Debí suponer que jamás me creerían, pero no quiero arriesgarme.
—Lo lamento, sólo sucedió y…
—No te creo nada —interrumpe mi padre—. Pero si lo hiciste, te apoyo.
—¿Perdón? —murmuro.
—¿Quién se cree ese tipejo para darte tres meses para salirte? —continúa papá—. ¡Si todo lo que tiene es gracias a ti! ¡Sin ti no estaría en donde está! ¡Por mínima cortesía debió dejarte pagado el alquiler de un año!
Un nudo se forma en mi garganta.
Derek podría hacer eso, o comprometerse a pagarlo por un año, sí. Su sueldo alcanza para eso y más, pero tiene más prisa por iniciar su nueva vida con Macey y su bebé.
—No pasa nada… —logro decir sin echarme a llorar—. Me casaré con Rowan en unos días, si no pueden venir, no…
—¡¿En unos días?! —chilla mi mamá—. ¡¿No creen que están yendo muy rápido?!
—Tenemos un año juntos —murmuro.
—¡Esto no puede estar pasando! —exclama mi papá a lo lejos, como si se hubiera alejado del celular para tomar aire.
—Es que es imposible —insiste mi madre—. Tú amabas a Derek, nunca le harías algo así.
Maldición.
Ella tiene un punto.
«Amaba» a Derek, en pasado. Estos días lejos… me han hecho quitarme la venda de los ojos, y me descubro llorando más por todas las cosas que me hizo y que permití, que por su infidelidad.
»Y si lo hiciste, es porque estabas buscando algo en este otro hombre que Derek no te daba.
—Eso no es justificación para una infidelidad —digo, muy bajito—. Sé que hice algo mal y…
—Y yo sé que es mentira —insiste mamá—. Sabemos que es mentira, aunque no entendamos por qué.
Ella calla.
—¿Podrán venir? —pregunto en el mismo tono bajo—. Rowan pagará todo.
—¿Rowan? ¿Así se llama? —interviene papá, de nuevo cerca del celular—. Quiero conocer a ese tal Rowan que quiere casarse con mi hija sin preguntarme primero.
Oh, es verdad.
—Papá…
—¿Cuál es su nombre completo? —agrega.
—Rowan Strathmore.
—Bien, veamos… —Y sin que me lo diga, sé que lo está buscando en internet. Su siguiente reacción confirma mis sospechas—. Oh… ¿CEO de KAVAN?
—¿Es de esa marca bonita? ¿La de la bolsa de Alicia?
Alicia, la madre de Derek. No puede ser.
—Sí, cariño…
Y en silencio escucho cómo mis padres se maravillan cada vez más con todo lo que leen sobre Rowan. Sin embargo, sé que ni todo el dinero del mundo los haría ceder fácilmente.
—Quiero hablar con él —decide papá.
—Es genial, porque antes de la boda tenemos una cena de compromiso —informo—. Enviaré toda la información a sus correos, ¿está bien?
Mi madre me llena de bendiciones, como siempre, y me pide que piense bien las cosas antes de dar un paso tan importante. Después de todo, sólo puedes casarte por la iglesia una vez.
No había pensado en eso.
Cuelgo con un vacío en el estómago.
Siempre pensé que me casaría enamorada, con Derek a mi lado. Que después de ese «sí, acepto» empezaría la mejor parte de mi vida.