Hoy....no tenía palabras para describir lo bien que me sentía en este instante.
Seokjin.
Jimin.
Yoongi.
Hoseok.
Namjoon.
Taehyung.
Jungkook.
Los siete se preocuparon por mí. Los siete vinieron a buscarme. Los siete me echaron de menos. Es la primera vez que me había sentido tan unida a ellos, la primera vez en todo mi tiempo en Corea del Sur.
Volvimos en la furgoneta todos juntos. Se había creado un gran silencio, pero no era uno incomodo, se estaba a gusto, todos reunidos, como una pequeña familia. Estaba emocionada, quería saltar de alegría, pero debía contenerme. Tampoco quería espantarlos.
Una vez en la casa, nos estaban esperando la secretaria Minji, el señor Park y... mi padre.
Gran bronca nos caería.
- ¡¿Dónde habéis estado?! – gritó mi padre.
- Lo sentimos se.... – comenzó Namjoon.
- Papá, - interrumpí – ha sido culpa mía, ellos no tienen nada que ver, por favor, todo lo que tengas que decir dímelo a mí.
El suspiró. Los chicos quisieron renegar, pero yo seguí a mi padre, quien me hizo señas para que lo siguiera. Me guio hasta mi cuarto.
- Papá, no grites por favor, te lo explicaré todo. – el me miró y me dejó continuar – Lo que pasó es que echo de menos a la gente de España, la cultura de allí, los familiares... y quería pasar unos días con ellos. Los chicos se enteraron y usaron el vehículo para ir hasta el aeropuerto en mu búsqueda. Siento no haberte dicho nada de esto y perdón por hacer las cosas a escondidas – dije agachando la cabeza, una buena reprimenda.
Volvió a suspirar y puso su mano en mi cabeza en modo de caricia.
- Hija....sé que todo esto puede ser muy agobiante para ti, pero ya sabes que en Corea las cosas funcionan así, hay que ser estrictos y todo tiene que salir perfecto, elegiste una mala fecha para volver a España, puesto que en poco tiempo es tu debut como la octava miembro del grupo. La próxima vez habla conmigo antes de hacer este tipo de cosas, aparte no quiero que hagas un viaje tan grande tu sola si vas con otros pasajeros. – yo suspire, aliviada -. Esta vez no te castigaré por cómo me porté contigo en la celebración. Lo siento mucho por aquello.
Me sorprendí muchísimo. Era la primera vez que escuchaba una disculpa sincera de mi padre. Y aquello era más que suficiente.
- Yo me voy a la empresa, habrá sido una noche larga, así que puedes descansar. – me dio un beso en la cabeza y salió.
Me tumbe en la cama, estaba muerta de sueño, mis ojos se cerraron poco a poco.
Hasta que entré en el mundo de los sueños.
Desperté muy muy tarde, era ya la hora de cenar.
Salí del dormitorio y allí estaban los chicos junto a la secretaria Minji y el señor Park.
- Ven Lee, rápido o se te enfriará la cena – dijo Yoongi golpeando con la palma de la mano la silla que había libre a su lado.
Los chicos me habían hecho una cena de Bienvenida. Bienvenida a mi nueva vida y a la que será mi nueva familia.
- ¡Que aproveche! – grité con todas mis ganas.
Comimos como auténticos gordos, todo este ajetreo nos había dejado hambrientos.
Una vez terminamos el festín, fuimos a los dormitorios para poder descansar, aunque yo decidí salir e ir camino a la empresa para practicar un poco, pues había estado muchísimas horas durmiendo e intentar dormir ahora sería una tarea imposible.
Una vez allí, puse la música.
Ya empezaba a molestar.
Mi pie, notaba como latía.
Nuevamente, me quite los zapatos y practique descalza. Pero justo antes de volver a darle al play, mi teléfono sonó. Era un número desconocido.
- ¿Dónde estás? – dijo una voz que reconocí al instante.
- ¿Namjoon? ¿Cómo conseguiste mi número?
- Se lo pedí al señor Park, necesitamos estar contactados por si algo pasa. Ahora dime, ¿dónde estás? – parecía impaciente.
- En la empresa, ensayando – dije con total normalidad.
- ¿¡Pero tú has visto la hora que es!? – se alteró. No entendía por qué el escándalo.
- ¿Por qué te alteras tanto si solo son las...?¿¡5:58 de la madrugada!? – no sé en qué momento pasó el tiempo. Mi idea era ensayar un par de horas y volver a casa. – Ya voy para allá, hasta luego. – me apresuré.
Colgué.
Corriendo recogí la sudadera que me había quitado, me puse mis zapatos, apague el equipo de música, la luz y cerré la puerta.
Una vez en casa, tuve que enfrentarme a la mirada seria de Namjoon:
- Ve a descansar – dijo este con un semblante serio.
- ¡Voy! - sonreí, lo que provocó que el sonriera también.
Me puse el pijama y me tiré en mi cama, ahora si me había entrado sueño.
Me desperté pronto, eran las 10 de la mañana, había dormido como unas 4 horas, pero me sentía descansada.
Todos estaban sentados en los sofás, los siete chicos, la secretaria Minji y el señor Park. El único que estaba de pie era mi padre.
- Hija, siéntate, tengo una sorpresa para ti. – todos me miraban ilusionados y sonrientes, eso hizo que yo también lo hiciera.
- ¿Qué es? – dije muy emocionada.
- Deberías decir "¿Quién?" – dijo mi padre ilusionado – Traje a alguien de España a quien tú quieres mucho, esta persona domina muy bien el coreano, porque al igual que tú, es mixto. Estará con nosotros un tiempo, es un regalo para que no te sea tan duro todo. Me he dado cuenta de lo que has sufrido por el cambio tan repentino que ha tenido tu vida y quiero ayudarte de algún modo.
Yo sonreí emocionada.
- ¿Quién es? – dije poniéndome de pie e intentando mirar hacia todos lados.
- Ya puedes salir – alguien apareció por el pasillo, era moreno, sus rasgos....
....ya sabía quién era.
Mi cuerpo tembló, mi sonrisa desapareció.
- C-Carlos – tartamudeé.
Él fue mi novio....Mi novio maltratador.
¡Hasta aquí el capítulo de hoy!