Corazón de diamante

¿Extraños o conocidos?

Cuando terminó la clase ambas salieron del aula, Alis solo traía garafiteado planas de hojas que cuando dictaron no escribió nada, la mayor parte escribia o redactaba con su magia pero no la estaba usando.

Mientras bajaban gradas Ruth le dice.

— Tienes suerte de que el instituto esté en modificaciones, sabes a inicios de años hubo un incendio dónde la parte de documentos de los nombres de los estudiantes que estudian aquí quedó borrada y además se asoció con otro institución, yo creo que por eso no te dijeron si eras nueva.

— Supongo que si. —dijo Alis aún distraída por los dos jóvenes que se los cruzó en el pasillo.

— ¡Esto es increíble aún no me lo puedo creer que seas un hada! — dijo emocionada, incluso le tocó el hombro para ver si no estaba soñando

— Silencio, no lo grites.. — Alis advirtió mirando si nadie más escuchó

— Perdón, la emoción, sabes no puedo llegar a casa y que me enseñes tu magia. — dijo en voz baja pero con una sonrisa

— Bueno cuando estemos ahí te lo enseño, aunque no creo que sea mucho, porque la verdad no me siento con mucha energía

A la salida del instituto estaba esperando Martha la mamá de Ruth, se acercó y le dió un beso en la mejilla como saludo. Alis solo se limitó a ver acordándose de Dan que le dijo que era una manera de demostrar cariño.

— Hola hija, ¿Cómo estuvo tus clases?. — luego quiso saludar de la misma manera a Alis pero ella se hizo atrás, como un animalito arisco.

— Lo siento no estoy acostumbrada.. — expresó con calma

— Bien mamá, Alis y yo estuvimos en la clase vieras como escribe es tan.. diferente.

— Bueno me cuentas en camino llevo prisa, debo ir a la lavandería a recoger cosas, vamos rápido.

Caminaban hacia el auto de Martha pero Alis no caminaba

—Vienes con nosotras Alis.. — se volteó al ver que Alis no avanzaba

— No.. yo, debo hacer algo, voy luego.. — dijo pensando en que iba descubrir quienes eran los chicos. — se cómo volver.

Agregó y luego dió un paso atrás.

—okey.. — Asintió Martha y se fue con Ruth.

Mientras tanto Alis buscaba con la mirada a los jóvenes que se los topó en el pasillo por un momento olvidó que estaba en ese mundo por el diamante, no los pudo ver a simple vista, caminó un poco buscando alrededor apesar de que sentía un dolor en las piernas, por no caminar continuó en su Reyno.

— ¿Dónde estarán?

Dijo mientras buscaba pero no había, sería sencillo si utilizará las alas pero eso delataría quien era, se limitó a no usarla luego de pensar un rato sr dió cuenta que podía buscar atraves del aura, se concentró a ver los colores del aura cerrando los ojos, respiró profundo y los encontró, estaban al otro lado del instituto notó que aparte del que tenía el aura distinto el otro poseía el aura de un noble semejante al de su madre.

Alis se dió prisa para alcanzarlo, cada paso hacía que sus plantas del pie doliera, lo ignoró, eso era mas importante, ademas ya estaba aguantando el dolor de sus alas y orejas no variaba otro más, los alcanzó

— ¡Alto! Esperen.. — dijo jadeante por el esfuerzo pero estaba delante de ellos, parecían serios.

— ¿Quién eres? . — dijo el de cabello negro oscuro mirándola serío y extraño por esa interrupción pero notó que también no era humana esa jóven pero no parecía a algo que conociera.

—Veran.. quiero conversar con ustedes..

Ambos fruncieron el ceño intentando analizar que era lo que quería decir.

— Quiero hablarles de Reyno de Sion... Creo que de allí vienen ¿No?

— No se de lo que hablas.. — respondió el plateado de forma indiferente y seco

— Claro que si lo saben, son Alados ¿Verdad? Yo también.. un hada.— dijo en un pequeño susurro.

Los dos se miraron confundidos por tal revelación, si lo que veían era una apariencia humana y su aura dorada, se miraron entre si como si confirmarán en hablar con ella.

— Vale, está bien.. pero vamos a otro lado. — dijo el plateado.

— Okey. — Alis estaba feliz que hayan aceptado pero cuando comenzaron a caminar cuadras sin decir nada.

— ¿falta mucho? La verdad que mis pies me están matando no suelo caminar.

Solo la miraron, pero Alis siguió hablando con quejas

— Enserio, mis pies me duelen porque no dicen cuánto falta.

— Ya he caminado demasiado hoy, además este sol es demasiado fuerte..

— Está bien, toma esto te aliviará.

Le entregó una cápsula blanca a Alis el plateado y luego esperaron que ella lo tomara.

— No es veneno ¿Verdad?. — dijo con desconfianza.

— No, no lo es.. — dijo el de pelo negro que con poca conversación le desagradó Alis.

Alis se lo tomó notando que era dulce similar a una semilla de su Reyno.

—Mmm.. es delicioso se parece a una semilla de kyna.

También sintió un alivio inmediato, sin más que decir empezaron a caminar.

— Chicos esperen.. no me dejen atrás. — dijo Alis cuando los dos caminaban más rápido que ella cuando los alcanzó seguía tenía curiosidad

— ¿ al menos no me podrían decir sus nombres?

No dijeron nada, cuando al fin llegaron era un poco lejos un portón metálico negro alto, en ahí se detuvieron, solo cuando ellos tocaron la puerta sin necesidad de abrir con llave se abrió un poco, los tres entraron, adentro había una casa de dos niveles casi hecho todo de madera luego cerraron la puerta.

— ahora dinos ¿Quién eres? ¿Qué eres?. Preguntó el cabello negro.

— Bueno soy la Princesa Alis, de Reyno de Sion.

— ¿Princesa?

Dijo uno de los tres más que habían en la casa era más mayor, talvez más que su madre y en su detrás otra mujer que parecía tener su edad luego por último una joven más.

Terminaron de bajar ahora Alis no veía a dos extraños si no que eran 5 los miraba la cara intentando ver a que rango o tribu pertenecía.

— Así que eres la princesa de Sion ¿Verdad?

Dijo el hombre con una voz serena y grave no era tan alto por su presencia y aura era de rango de la fuerza era de cabello oscuro y ojos platas con un perfil afilado.




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