Conversations in the Dark

✨Capítulo seis: Preservativos a la orden

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―Ve a hablarle.

Dejo de mirarla para ver el rostro serio y amargado de Ben.

―Ve a hablarle ―insiste. ―¿Piensas hablarle algún día o solo vas a mirarla y cruzar una que otra palabra cuando tropieces por ahí con ella?

―No sé de qué hablas, el humo de la parrilla te debe de haber llegado a la cabeza y para tu información, no estaba mirándola ―miento.

Mirarla es todo lo que he hecho desde que entré por esa puerta y no, no soy un puto psicópata o acosador obsesionado con ella, apenas la conozco. Lo que pasa es que lleva puesta mi sudadera negra, esa que le di cuando la encontré en sujetador en la fiesta de Hillary y no puedo negarlo, se ve jodida e inocentemente sexy con ella. Pero no es eso lo que me hace mirarla como idiota, es la sonrisa en su rostro lo que me tiene absurdamente cautivado. Nunca antes una sonrisa me ha parecido tan atrayente como la de ella.

Joder, ¿en qué me he convertido?

―Deja de babear por ella y ve a hablarle, Jayden, no creo que sea tan difícil.

Ruedo los ojos. Ben es peor que una espinilla en el trasero cuando quiere.

―¿No deberías de estar prestando atención a la parrilla? Puedo oler cómo se quema la carne. Tienes suerte de que Lexie no esté aquí, ya la hubieras espantado con tus pésimos dotes culinarios.

Ben me muestra el dedo corazón antes de prestarle atención a la parrilla y llamar a los demás.

―Es tu oportunidad para hablarle ―dice, encogiéndose de hombros y sonríe burlón. ―¿Tienes miedo de no poder con ella, McGarrett?

―Yo siempre puedo con ellas, cabrón.

Odio admitirlo y me siento como un estúpido por hacerlo, pero esta vez no estoy tan seguro de eso y él lo sabe, por eso sigue teniendo esa estúpida sonrisa de sabelotodo en su fea cara.

―Me caes mejor cuando eres un cabrón serio y amargado.

Se ríe y empieza a servir.

―Como digas, McGarrett, como digas.

Me siento al lado de Josh mientras espero a los demás saludando a Noah con un asentimiento de cabeza cuando se acerca. Sky y él se miran antes de sonreír como el gato de Alicia y se sientan dejando a Nina en medio de ellos, frente a mí.

Ella les dice algo entre dientes antes de mirarme y aprovecho la oportunidad para detallarla. Tiene unos bonitos ojos cafés, un lunar bajo su ojo derecho, las mejillas sonrojadas y un tono rosa en sus labios que le sienta bien, demasiado para mi propio bien. Es preciosa y la palabra queda corta para describirla.

Bajo la vista hacia la sudadera, me mira con una ceja enarcada cuando mis ojos chocan con los suyos.

―¿Esa no es tu sudadera, Jayden? ―escucho a Ben preguntar.

Sé lo que está haciendo, por eso no me molesto en mirarlo. Es un idiota inteligente.

Ambos asentimos.

―Te queda bien, te ves preciosa con ella ―guiño.

Y sexy, muy sexy.

―Lo sé, gracias ―me devuelve el guiño.

La miro sorprendido mientras sonríe con suficiencia. No esperaba para nada esa contestación, la imagen tímida que tenía sobre ella desaparece de mi cabeza y su sonrisa confiada me hace sonreír también. Me mira desafiante y le sigo el juego, incapaz de apartar mi mirada de ella. La reto a que sea ella la primera en apartarla. No lo hace.

―¿Vamos a comer algún día o esperamos a que mi hermana y McGarrett dejen de comerse con la mirada entre ellos para poder empezar?

Nina deja de mirarme apenas las palabras salen de la boca de Avery, se lleva las manos al rostro y sonrío al verla avergonzada.

—Deja de ser tan pesada y pásame la ensalada —Sky le da un zape y estira la mano, esperando.

Avery suelta un bufido, pero lo hace. Miro a Nina una última vez antes de ponerme a hablar con los chicos sobre el último partido de los Lakers.

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―¿Vienes? ―ella niega con la cabeza. Noah me mira. ―No hagas nada raro, McGarrett.

―Nada que yo no haría ―añade Ben.

Asiento rodando los ojos.

Son unos exagerados.

―Usen condón si van a follar.

Sky le lanza un paquete plateado a Nina y esta lo agarra en el aire. Noah le da un zape y Ben ríe, sorprendiéndome, muy pocas veces lo he escuchado reír de verdad. Para ser honesto, no creo haberlo visto nunca tan relajado como hoy.

Para este punto el rostro de Nina podría confundirse fácilmente con un tomate.

―Mete el culo en la piscina, pesada ―dice y le lanza el condón a Sky en la cara.




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