Coral de Fuego

Capítulo XLIII

NAT

Estábamos Max, Val y yo sentados en la barra de la cocina cuando Will, Alec e Isa salieron del despacho. Mi hermano y Alec serios, Isa con una pequeña pero traviesa sonrisa en sus labios. 

     —Terminen de comer que salimos de fiesta—nos indica mi amiga. 

     —¿Qué? —decimos incrédulos.

     —Pensé aquí tendríamos que pasar desapercibidos—comenté.

     —Y así es—Isa se coloca entre Val y yo— ¿qué mejor manera de pasar desapercibidos que asistiendo a una fiesta?

     —¿Podemos saber qué está pasando? —pregunta Max.

     —Es hora de que lo sepan—declara mi hermano—aunque la mayoría está claro ya saben—dice observando a mi amiga seriamente. Rayos. Saben que los estuvimos espiando. ¿Acaso Isa les dijo?

     —Isa nos lo dijo pero porque tenía razón en algo, es necesario que sepan que ocurre ya que involucra sus vidas también— empieza Alec como si me hubiese leído la mente, aunque tal vez lo haya hecho, realmente tengo que averiguar cuanto se parece esta conexión que tengo con él y la que tengo con Max. No es práctico no saber si sabe siempre lo que estoy pensando— hoy iremos a una fiesta que organiza uno de los chicos que perteneció a nuestra generación en el Internado. Tenemos que revisar unas cosas con él. Salimos antes de la puesta del sol—declara Alec.

***

Estoy en mi habitación cuando Alec por fin entra. Por dios, tengo tantas cosas que hablar con él. Para empezar, ahora que ha salido a la luz que hemos estado espiando todas las conversaciones entre Will y él, tengo que saber porque era que realmente nos las estaban ocultando, no es como que me crea la pavada de que no querían preocuparnos. Y luego estaba el tema de la ceremonia de transfusión de energías. Agradezco mucho que él se niegue a tomar la decisión por mi y que de hecho defienda eso ante mi hermano mayor, pero deberíamos poder hablarlo. Tiene razón en que aun no estoy lista para hacerlo; conozco los riesgos que la ceremonia conlleva para mi relación con Max, pero más que nada, después de haber leído tantos grimorios, sé que en el momento en el que me fusione con el Lux Aurea, él tendrá tanto control como yo lo tendré de cada hechizo, encantamiento y réplica que haga. Me podrá parar si así lo desea, podrá forzarme a hacer cosas que incuso no quiera. Y no es que no confíe en él para protegerme o crea que vaya a utilizarme por mi talento; no confío en que si cree que estoy en peligro me neutralice. Y eso lamentablemente es algo que hoy por hoy no estoy dispuesta a dar, un control directo sobre mi y sobre mis habilidades. 

***

     —Tenemos que hablar— sus ojos se encuentran con los míos en un tono que declara seriedad. 

     —¿De qué exactamente? —responde sin mucha alegría— has sabido todo lo que decíamos Will y yo ¿Por cuánto tiempo?

     —No el suficiente—declaro—. Me sigues ocultando cosas, y se supone deberíamos poder confiar el uno en el otro. 

     —No es fácil hacerlo. 

     —No confías en mi. Eso es lo que pasa. 

     —Nat, no confundas las cosas— se exaspera—las cosas que no te digo son por tu bien.

     —¿Y las que no discutes conmigo? —pregunto refiriéndome a la transfusión de energía. Él ríe. 

     —¿Enserio? ¿Quieres de hablar de eso ahora? 

     —No entiendo por que no. 

     —Okey Nat, ¿Cuándo piensas que hagamos la ceremonia? Ambos sabemos que no puedes sobrevivir sin ella y apenas tienes suficiente energía hoy por hoy compartiéndola con Max y conmigo. 

     —Sabes que no es tan sencillo. 

     —En efecto Nat, la confianza va a ambos sentidos. Tiene que ser reciproca para que pueda funcionar. 

     —Es diferente— digo acercándome a él— lo mío es una decisión que aún no estoy lista para tomar. Lo tuyo es falta de comunicación hacia tu novia y amigos sobre algo que afecta la vida de todos. 

     —Tu decisión afecta mi vida—me toma por la cintura acercando mi cuerpo al suyo. 

     —Mi decisión solamente te hará más poderoso, y conectará a mi. Y si no, tu vida seguirá como siempre estuvo— lo intento separar de mi empujándolo por el pecho. 

     —Tu decisión afecta mi vida porque sin ella, tu vida corre peligro, y no te pienso perder—su mirada conecta con la mía otra vez, esta vez toma mi mentón entre sus manos para prohibirme dejar de mirarlo— Nat, no te voy a perder. Así que ni siquiera lo intentes—junta mis labios con los suyos y me besa con todo el enojo y frustración de nuestra última conversación. 

Mis manos se enredan en su pelo acercándolo más a mi. Sus manos pasan de estar en mi cintura a ir bajando poco a poco a mi espalda más baja. Llegan a mis muslos y me fuerzan a enredar mis piernas alrededor de su cintura. Sus labios nunca se separan de los míos y empiezo a sentir como nos movemos en la habitación. Me acuesta en la cama y toma lugar entre mis piernas. Sus labios empiezan a bajar por mi cuello y me dan cosquillas. No lo puedo evitar, me río.

  

DAMN. Eso pasó... regresa la próxima semana!!

with love, Ocean Light 🩶




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