Contrato por un día.

Capitulo 28.

 

          

           Pasaron cinco semanas y aún no habíamos tenido noticia alguna de Rick. Era como si la tierra se lo hubiera tragado sin dejar rastro de su persona. Por lo que llegue a imaginar que entonces, todo estaría bien. Qué él no había logrado descubrir mi secreto y mucho menos podría dañar a nadie más que me importara.

 

        ¨Pero que equivocada estuve al creer eso antes de realmente saber lo que se venía.¨

 

          Me resultaba difícil no intentar cuidar de ambos sabiendo que recién habían sido dados de alta. Ver como se empujaban uno al otro mientras reían y se burlaban de ellos mismos era algo hermoso y lindo de ver.

 

-¡Vamos Katylu! ¡Unete a nosotros!

 

            Mis labios subieron en un segundo para dibujar una sonrisa de las que hacía tanto tiempo no había logrado crear. Ver el rostro infantil y maduro de mi hermano junto a un Christopher igual de infantil me daba ternura. Al principio solo me quede ahí parada sin moverme, solo observando a los dos hombres que más amaba en esta tierra y sin poder creer que yo fuera merecedora de tal honor. Entonces Chris se enderezo en toda su altura, abrió sus brazos extendiéndolos hacía adelante en un abrazo que me daba la bienvenida. Mis piernas se movieron sin que me diera cuenta y comencé a correr en su dirección, pase junto a un Daniel atónito y con cara de bobo, el viento en contra chocaba conmigo y hacía que mis ojos lagrimearan. Cuando mi cuerpo choco con Chris, sus brazos se cerraron envolviéndome con delicadeza y firmeza como si tuviera miedo de que fuera a desaparecer. Mi risa era alta y alegre viajando en el viento para hacerle saber al mundo que era realmente feliz en ese momento.

 

-Me gusta cuando haces eso.

 

-¿Cuándo hago que cosa Chris?

 

-Cuando me miras como si fuera lo más valioso en tu vida amor.

 

           Aparte mi rostro de su hombro para verlo a los ojos, la tormenta de emociones estaba instalada en ellos. Mi mano acaricio su mejilla y él se recostó contra ella en busca del calor que esta desprendía.

 

-Hombre tonto. ¿Qué aún no te e dado las señales suficientes? Por supuesto que eres lo más valioso que tengo.

 

-Katherin Dallas…

 

-¿Si?

 

-Te propongo un algo.

 

-¿Qué cosa?

 

-Un nuevo contrato.-me quise apartar pero él no me lo permitió- No es lo que tú piensas, suena pero de lo que sonaba en mi cabeza la verdad. Lo que quiero decir es un ¨Contrato abierto¨. Quiero que seas mi novia sin papeles de por medio, que no sea un trabajo, sin reglas, solo un noviazgo normal, como el de cualquier otra pareja. Te quiero.

 

La emoción burbujeaba en mi vientre y mi cabeza creía que era todo un sueño.

 

-Por supuesto que acepto Christopher.

 

-Ah, ya veo. ¿Así que esas tenemos, no?

 

          La voz de mi hermano me llego desde atrás, aunque en tono de broma ya que él jamás lo admitiría de forma directa, estaba celoso. Me reí mientras que Chris me soltaba para así poder enfrentarme a Daniel. Este estaba parado con las piernas abiertas a la altura de los hombros, sus brazos cruzados y trabados en un intento de lucir sus ¨músculos¨ que nada tenían que hacer comparados con los de Christopher, pero a él le gustaba soñar. ¨Y a mí dejar que lo hiciera.¨ Su cara tenía el ceño fruncido al igual que las esquinas de su boca, pero aún así, sabía que no iba en serio. Él estaba contento con el echo de que al fin hubiera encontrado al hombre correcto. Note un leve movimiento detrás de Dani, una cabellera rubia fresa se acercaba con sigilo y en puntas para que sus pasos no fueran escuchados. Me reí intuyendo lo que ella quería hacer, por lo que enseguida disfrace mi risa con tos para no delatar su presencia.

 

-¿Te parece gracioso? Cuando dijiste que conseguirías a un hombre más alto, fuerte y guapo que yo, creía que lo decías en broma y tenía la confianza de que no lograrías hacerlo. Y ahora, me despierto y descubro que en realidad, mi cuñado cumple con todos esos requisitos. ¿Podrías explicarme como…

 

          Mi hermano no pudo terminar de hablar ya que unos brazos lo envolvieron por detrás sobre los hombros, las manos se entrelazaban por el frente y tomaba impulso para que sus piernas pudieran envolver la cintura de Dani. Al principio él se sobresalto, pero entonces la cabellera de Alis se desparramo como una cascada por su hombro y eso hizo que se relajara. Ella asomo su bello rostro de detrás de la cabeza de Daniel, una sonrisa radiante daba un brillo tierno y dulce a su mirada.

 

-Me dijo un pajarito que había un bello chico celando a su hermosa hermana. ¿A caso hablaban de ti, mor?

 

¨Mor¨ era tan dulce la forma en la que ellos se trataban.

 

-Ah, no princesa. Creo que ese pajarito se equivoco de persona.

 

          Ella intento bajarse de su espalda, pero él la retuvo apretando sus pies con ternura mientras volteaba su rostro para verla a los ojos.

 

-No princesa. Tu te subiste, ahora no te dejare bajar.

 

          Antes de que ella pudiera reprocharle algo, él comenzó a trotar mientras ambos reían alocadamente. Los brazos de Chris estaban rodeándome, su cabeza se acerco junto a la mía y entonces sus labios depositaron un beso en mi mejilla. El calor subió por mi rostro calentándolo.

 

-También amo cuando haces eso. Te sonrojas y eres hermosa cuando lo haces. Bueno, en realidad eres hermosa siempre amor.




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