Capítulo XX

ALEC

     Después de dejar a Nat en su dormitorio, me dirigí al mismo lugar a donde iba todos los jueves por las noches: al salón de mi familia. Entré a mi dormitorio y abrí la puerta de mi librero. Cuando entré al salón ya había alguien adentro. 

—Alec, veo que estás intentando que la pequeña de los Salavert te confíe todos sus secretos. Tú mejor que nadie debería saber que eso no está permitido. 

—Paloma, que gusto ver que sigues espiado a todos. 

—¿Qué te puedo decir? Cuando soy un espíritu de agua, no tengo muchas más cosas que hacer. —Mi hermana después de un trágico accidente, había quedado atrapada en esta escuela como un espíritu de agua. Podía transportarse a todos lados y sólo puede ser vista en algunos lugares. La fuente del salón de mi familia permitía que la pudiera ver dentro de este. 

Me acerqué a ella y le besé la mejilla. 

—Sabes que conmigo no tienes que ponerte la imagen de directora ¿verdad? No necesitas aparentar los cuarenta cuando apenas cumples los veinte. 

—Qué te digo, las personas me tratan con más seriedad cuando aparento ser más grande. Al parecer les da a mis opiniones más validez por la experiencia de los años. 

—A veces eres demasiado rara, creo que te empieza a afectar el no poder hablar con nadie de tu edad—digo riendo.

—Tú eres de mi edad pequeño hermano. 

—Técnicamente soy por tres minutos mayor que tú. 

—Tecnicismos. Al fin y al cabo, sé más que tú. 

—Sobre eso... necesito preguntarte algo.

—Alec pregunta, pero sabes que hay algunas cosas que no puedo responder. Puedo ser la directora de Coral de Fuego y tu hermana, pero los alumnos y sus padres confían en mi confidencialidad. 

—Es sobre Nat. Hoy cuando estábamos en el lago no pudo crear una esfera como todos los demás, sólo pudo hacerlo hasta que replicó mi talento. 

—Nat tiene un talento muy interesante. Uno que divide en tres sus capacidades. Ella no sabe de lo que es capaz, pero sabe que toda su familia le teme a lo que pueda llegar a hacer. Es esperado que tema dejar a su talento salir a la luz por miedo a lo que pueda ocasionar. 

—Entonces ¿su bloqueo es debido al miedo?

—Si Alec, pero la próxima vez que replique un talento completo, en especial el tuyo, tienes que estar ahí. Ella esta acostumbrada a replicar solo fragmentos. Hoy cuando replicó tu talento, fue demasiada energía corriendo por ella y todavía no está preparada para eso. Si tu no hubieras estado ahí, ella podría haber muerto. 

—Mencionó algo acerca de un accidente cuando replicó el talento de Will. ¿Sabes algo acerca de eso?

—Cuando Nat cumplió los siete años Max, Will y ella quisieron ver que sucedía si creaban dos portales ubicados en el mismo lugar. Leyeron en un libro que podían regresar en el tiempo, pero claramente se necesitaba de dos personas diferentes para realizar cada portal. Nat se equilibró con Max y juntos replicaron el talento de Will. Crearon los dos portales, pero antes de poder usarlos Nat colapsó. Entro en coma y cuando despertó nadie pudo explicar la razón. Lo único que ella pudo decir fue que sintió como toda la energía salió de ella. Dijo que cuando replicaba, el talento del otro se adhería a ella como una segunda piel, y al este salir, sin ella permitirlo fue como si parte de su ser la abandonara repentinamente. Sus padres decidieron que el estado de coma había sido un mecanismo de defensa de su cuerpo para recuperarse. Al parecer, su cuerpo rechaza toda réplica de talento completo que tiene la capacidad de contrarrestar su propio. 

—Hoy rechazó mi talento. ¿Pudo ser únicamente la cantidad de energía no es cierto? El talento de Will también tiene demasiada carga. 

—Puede ser, pero yo sólo sé lo que sus hermanos y ella saben o creen que saben. Nada más. 

—Gracias Pal —mi hermana siempre había sido mi mejor amiga. Es en la única en la que sé que puedo confiar completamente, y por alguna extraña razón mi relación con ella había mejorado desde el accidente. Probablemente fue porque ya no teníamos la presión de ser los hermanos perfectos que habíamos sido siempre. O simple y sencillamente al yo ser la única persona que realmente sabía lo que le había sucedido, nos habíamos acercado más— ¿alguna novedad de nuestros padres?

—Sabes que no pueden verme. No sería bueno para la familia. 

—Pero de todos modos los puedes escuchar cuando entran al salón familiar ¿no es así? 

—Hace mucho tiempo que no entran. Cuando dejaste de hablarles se alejaron del mundo de las familias lo más que pudieron. Hace años que no sé nada. Ya deberías dejar de pregúntame por ellos. 

—Les dejé de hablar porque no me gustaba mentirles a la cara pretendiendo que habías muerto.

—Lo sé Alec, pero también deberías de haber mantenido contacto con ellos. Ahora más que nunca nos sería útil saber cuantos quedan de cada familia. Y teniendo en cuenta que de la nuestra sólo quedábamos nosotros cuatro hace algunos años, nos serviría saber si hoy en día sólo quedamos tú y yo, o mejor dicho, sólo tú. 

—Acerca de eso... ¿qué ha pasado últimamente con los cazadores? ¿se tiene noticias de su paradero?

—Me temo que no. Pero sé que su objetivo ya no son sólo los de tercera generación. Han empezado a matar a las familias completas, inclusive a los de raíces extintas —los de raíces extintas eran aquellas personas que, aunque en ellas llevaban el apellido de la familia, la sangre que nos hacía diferentes había dejado de fluir en ellos—. La lista de las familias muertas ya no sólo incluye a la familia Silva; los Voss y los Yamada también han sido acabados. 

—¿Sabes cuál es su siguiente objetivo?

—Se cree que los siguientes son los Vogel. Pero sus hijos están en el internado. Así que por los menos ellos están a salvo. 

—¿Isabel sabe que su familia es la siguiente?

—No, y me gustaría que siguiera siendo así. No tenemos porqué levantar el pánico entre nuestros estudiantes.