Corazón Abismal: Fuego bajo el agua

CAPÍTULO 14 – Lo que se sacrifica por amor

Thalassa – Presente

El refugio estaba en ruinas.

No físicamente.
Pero el aire estaba denso.
La tensión, palpable.
Y las sombras, más cerca de lo que jamás había imaginado.

La criatura estaba dentro.
Y aunque no la veía, podía sentirla.
Podía sentir cómo el abismo se deslizaba bajo sus pies.

—¿Estás lista para enfrentarlo? —preguntó Lyrian, rompiendo el silencio.

Ella lo miró, con el corazón en la garganta.

—No tengo elección.
—Ni tú.

La distancia entre ellos crecía, y eso la aterraba más que cualquier monstruo.
Ella lo quería.
Eso no era un secreto.
Pero amarlo significaba algo más.

Era una sentencia.

---

Lyrian – Presente

Él no podía mentir.
Ni a ella.
Ni a sí mismo.

Sabía que el final estaba cerca.
Pero lo que no sabía era si podría dejarla ir cuando todo terminara.

Las palabras se quedaban atoradas en su garganta, mientras observaba a Thalassa preparándose para lo que vendría.
Esa fuerza…
Esa determinación.

¿Por qué no puedo ser suficiente para ti?

Pero no podía decírselo.
No podía añadir más peso sobre sus hombros.

En su lugar, hizo lo que siempre hacía:
Se quedó callado.

Y cuando la criatura finalmente apareció, con su cuerpo cubierto de agua negra y ojos dorados, no hubo miedo.
Solo preparación.

Thalassa había dejado de temerle al mar.
Ahora, temía lo que estaba dentro de ella.

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La batalla – El refugio

La criatura emergió en el centro de la sala.
Enorme.
Oscura.

Los híbridos y sirenas estaban preparados, pero la energía del lugar se desvaneció en el aire.

“Esto es lo que me pertenece.
Y todo lo que toquen, lo destruiré.”

Lyrian fue el primero en moverse, atacando con rapidez, pero la criatura lo esquivó, lanzando un golpe de energía oscura.

Thalassa cantó.
El sonido fue grave, bajo, potente.

Pero no era suficiente.
El abismo los estaba arrastrando.

Y entonces, ella lo sintió.
Esa punzada de desesperación.
Ese temor antiguo que había guardado bajo llave.

La decisión

—¡Lyrian! —gritó.

Él la miró, confundido.

—¡Nos vamos!
—¡Ahora!

Pero en ese momento, ella supo que era tarde.
El enemigo ya había marcado su destino.

Y el precio de todo lo que habían sido…
sería el sacrificio de sus almas.
No en la batalla.
Sino en el amor que aún guardaban.

Thalassa miró a Lyrian una última vez antes de lanzarse hacia la criatura.
Con su canto, con su alma, se entregó al abismo.

Pero, en su último suspiro… la oscuridad no la alcanzó.
Fue él quien la detuvo.

Lyrian estaba a su lado.
Con una daga en mano, atravesando la criatura, uniendo sus destinos.

Juntos.

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Desde el abismo – Un cambio

La criatura se deshizo, como agua derramada en la tierra.

Pero una voz resonó en las mentes de ambos.

“El equilibrio ha sido restaurado… pero lo que empieza en sacrificio, termina en ruina.”




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