Thalassa – Presente
La verdad siempre tenía una forma de encontrarte, sin importar lo que hicieras.
Y esa noche, en lo más profundo del refugio, Thalassa la encontró.
Había regresado.
Pero no a su lugar.
No al agua.
Había vuelto a él.
A Lyrian.
Y a lo que ninguno de los dos podía ya evitar.
—¿Por qué no me dijiste? —preguntó, su voz más fría de lo que deseaba.
Lyrian se detuvo.
Sus ojos dorados, que antes parecían tan seguros, ahora reflejaban algo más.
Algo que ella reconoció.
Miedo.
—Pensé que lo sabías —respondió él, su voz baja, tensa—. Pensé que lo sabías desde el principio.
Thalassa lo miró con desdén.
La rabia la invadió.
Todo lo que había estado oculto dentro de ella, esperando ser liberado, ahora estallaba en llamas.
—¡¿Desde el principio?!
—¿Sabías que eras una maldita mentira desde que me tocaste?
—¿Sabías que toda esta guerra que estamos librando… es porque no te atreves a enfrentar tus demonios?
Lyrian dio un paso hacia ella.
El espacio entre ellos se hizo más pequeño, pero la distancia emocional… era un abismo.
—No me hagas esto, Thalassa.
—No ahora.
—¡Sí!
—¡Ahora!
—Ahora que te conozco.
—Ahora que sé que has jugado conmigo, con el refugio, con todos.
—Y aún así… me sigues mirando como si tuviera que perdonarte todo. Como si… como si esto fuera un puto juego.
Él la tomó por los hombros, sacudiéndola suavemente.
—No me hagas creer que solo soy una mentira para ti.
—No te hagas creer que te he traicionado.
—Te he querido desde el momento en que te vi, Thalassa.
—Y si te duele, es porque no lo entiendes.
—Si me odiarás por eso, entonces que así sea. Pero no me odies por amarte.
Las palabras se quedaron suspendidas entre ellos, cortantes, pesadas.
Thalassa lo miró, sin palabras.
Y cuando su respiración finalmente se calmó…
se acercó.
Su beso fue brutal.
No de amor.
Sino de desesperación.
Y cuando se separaron, el silencio se tragó lo que quedaba de ambos.
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El mar – Desde lo profundo
Algo había despertado, y no solo entre ellos.
La criatura que había observado desde las sombras comenzó a moverse.
“El amor los ha consumido,
y ahora, ellos serán el sacrificio que esperé.”