Convertirse en masajista en tres semanas. Manual autodidacta

Sección Primera: Aspectos Médicos de la Práctica del Masaje

Contraindicaciones para realizar un masaje

Antes de realizar un masaje, es importante asegurarse de que la persona no presente ninguna de las siguientes condiciones, ya que podrían representar un riesgo para su salud:

  • Enfermedades infecciosas agudas: Fiebre, resfriados, gripe, o cualquier otra infección activa.
  • Procesos inflamatorios: Inflamación en los tejidos o articulaciones.
  • Heridas abiertas, quemaduras o lesiones en la piel: Incluyendo erupciones, cortes, hematomas recientes o cicatrices no curadas.
  • Trombosis o problemas de coagulación sanguínea: Riesgo de desplazamiento de coágulos.
  • Enfermedades oncológicas: A menos que se tenga autorización médica.
  • Varices severas: Riesgo de empeorar la condición o provocar complicaciones.
  • Hipertensión arterial descontrolada: Masajes pueden alterar la presión arterial.
  • Problemas cardíacos graves: Insuficiencia cardíaca, arritmias o angina de pecho.
  • Embarazo de alto riesgo: Especialmente durante el primer trimestre, a menos que lo apruebe un médico.
  • Osteoporosis avanzada: Riesgo de fracturas.
  • Epilepsia o trastornos neurológicos graves: A menos que lo supervise un profesional de la salud.
  • Estado de intoxicación: Por alcohol o drogas.
  • Alergias a aceites o productos utilizados en el masaje: Verificar previamente los ingredientes.

Siempre se recomienda consultar con un médico antes de realizar un masaje en personas con condiciones médicas específicas o si hay dudas sobre su estado de salud.

Antes de realizar un masaje, es recomendable llevar a cabo un examen médico preliminar del cliente para evitar el empeoramiento de su estado de salud y posibles problemas futuros. Una persona sin formación médica no está capacitada para identificar síntomas de patologías graves.

Por ejemplo, un cliente puede pedirle que le haga un masaje en la zona lumbar, quejándose de un dolor persistente en esa área. Sin embargo, podría no ser consciente de que tiene una inflamación en los riñones. En este caso, el masaje solo agravaría la enfermedad. Sin conocimientos médicos, no podrá determinar con precisión qué enfermedad tiene el cliente. Pero sí puede identificar desviaciones de los parámetros vitales normales y recomendarle que consulte a un médico, evitando así posibles daños accidentales a su salud.

Antes de realizar un masaje, se recomienda evaluar los 4 indicadores vitales principales del cliente:

  1. Temperatura corporal.
  2. Frecuencia cardíaca (pulso).
  3. Presión arterial (PA).
  4. Frecuencia respiratoria.

Una desviación significativa de estos parámetros con respecto a la norma puede ser indicativa de enfermedades agudas o crónicas.




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