Cada vez que los veía juntos, sentía que me moría, lenta y dolorosamente. Él la abrazaba y la acercaba a su cuerpo muy bien tonificado, él era su protector, era el hombre que la hacía sentirse segura. Él y ella se veían tan perfectos con sus lentes de sol, en un clima en el que no eran necesarios. Yo la quería, sentía que ella podía ser mi diosa, sentía que Tayly podía ser la chica más linda de toda la Universidad. Y me moría por ella. Pero ella era una Chica Cool y yo aún no.
Recuerdo que todo comenzó al postular a la universidad. Lo menos que yo quería era estar en una universidad como esa, en donde la mayoría de personas por lo menos tenia un auto y una cuenta en el banco con los “Plus” que les daban sus padres, que era más de lo que yo ganaba en mi empleo en 3 meses. Pero las cosas sucedieron así, porque era una carrera nueva y no había mucho de donde escoger, por no decir que era la única universidad que dictaba el curso. Así que terminé asistiendo a tal lugar, lleno de chicos y chicas más guapos y ricos; de lo que yo hubiera podido imaginar alguna vez.
El día que fui a dar el examen de admisión, la vi bajando del auto de sus padres. Vi un ángel. Su ropa era muy costosa y por supuesto que la había conseguido de alguna tienda de diseñador, porque ese estilo de ropa, no la consigues en un supermercado. Sus ojos eran marrones claros, su piel muy clara como la nieve. Y lo que más me llamó la atención. Su cabello. Era tan negro como el mismo carbón, tan oscuro como la misma noche y parecía modelo de comercial de televisión. Ella era muy hermosa. La mayoría de los chicos que estaban en la cola en la que yo esperaba voltearon también a verla.
Ella avanzó por la cola que formaban las chicas a un costado y se encontró con una de sus amigas, casi cerca de la puerta de ingreso. Su amiga también era muy linda, la abrazó y le dijo que formara delante de ella. Y las dos se pusieron a conversar mientras la cola avanzaba lentamente. Mientras lo hacían, ella se quedó mirándome por unos segundos. ¡Fue una de las ocasiones en la que más nervioso me hallaba!
Una chica guapa mirándome directamente. Yo preocupado por el examen, y por mi aspecto (el cual no era muy bueno en ese momento, ya que me había quedado estudiando toda la noche anterior). Yo no sabía hacia donde ver.
La cola avanzó, yo también lo hice, pero de no ser por una pequeña grieta en el piso todo hubiera ido normal. Tropecé y caí de cara frente a los ojos de todos, inclusive de ella. Todos se quedaron mudos un momento; pero las risas no se hicieron esperar. Y el levantarme tan rápido para disimular que no había pasado nada, no ayudó mucho a que estas cesaran.
Uno de los vigilantes de la puerta me preguntó si estaba bien, y yo le respondí lo más bajo que pude que sí, para que no hicieran tanto escándalo por lo que había ocurrido; al parecer me había dado el golpe de mi vida. Pero él no me escuchó y volvió a preguntar. Así que tuve que responderle con un “¡Sí, estoy bien!” un poco sonoro. La chica se había quedado mirándome todo ese rato. No se había reído, ni nada; más bien, podía notar un rostro de preocupación, en ella. En ese momento, ella entró a la universidad y no la vi más.
Hourglass – Zedd
Llegó el momento de dar el examen. Cuando ingresé al salón, el profesor me señaló un sitio que estaba vacío. Fui a sentarme, y en el escritorio de al lado había un asiento con algunas cosas, como lápices de colores, y unos lapiceros fresa, no les tomé mucha importancia entonces. Escuché algunos gritos unos cuantos asientos detrás de mi. Era una chica que gritaba mucho en un lado del salón, su voz era chillona. Volteé hacia atrás para verla. Tenia el cabello ondulado. Tenia el aspecto de haber salido del colegio hace poco, pero en los pocos minutos que habían pasado, ya había hecho amigos. De pronto, la voz de la chica que había conocido en la puerta, me habló.
- ¿Ella parece muy amigable no? – Yo me quedé con los ojos abiertos! Ella estaba sentada mi lado. Justo en el asiento que estaba vacío hace un momento. ¿En que momento se había sentado allí, sin hacer ningún tipo de ruido con sus pies? – Soy Tayly – Parece que se dio cuenta que me había quedado mudo así que decidió presentarse.
- Nick – Dije sonriendo.
- ¿Estás bien? – Preguntó ella. Yo puse un rostro de preocupación, porque pensé que me estaba sangrando la nariz o algo parecido. Toqué mi nariz y busqué sangre en mis dedos, pero no encontré nada – No, me refería a lo de la mañana, es que te caíste…
- Oh! Sí, estoy bien, no fue nada…
- No te preocupes, todos tenemos días así – dijo ella con una sonrisa – Si no ¿Cómo podríamos tener días buenos, si no tenemos días malos?
- Eh. Tienes razón. Pero espero que este día mejore, porque no quiero que me vaya mal en esto – hice un pequeño circulo con mi dedo, como señalando el lugar.