Capítulo 11: Sorpresas

Después de unas horas torturándome entre si hacer lo que se me dijo o mandar a la mierda lo que padre dice, escucho un golpe en la puerta seguido de una melena rubia y una sonrisa burlona

-Disculpe, su alteza, puede permitirnos entrar a sus aposentos. - Pregunta Hanna con tono bromista.

-O su majestad está muy ocupada para concedernos una audiencia- Jake bromea seguida de una reverencia que acompaña Hanna

-Ustedes par de imbéciles entren antes de que alguien los vea burlándose de las costumbres de la corte y los envíen a las mazmorras

-No exageres Iris, nadie nos va enviar a encarcelar si descubren que somos los amigos. - dice Jake

-No se si se han dado cuenta, pero no soy muy querida por aquí. - digo obviando que me prefieren lejos del castillo que cerca.

-Eso que importa si Kasper te protege y el resto de tus hermanos también lo hace.

Espero que eso funcione porque prefiero ver a mis amigos vivos, no sé qué pasaría si los viera en una caja enterrado a dos metros bajo tierra, es algo de lo cual no sobreviviría.

-Te agradecería que en este momento no me hables de el en este momento. - Preferiría que no me lo nombren en unos cien años.

- ¿Pelearon? - Pregunta Jake mientras inspecciona mi habitación

-No es notable. - Cuestiona Hanna con una ceja enarcada. - Cuando fue al salón parecía un león apunto de atacar.

- ¿Qué hacía en el salón? - creí que iba a entrenar o a montar a caballo. Cuando éramos niños, eso lo hacía cuando se enojaba

-No dijo nada, solamente se hizo en la entrada y llamo a Killian, dijo que lo necesitaba urgentemente. – Necesitaba a su “perrito faldero”

-Oye las habitaciones son geniales, parecen mas apartamentos que habitaciones, lo que por cierto es genial, además somos vecinos. - Dice Jake, cambiando el tema cosa que agradezco

- ¿Ustedes cómo se van a quedar aquí?, Hanna, ¿qué hay de tus padres?, Jake, tu madre debe estar muy preocupada.

-No te preocupes por eso- Dice restándole importancia- Arthur nos ayudó con nuestros padres. - eso si no me lo esperaba.

- ¿Cómo los ayudo? - Con Arthur no sé qué esperarme.

-Básicamente les dijo que estábamos en los ángeles en una entrevista de la universidad, que los últimos cupos se acababan así que tuvimos que ir a un viaje improvisado para realizar las entrevista

-Pero ¿ustedes creen que ellos no llamaran directamente a la universidad para preguntar? – Es una buena excusa, pero no sé si va a funcionar.

-Eso mismo le dijimos. - señalo Hanna- Pero dijo que él se iba a encargar de eso. - No quiero saber cómo, pero tengo mi ligera sospecha.

-Genial. - Me siento culpable por hacerle esto a mis amigos

-Oye- Me reclama Jake. - No es tu culpa que estemos aquí nosotros decidimos venir, así que no es hora de que te amargues con la culpa

Estaba a punto de reclamarle hasta que la puerta abriéndose me hizo volver hacia ella, observe a Trixie entrando con una sonrisa tensa y culpabilidad en sus ojos, ella sabía el plan original de Padre, pero también decidió no decir nada. Por mi mirada debió adivinar que me encuentro bastante molesta.

-Antes de que digas algo- comienza a decir- No vine aquí a pelear contigo, solo quería informarte de ciertos asuntos que debía decirte Kasper pero que debido a las circunstancias no pudo informarte nada. - En realidad, no quiero pelear mas, estoy cansada de todo esto y lo único que quiero es meterme a esa cada de dosel y dormir por un mes.

- ¿Qué pasa? - Pregunto cansada  

-Antes de tu llegada, Padre y nosotros queríamos que volvieras a tu entrenamiento en conjunto con nosotros.

- ¿En serio? - Pregunto escéptica.

-Es importante que aprendas a defenderte, si vamos a enfrentarnos a Ronan por lo menos es importante que puedas darle frente.

Volver a manejar una espada no es un sueño para mí la verdad, siempre que entrenaba con mis hermanos siempre me señalaban mi incapacidad de levantarla o incluso de empuñarla, al que siempre veneraban era a Ronan, decían que iba a ser un gran guerrero.