Contrato por un día.

Capitulo 45.

          3 Meses Después.

 

       

        La mañana estaba soleada y los rayos del sol picaba en mis brazos anunciando que los próximos días serían de calor. Me volteé a ver la puerta del hospital cuando escuché la risa de dos jóvenes. Ambos eran altos, guapos, sexys e inteligentes. Y a ambos los quería pero de diferentes maneras. Los dos Gratton se encaminaron hacia mí con una sonrisa radiante y cualquiera podría decir que esos dos eran un dúo rompe corazones. Me sobresalté cuando una sombra se posó a mi lado, pero al escuchar la voz me tranquilice.

 

-Ambos son guapos. ¿Verdad sobrina?

 

-Hola tía Gwen. Si, tienes razón, ambos lo son.

 

-Bien. Tú ya tienes al mayor, déjame al más pequeño para mí.

 

         Yo la miré horrorizada por lo que acababa de decir.

 

-Tranquila, se lo que él siente por ti, pero estas últimas semanas nos hemos acercado bastante la verdad. Además creo que será una buena forma de que te deje ir. Si bien no lograra olvidarte, te querrá pero de una manera diferente y ya no será ese cachorrito lastimado que es hoy. ¿Qué dices?

 

-Digo que, no podría tener una novia mejor tía.

 

-¿Novia? Yo no quiero ser solo su novia.

 

-Entonces vas muy en serio.

 

-Si, así es. Solo falta qué él se entere de eso. Y entonces seremos una gran familia. Fíjate, los Velator unidos a los Gratton en todos los sentidos. Daniel con Alis, tú con Chris y yo con Greison. Será fantástico.

 

        No me había puesto a pensar en eso pero era verdad. Era como una burla del destino o algo así, todos emparejados entre sí.

 

-Lo que se por seguro es, que será un tanto complicada la presentación de nuestra familia hacia otras personas.

 

        Ambas nos miramos y comenzamos a reír imaginando diferentes escenarios donde deberíamos presentarnos y a nuestras parejas, divisamos las caras que pondrían los demás.

 

-¿De que se ríen tanto bellas damas?

 

          La voz jovial de Grei nos interrumpió y cuando lo mire, en sus ojos vi aquel amor que me tenía, pero también logré divisar que Gwen tenía razón. Ese amor y no era el mismo de antes, de algún modo había cambiado pero seguía siendo amor. En su lugar miro a mi tia del modo en el que solía verme a mi. Y eso me alegro tanto, saber que ahora se tendrían el uno al otro.

 

-¿No te parece que demoraste demasiado en recuperarte Greison Gratton? Ahora me debes mínimo 5 cenas con mis platos favoritos.

 

-Lo siento Gwen, lo hice lo más rápido que…

 

-Estoy bromeando. Estoy muy feliz de que al fin estés aquí.

 

       Y así si más ella se lanzó a sus brazos y le planto un gran beso en los labios. Al principio él se sobresalto por la sorpresa, pero luego se notó que estaba más cómodo con la situación y le devolvió el beso.

 

-Esos podríamos ser tu y yo en este momento, en nuestra casa. ¿No te parece chispita?

 

         El aliento cálido de Chris me llegó por detrás, sus manos rodearon mi cintura e inmediatamente olvide como respirar. Entonces los nervios me invadieron, pero no solo por su presencia, si no por lo que tenía que decirle.

 

-Oye, amor.

 

-¿Sí?

 

-Hay algo que debo decirte.

 

-¿No puede esperar? Ahora debemos ir a reunirnos con mi madre. ¿Recuerdas que tenemos un almuerzo con ella?

 

-Cierto, pero, Jones me dijo que tú mamá salió, fue a Miami por asuntos personales.

 

-¿En serio?

 

-Si.

 

-Vaya, eso es una complicación.

 

         No se en que momento nos habíamos puesto a caminar, pero en cuestión de minutos estábamos parados frente al océano.

 

-¿A qué te refieres con eso?

 

        Christopher miró por en sima de mi cabeza así que seguí su visión y está aterrizó en su hermano.

 

-Pues ni modo hermano. Tendrás que hacerlo ahora. Venga, será menos embarazoso, al menos no estará mamá aquí para abalanzarse sobre ustedes.

 

-En eso tienes razón.

 

        El teléfono de Chris sonó en ese momento y él atendió.

 

-Si, estamos en la playa. Si la que está a unas cuadras del hospital. Bien. Los esperamos.

 

         Cuando colgó me miró y sonrió.

 

-Alis y Daniel vienen en camino. Mejor, no querrán perderse el espectáculo.

 

        Minutos después un Mercedes negro estacionó en la verdad y una alocada y alegré Alis bajó del asiento trasero junto con un Daniel con rostro pálido.

 

-¡Hermanos!

 

-Y ahí viene nuestro huracán.

 

-Hola Alis.

 

-¡Chicos les tengo una noticia!

 

-Alis, espera. Nuestro hermano mayor tiene algo que hacer primero.

 

-¿Qué? ¿Qué cosa?

 

-Si, eso. ¿Qué cosa?

 

         Pregunté igual de desconcertada que Alis. Pero nuestra pregunta se respondió de inmediato cuando Greison y Gwen se pararon junto a Alis y Daniel, mientras que Christopher se agachaba poniendo una rodilla sobre la arena y la otra en una sentadilla. De su bolsillo trasero extrajo una cajita negra y la extendió hacia mí.

 

-Katherin Dallas. Me harías el honor de hacerme el hombre más feliz de la tierra, casando te conmigo.

 

        Entonces abrió la cajita dejando ver un hermoso anillo con un pequeño diamante en forma de lágrima color avellana. Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos mientras que Alisa y Gwen daban grititos de alegría y emoción.




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