Corazón Blanco

Prólogo

 

El Bosque esa noche estaba en silencio, todos sabían que una guerra estaba por aproximarse, una donde probablemente nadie saldría con vida. O eso creían muchos.

Una mujer cubierta con una capucha, corría con algo entre sus brazos, necesitaba llegar a aquel puente. Pronto escucho que la seguían, ya había entrado en su territorio, tenia que correr más rápido o no llegaría y esas criaturas la agarrarían impidiendo su propósito.

A lo lejos pudo ver el puente, pero también las criaturas se estaban acercando a ella, lo único que hacía era rogar por llegar. Las criaturas aparecieron frente, haciendo que parara de golpe.

—Da la vuelta y vete —dijo una criatura y las demás la comenzaron a rodear.

—Necesito ver a su Líder —dijo la mujer, haciendo que las criaturas rieran.

—Un Demonio no es Bienvenido aquí —dijo acercándose a ella.

—Ya lo veremos —dijo ella y de un salto los paso, en cuanto toco el suelo, corrió nuevamente, esa ha la sido una buena distracción.

Las criaturas corrieron atrás de ella tenían que impedir que ese demonio llegara a aquel puente, si su líder se entera que ella estaba ahí, los castigaría, como aquel día, cuando la pareja del líder escapó de ellos. Fue el día más gris y sombrío de su líder y desde entonces se volvió un tirano, volvió a casarse, pero nada fue igual.

Ella logró llegar al puente y todo se iluminó. Era ella. Esa demonio era la antigua pareja de su líder, su capucha cayo dejando ver su rostro.

—Necesito ver a Ethan —dijo, a lo que uno de ellos corrió así el castillo.

—Señora ¿Por que se fue?—le preguntó otro, a lo que ella suspiró.

—Era necesario, si no lo hacia, él los mataría —dijo ella.

—¿Quien?

—Mi padre —contesto ella, haciendo que todos guardarán silencio, hasta que ella sintió su presencia.

—Evelyn —dijeron a sus espaldas, ella volteó para ver al hombre qué siempre había amado, detrás de el vio a sus escoltas.

—Ethan necesitó tu ayuda —dijo acercándose a él.

—¿Que haces aquí? —le preguntó él, tratando de sonar indiferente, pero no podía evitar sentirse así, era su pareja de vida, a la cuál amaría por el resto de su vida. Algo llamo su atención y era ese bulto que traía entre sus brazos.

—Te lo suplicó Ethan, protegela y educala como si fuera tu hija —dijo entregándole el pequeño bulto, él lo tomo un tanto sorprendido —Por nada del mundo dejes que mi padre se acerque a ella —dijo derramando lágrimas, quito lo que tapaba a la bebé y acercó su mano a la cabeza de la niña —Te quiero princesa —dijo ella y de su mano salio una aura roja y cubrió a la bebé.

—¿Evelyn? —pregunto Ethan, ella le dio un beso a la bebé y alzo su vista hacia él, al único hombre qué siempre ha amado —¿Por que lo hiciste?—le preguntó él en susurro.

—Te amo Ethan, todo tiene una explicación —le dijo ella, se acercó a él y lo besó, cuándo se separo, comenzó a alejarse.

—Evelyn —le habló, pero ella solo sonrió con tristeza y se dio la vuelta para irse.

Pero un estruendo los detuvo en seco, era el padre de Evelyn, las había seguido. Al instante tres clones de Evelyn aparecieron, tenia que alejarlo de ahí.

—Cuidala Ethan.

—¡Evelyn! —grito él, pero ella ya se había ido.

—Alfa, tiene que regresar, aquí no es seguro —dijo su beta, la pequeña que tenia en sus brazos se removió, el fijo su vista y ella abrió sus ojos dejándolo sorprendido.

—Evelyn—dijo él sorprendido y la pequeña sonrió, era idéntica a Evelyn.

—Alfa—le hablaron y el miro a sus guardias.

—Busquen a Evelyn—dijo él y se dio vuelta para irse a su castillo.

Mas tarde sus guardias le dieron la trágica noticia que Evelyn había muerto, dejando a su hija con él.

—Reunan al Reino y arreglen a la bebé, daré un anunció —dijo él y todos asintieron. La esposa del Alfa entro algo extrañada por la presencia de la bebé.

—¿Y esa bebé? —le preguntó sería, a lo que él solo la miro indiferente.

—Es mi hija y a partir de ahora se quedará a vivir conmigo —le dijo él, a lo que ella negó.

—¡Esa bastarda no se quedará aquí! Si tu no la sacas de aquí, lo haré yo misma —le gritó ella a lo que él, camino hacia ella, la tomo del cuello y estampo contra la pared.

—Tu aquí no eres nada —le gruño —Y si te atreves a hacerle algo a mi hija, te mataré —le dijo liberándola —Vete y prepara a mis hijos para que conozcan a su hermana.

Dos sirvientas entraron con la bebé ya cambiada y se la entregaron a Ethan y él sonrió.

—Estas hermosa, eres idéntica a tu madre pequeña Evelyn —le dijo él y la bebé sonrió mientras manoteaba.

Dos horas después El Reino estaba reunido, El Rey comenzó a dar varias ordenes, hasta  la bebé río y el fijo su vista en ella.

—También quiero presentarles a mi hija —dijo dejando a todos sorprendidos, el sonrió y cargó a la niña —Reino de las Cuatro estaciones, les presentó a su princesa, Evelyn Montecarlo —dijo y todos comenzaron a aplaudir.

El Reino se regocijo al ver a su nueva princesa, la cuál hacia sonreír a su Rey.

En cuanto entraron nuevamente al castillo los hijos del Rey se acercaron a cuestionarlo.

—¿Es nuestra hermana? —preguntó Jack, el mayor de los tres solo por unos minutos, el Alfa había tenido trillisos.

—Asi es—les dijo sentándose en un mueble con la bebé, que ya estaba dormida.

—¿Tambien es Hija de Cristal? —preguntó Jhon, el mas chico de los tres, refiriéndose a su Madre.

—No, ella no es su Hija— dijo y Corin el segundo de los tres, se acerco para ver a la bebé.

—¿Se llama Evelyn?—le preguntó Corin y el alfa asintió, Corin dejo de ver a la bebé y miro a su padre —Ella es hija de tu pareja de vida ¿Verdad papá? —le preguntó a lo qué Ethan solo suspiró y asintió.

—Evelyn se llama como su mamá, ya que se parecen mucho, tendrán que cuidarla y protegerla, ustedes seran sus hermanos mayores —les dijo y ellos asintieron.

—No te preocupes papá, cuidaremos de nuestro pequeña hermana —dijo Jack, haciendo sonreír a su padre.




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