Contrato por un día.

Capitulo 9.

 

           Christopher saco su móvil con un movimiento tan veloz que casi me lo pierdo, Emily se había ido con la promesa de regresar en cuanto le fuera posible. Quería ver cuanto podía mitigar el asunto con la prensa y paparazzis para que la pobre de Alis no tuviera que enfrentarlos al salir del edificio. Sentía como su pequeño cuerpo se sacudía con cada ola de lagrimas que la abordaban, tenía miedo de que pudiera convertirse en polvo con tantos temblores ya que en su estado actual me recordaba a un pergamino antiguo ya sea por su valor, como la delicadeza con la que debía ser manejado y por su fragilidad, un paso en falso y el documento estaría hecho trisas. Sentía que con Alis era lo mismo. Otro improperio salio de los labios de Chris para seguir con otros dos más y así sucesivamente, creo que Christopher logro utilizar todos los existentes e incluso crear algunos nuevos solo para insultar a ese bastardo. Se dio por vencido con el móvil devolviéndolo al bolsillo de donde había salido, se volteo a un Robert aturdido y con la mirada fija en Alis. Tomé a la pobre de los hombros para alejarla de mí y lograr que mirara mis ojos.

 

-Debes levantarte del suelo, te vas a enfriar Alis.

 

            Ella simplemente me miro con sus hermosos ojos azules hinchados y rojos de tanto llorar. Me puse de pie para ayudarla a hacer lo mismo pero no quiso hacerme caso. Aún así seguí con mi mano extendida esperando a que la tomara, eventualmente lo haría, lo sabía ya que le había hecho lo mismo a Ranjit cuando él fue quien tuvo que ponerme de pie cuando vi por primera vez a Dani en la cama del hospital. Como predije ella finalmente cedió, la lleve al sofá que había junto a un ventanal, cuando estuvo sentada fui y abrí una de las hojas de la ventana para que el aire circulara. Una mirada hacía abajo me revelo que la pobre de Emily y su esposo estaban lejos de lograr mitigar la situación con los reporteros, estos solo seguían llegando y encimándose sobre la pareja con más preguntas mientras señalaban a la iglesia. Suspire y volví a mirar dentro de la habitación, en ese momento un hombre entro por la puerta, llevaba un esmoquin igual de elegante y caro que el de Chris, su pelo era de un castaño claro y sus ojos cafés, era guapo si te gustaban los hombres con facciones de joven adolescente. Note que a pesar de no llevar un bastón de apoyo u otro elemento parecido, tenía una renguera más bien pronunciada aunque intentaba ocultarla. Sus ojos vieron directamente a los míos y note el deseo en ellos mientras me daba una rápida evaluación, entonces giro hacía Alis y su mirada transmitió tristeza cuando se agacho a la altura de los ojos de ella para verla directamente.

 

-Cuanto lo siento hermanita. No sabía que él haría una cosa así. Es decir, Rick parecía tan perfecto, recto y honesto. Y ahora hace un acto de esta calaña.

 

           Ella solo paso sus brazos por encima de los hombros del muchacho que ahora al saber que era su hermano, podía decir que su nombre era Greison. Él le devolvió el abrazo y cuando su perfil quedo a la vista sentí como la rabia se encendía dentro de mí ser. A pesar de sus palabras de lamento y de su ¨tristeza¨ , el muy desgraciado tenía plasmada una gran sonrisa en su rostro, era tan grande que corría el riesgo de romper su cara, si no lo hacía antes yo. Mire a la puerta en busca de Christopher, pero no los encontré ni a él ni a Robert, la decepción me hundió los hombros. Cuando Greison aparto a su hermana de él para ver su rostro, la expresión de tristeza (la cual ahora sabía era falsa) regreso. Volvió su rostro hacia la entrada en busca de Chris, al ver que no estaba su atención regreso a Alis. Su mano derecha fue hacia el lado de la cara de Alis para acariciar su mejilla, entonces tomo uno de los mechones que se le habían soltado de su moño y lo metió detrás de su oreja. Entonces se acerco al oído de ella mientras sus labios se estiraban para formar una sonrisa de suficiencia antes de que estos escupieran palabras llenas de veneno.

 

-¿No te lo dije ¨hermanita¨? ¿No te advertí que tu no eres, ni serás suficiente para alguien del estatus de Rick Small? Te advertí que sí el pobre hombre se enteraba de tu lugar de origen desaparecería sin pensárselo dos veces. Ahora que pasó lo que te dije que pasaría, tal vez comiences a escuchar mejor mis consejos. Despierta de una vez. Mi padre solo te reconoció y crío porque le diste lástima, no porque te deseara como hija suya. Solo eres como un viejo ropero u otro mueble que esta ocupando espacio esencial en nuestra casa. Lamento que tuvieras que pasar esto para que lo vieras con los mismos ojos que yo, hermanita.

 

             No podía dar crédito a lo que estaba escuchando. La pobre de Alis solo se quedo ahí escuchando como si fuera una simple estatua, un maniquí sin emoción alguna. Pero note su mano temblar igual que sus labios y sus ojos tan abiertos al comprender que el culpable de que haya sido plantada era nada más y nada menos que su hermano menor. No pude soportar más al idiota con su cara de engreído y su lengua destilando veneno.

 

-¡Oye tú! ¿¡Quién demonios te crees que eres para decir tal sarta de estupideces!? Si no ibas a apoyarla por lo menos podrías haberte evitado el viaje hasta aquí para soltar tu veneno, lo mejor sería que te lo tragaras. Además por lo que veo el quedarte sentado quietecito en una banca te vendría de maravillas ya que con una pierna tan coja no te convendría realizar tantas caminatas por nada.

 

              Eso pareció encender su propia ira ya que había herido su inflado ego y me gusto. Por fin había logrado conocer a un integrante de la familia Gratton por el cual no sentía simpatía alguna por lo que podría insultarlo y golpearlo todo lo que quisiera sin que se me moviera un pelo por remordimiento. Con este tipo mi conciencia se había ido de viaje. Se puso de pie tan rápido como su cuerpo se lo permitió, su cara hecha un lío sin decidirse entre la rabia, la indignación o el orgullo herido. Cuando logro estar totalmente erguido demostrando ser más alto que yo, agacho su cabeza para que su rostro estuviera a una pulgada de distancia estaba tan cerca que incluso podía deducir que o bien no se había cepillado los dientes, o bien había estado comiendo recientemente. Me inclinaba por la opción ¨A¨. Por el rabillo del ojo pude ver como Alis se deslizaba sutilmente de su lugar alternando su mirada entre nosotros y la puerta, comprendí entonces que ella quería escapar de esa habitación. Pero necesitaba una distracción para que Greison no la viera y yo estaba más que encantada en proporcionarle una.




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