Capítulo 9: La audiencia

Nos detenemos en la puerta de entrada del castillo. Una gran valla metálica con el sello familiar grabado en ella. Con la parte trasera engarrotada y las piernas débiles me bajo del caballo, me falta práctica, no monto en caballo desde que era niña.

Con un movimiento repentino, las puertas de la entrada se abren para revelar un camino rocoso y el majestuoso castillo en frente de nosotros. Hanna y Jake miran el castillo con asombro, no es sorprendente, ese palacio es la construcción más hermosa y elegante del clan dragón.

- ¿Hay era donde vivías? - pregunta Hanna con un chillido   

-Sí, ¿Por qué? –

-Esto es la vista mas bella que he presenciado, ¿porque demonios te fuiste?, yo viviría en ese lugar como una reina. - reclama

-Pues te equivocas, podrá verse en el exterior muy hermoso y mágico, pero en el interior es una pesadilla. - No es el mejor lugar para vivir, eso lo aseguro.

Cogiendo las riendas de mi caballo nos dirigimos en el camino de piedra, el camino es corto, por lo que llegamos a la entrada principal en pocos minutos. En la entrada se encuentra un hombre y una mujer. El hombre lleva una especie de túnica color sangre con detalles dorados y unas botas de cuero largas, se aproxima hacia nosotros con una sonrisa en la cara

-majestades, que bueno tenerlos acá, en especial usted príncipe Kasper, hace mucho que no lo veo. –

-Lo mismo digo, lord Alexis. -

-Me imagino que deben estar cansados, que tal si ordeno que les prepare las habitaciones y de paso la cena. -

-sería fantástico, también prepara una habitación para mis acompañantes. - Solo cuando menciona la palabra acompañantes se da cuenta que estamos aquí.

-Princesa Iris, ¿es usted?, cuanto ha crecido. - Me mira de arriba y abajo con una sonrisa forzada. Este hombre era una pesadilla para mí cuando viva en el castillo. Es uno de los concejeros de mi padre, y por lo que recuerdo, el que más confianza le tenía. Creo que fue de los primeros que voto por que me eliminaran del mapa. De seguro festejo cuando me desterraron.

Maldito hijo de perra.

-¿Esos son sus acompañantes?- dice señalando despectivamente a mis amigos

-Sí, lord Alexis, tiene algún problema con ello. - digo colocando la sonrisa más inocente que tengo.

-No, para nada, ¿En dónde quiere ubicarlos, príncipe Kasper?  

-En el ala de invitados, me parece lo más apropiado. - Comenta Arthur

-Pero, majestad. – dice apretando los puños. -  pero el ala de los invitados es para personas importantes

-Está queriendo decir que mis amigos no son personas de importancia. - pregunto apenas conteniendo la rabia en mi

-No, eso no era lo que quería decir, yo solo …- lo interrumpe Trixie

-Entonces no se hable más, prepara dos habitaciones para los invitados de mi hermana. - demanda mi hermana.

-Si claro como usted diga, ¡Sofía! – grita para llamar a la mujer que estaba en la puerta con él.

-Sí, mi lord. - pregunta con nervios. Es una muchacha bastante joven, debe tener unos veinte años.

-Prepara dos habitaciones para los invitados de la princesa. - le ordena

-Preferiblemente, que estén conectadas, por favor. - la decencia no enferma mi señor

-Ya mismo. - comienza a dar media vuelta cuando se vuelve hacia mi otra vez. - Y para usted majestad, le preparo su antigua habitación.

- ¡No! - digo abruptamente. – quiero decir –  tomo aliento para poder hablar. - podrías preparar una habitación en el ala de invitados, por favor. - digo una vez que me recupero.

-Claro, como usted ordene. - Sale corriendo hacia la parte de atrás del castillo, imagino que hacia la puerta de servicio

-Bien me imagino que quieren entrar, anunciare a su padre que ustedes están aquí. - yo prefiero que no lo haga.

………..

Estamos en una habitación grande con chimenea en el ala familiar. La habitación esta repleta de muebles color sangre y candelabros de oro. En este lugar predomina el color rojo y dorado, que para mi familia significa poder y riqueza.