Conversación interna de un extraño

Capítulo 6 “Integrantes del segundo equipo”

—Yo diría que es mejor dejarlo así por el momento —dice el yo interior mientras camina por parte de una calle, en medio de varios edificios de más de diez pisos abandonados; es una pequeña porción de una ciudad post-apocalíptica, en medio de un desolado desierto desconocido.

Es el mediodía, con el sol posado sobre las cabezas de los dos personajes que regresan a un edificio en particular.

—¿Lo cambiará luego de terminar la saga, jefe? —pregunta la conciencia mientras camina junto al hombre David Ricardo; el yo interior.

—Lo más seguro; ya después pensaremos en los siguientes proyectos —dice David, llegando al edificio de 15 pisos.

Los primeros 3 están abandonados y olvidados; todavía hay unos cuantos muebles viejos que siguen ahí, oxidándose cada vez más. Del piso 4 hasta la azotea es una historia diferente; cada piso cuidado y con una capa reciente de pintura blanca; hay diferentes tipos de habitaciones que se usan de vez en cuando en esos 11 pisos.

Los dos hombres se aproximan a una puerta blanca en el 4to piso; antes de entrar, David Ricardo pone atención a una puerta negra que está en frente de esa puerta blanca. Se queda pensativo unos momentos, antes de entrar al salón de juntas y al lugar de descanso temporal. Los otros cinco miembros del equipo ya están acomodados en sus sillas correspondientes.

—¿Che vamos a discutir, capo? El otro día nos presentamos cada uno —comenta la anti-conciencia Fiorello Evangelos.

—Pues, como se dijo esa ocasión. Hay que tratar de dar unos cuantos detalles más de los personajes que aparecerán en la saga; todavía no desenredamos por completo la telaraña de hace dos capítulos, aunque solo discutimos unos pocos puntos de esa compleja red; pero eso se verá después. Pronto se revelará un hecho importante en los siguientes capítulos del 4to tomo de la saga, por lo que ciertos personajes se tienen que presentar, igual a como lo hicimos nosotros el otro día.

—¿Entonces ese momento especial ocurrirá hoy? —pregunta Francisco, la memoria, emocionado.

—Sí, así es —responde David Ricardo mostrando una sonrisa, para luego dirigirse con el niño interior, sentado a un lado—. Ricardito, pásame el teléfono.

El niño de 12 años utiliza sus poderes especiales, haciendo aparecer un teléfono fijo. El yo interior hace una llamada, esperando pacientemente a que la otra persona… o ser conteste; luego de una breve plática y varias indicaciones Ricardo cuelga, avisándoles a los demás que solo hay que esperar. Minutos después, alguien toca a la puerta.

—Adelante —dice Ricardo en voz alta.

La puerta se abre dejando pasar a unos invitados especiales.

—¡Orsetta di peluche! —grita Fiorello muy emocionado.

—¡Draghetto di caramello! —exclama Akuris, abrazando fuertemente a su pareja.

Los demás se saludan entre sí, estrechando manos y abrazándose; luego, más sillas son colocadas alrededor de la gran mesa, donde caben bien los siete invitados extras.

—Akuris, será mejor que te sientes en otra silla —le dice Ricardo, notando que se ha sentado en las piernas de su novio Fiorello.

—Pero quiero estar con mi ragazzo —dice ella.

—No me refiero a eso, lo que pasa es que…

‹¡Crash!›

Antes de que el yo-interior diga otra palabra, la silla de Fiorello se rompe completamente, cayéndose ambos seres al suelo.

—La silla plegable no los aguantará a los dos —dice Ricardo con voz desanimada.

Evangelos y Akuris se ríen del incidente mientras que otros les ayudan a conseguir nuevas sillas.

—Son uno para el otro, ¿verdad? —le dice Ricardo a uno de los invitados especiales.

—Sí, uno para el otro —dice Albert Cathal, sentado al lado suyo.

Cuando la silla rota es reemplazada y otra es puesta al lado, Akuris se sienta junto a su novio.

—Muy bien, ahora que todos están presentes, llegó la hora de las presentaciones; un comentario que quería hacer, es que el doctor Friedrich se equivocó en un detalle la vez anterior —dice Ricardo.

—¿En serio? ¿En cuál? —inquiere el cerebelo.

—En el tiempo que llevamos presentes en la saga, compadre Kiko —habla Francisco, explicando más detalladamente—. La vez anterior dijo que nosotros llevamos más tiempo presentes en la saga.

—Pero el que en realidad lleva más tiempo es el gitano Albert Cathal, quien se ha mencionado desde el primer tomo; no estuvo presente en el segundo tomo, pero sí en parte del tercero —añade Ricardo.

—Creo que es mejor empezar con las presentaciones —dice Francisco.

—Muy bien. Empieza tú, compañero. Recuerda que nada de spoilers importantes, nombre, apariencia y edad actual —le dice Ricardo al sujeto de al lado, quien así lo hace.

—Mi nombre es Albert Cathal Montaño Campofregoso y tengo casi 34 años. Soy un gitano humano. Guardián sagrado del universo Píteri.

Ahora todos voltean con otro ser.

—Mi nombre es Yev-Lirn. Un canguro antropomorfo; pero también tengo cuatro alas especiales: las cuatro son de dragón blanco, pero la mitad de cada una está cubierta con plumas blancas. En lugar de mis grandes orejas, tengo otras dos alas de dragón,  igualmente blancas. Tengo más de 2010 años, pero mi apariencia física es de un ser entre 28 o 32 años. Soy el único arcángel que existe en Rómgednar; jefe cuidador del bosque sagrado Keslofp Nífip.




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