Un ataque cardíaco (infarto de miocardio) ocurre cuando el flujo de sangre al corazón se bloquea, lo que puede causar daño grave al músculo cardíaco si no se trata de inmediato. Este protocolo detalla los pasos a seguir para brindar primeros auxilios.
Los síntomas comunes incluyen:
Llamar a emergencias inmediatamente:
Marque el número de emergencias local (como el 112 en España o el 911 en otros países).
Informe claramente los síntomas y la ubicación para que envíen ayuda lo antes posible.
Tranquilizar a la persona:
Ayude a la persona a sentarse en una posición cómoda, preferiblemente semi-reclinada, para reducir la carga sobre el corazón.
Evite que la persona realice esfuerzos físicos o se mueva innecesariamente.
Administrar aspirina (si es seguro hacerlo):
Si la persona no es alérgica y no tiene contraindicación médica, ofrezca una tableta de aspirina (300 mg). La aspirina ayuda a diluir la sangre y reducir el daño al corazón.
Asegúrese de que la persona mastique la aspirina para una absorción más rápida.
Uso de nitroglicerina (si está disponible y recetada):
Si la persona tiene nitroglicerina recetada para problemas cardíacos, ayúdela a tomarla según las instrucciones.
No administre nitroglicerina si no ha sido recetada previamente.
Observe la respiración, el pulso y el estado de conciencia.
Si la persona pierde el conocimiento, evalúe la respiración y el pulso.
Si la persona deja de respirar o no tiene pulso:
Coloque a la persona en una superficie plana y firme.
Inicie compresiones torácicas fuertes y rápidas en el centro del pecho (aproximadamente 100-120 por minuto).
Continúe con las compresiones hasta que llegue ayuda profesional o la persona recupere la respiración.
No permita que la persona continúe con actividades físicas.
No administre alimentos ni bebidas.
No deje sola a la persona en ningún momento.
Una vez que llegue la ayuda médica, informe a los profesionales de todos los pasos realizados y cualquier medicamento administrado. La atención oportuna puede salvar vidas y reducir el daño al corazón.