Coral de Fuego

Capítulo XLII

ALEC

     El día anterior había sido un contratiempo que lamentablemente, Will y yo habíamos previsto y por cuestiones del momento y distracciones, no habíamos tomado las suficientes precauciones para evitarlo. Los cazadores habían conseguido encontrarnos, y aunque lo teníamos pronosticado, se nos habían adelantado y encontrado antes de lo esperado. El documento cada vez se volvía más corto, cada vez más nombres eran eliminados. 

Los dispositivos para afectar los talentos nos habían tomado desprevenidos. Era de esperarse que las técnicas de caza a las familia hubieran mejorado si el documento se reducía con rapidez; y aunque habíamos podido escapar, no era un riesgo que estábamos dispuestos a volver a correr. 

Cuando dejamos el Internado pensamos nos habíamos deshecho de las amenazas de la Orden de Angerona, mas la última vez que había hablado con mi hermana, me había informado que chicos del Internado, habían seguido recibiendo las cartas ya estando en sus casas. Esta tal Orden no solo sabía los apellidos pero sabía donde encontrarlos. 

La última semana antes de dejar el Internado, Will y yo habíamos estado investigando la Orden. Buscamos en los libros acerca de la diosa Angerona. Analizamos las familias para ver si alguien tenia una relación con ella. Checamos los patrones de ataque, las amenazas, y ninguna estaba relacionada con alguna familia o era mencionada en algún libro. La Orden era una farsa, una farsa real y existente. El nombre era una pantalla para algo mayor, y según mis sospechas, tenía que ser una rama del documento, una manera de volvernos los unos contra los otros. Una manera bastante efectiva de hacer que las familias se extingan entre ellas. 

Will y yo habíamos acordado en no involucrar ni informar a los demás de cosas que sólo los preocuparía o los pondría en riesgo, y por eso, ahora, me encontraba con Will buscando una alternativa más efectiva de ocultarnos de los cazadores. 

—No podemos seguir usando la poción de neblina—estableció Will— uno, fue efectivo para los vecinos, pero no distrajo a los cazadores, nos encontraron con igual rapidez. Y dos, los gemelos, Val e Isa llevan tomándola bastante tiempo. Es cuestión de días para que los empiece a intoxicar o deje de funcionar en ellos. 

—Eso lo sabemos desde hace tiempo, era una solución que sabíamos sería temporal. Pero aun no hemos encontrado otra alternativa. 

—Esa es la cuestión, si seguimos usándola, los intoxicará y enfermarán. Los debilitará y no podemos darnos el lujo de estar débiles. Nat ya de por sí, está débil compartiendo su energía contigo y con Max—saber que tenía razón me hizo retorcer—, no es queja, pero si debemos encontrar una solución rápida a eso—complementó Will. 

—Sabemos lo que tenemos que hacer, pero no estoy dispuesto a forzar a Nat en algo que sé puede terminar su vida como la conoce, la relación con Max que ella tanto valora. No haremos la ceremonia de transfusión de energía hasta que ella la pida, yo no pienso presionarla. 

—Tú, Max y yo sabemos que esa es la única manera en la que podrá sobrevivir. 

—Pero es una decisión que aunque me mate querer hacer por ella, no haré. 

—Está bien, pero por lo menos deberías hablarlo con ella. Necesitamos que todos tengan sus fuerzas. 

—Me parece hoy Val piensa enseñarle a Nat a usar el agua a su favor. Fuera de eso, creo tenemos que establecer unas reglas extras por seguridad. 

—¿Cuáles propones?

—Primera, ninguna niña sale sin un acompañante. Dos, ninguno sale con una persona de su mismo tipo de talento; no queremos nos pase lo mismo que en Suiza. Tres, tenemos que decirles algo para que nos ayuden a buscar alternativas a la poción de neblina. 

—No serviría de nada, no tenemos acceso a los salones, Val no es de las trece familias.

—Pero Isa sabe bastante de ellas. Tal vez haya escuchado de otra manera de entrar a los salones o algo. No podemos solo ocultárselos. 

—Supongo que no. 

***

Encontramos a las niñas en el muelle jugando con las olas. Val y Nati domándolas y creándolas, mientras Isa creaba tormentas miniatura sobre el mar. Ver cómo las niñas eran capaces de jugar con el agua, hacerla levantarse a su antojo y hacerla brillar por momentos, era algo que parecía una ilusión. Era realmente mágico. 

Una ola comenzó a elevarse sobre sus cabezas, se curveó y soltó destellos brillantes. 

—Bien, ahora no pierdas concentración— decía Val— imagina como poco a poco regresa a su lugar, como retrocede y cae nuevamente en el mar— la ola empezó a temblar y a crecer aún más—Nat, que regrese a su lugar—exigió Val, la ola seguía creciendo y ahora también bajaba su altura—Nat—la ola calló en sobre sus cabezas empapándolas y las tres comenzaron a reírse. 

—Que buen chapuzón se han dado—digo llamando su atención. 

Nati gira y su mirada se encuentra con la mía. Y aunque pareciera imposible, su sonrisa crece aún más. 

—¿Qué hacen aquí? —pregunta Val— pensé estaban ocupados en el despacho. 

—Lo estábamos—contesto por Will y por mi— pero justo queríamos hablar con Isa un momentito si no les molesta—las chicas se miraron las unas a las otras y regresaron su mirada a mi. Nati parecía confundida, pero le sonreí para tranquilizarla. Isa no parecía sorprendida. Le dio un ligero apretón en el brazo a Nati y comenzó a caminar hacia nosotros aún empapada por el agua. 

—Si, voy con ustedes—nos dijo Isa—. Ustedes quédense a seguir practicando— continuó para sus amigas. 

—De hecho—interviene Will—seria bueno entraran a secarse, ya va a ser hora de la comida.

Esperamos a Isa y nos dirigimos con Will de regreso al despacho. 

***

—Por favor díganme que todo con mis hermanos esta bien—nos detiene Isa a medio camino— siento que están bien, pero sus caras parecen decir todo lo contrario—Will le da una sonrisa tranquilizadora e inmediatamente Isa se relaja. Definitivamente tengo que preguntarle que le pasa con Isa. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.