Tanya dejó a Lyra con un joven león algo nervioso y desconcertado, pero estaba seguro de que Leroy no se sentía así por las nuevas órdenes a cumplir. No, era otra cosa. Sin embargo, no se animó a preguntar, solo le dio las indicaciones.
Giró hacia el pasillo de los ventanales que daban vista al patio frontal, sintió algo de alivio cuando por fin pudo ver a la enfermera en la entrada.
—¡Gala! —llamó—. Hasta que por fin apareces.
Gala se detuvo para esperarle, las dos leonas que iban con ella le comentaron algo por lo bajo, a lo que ella asintió y luego se despidieron.
—Te he visto muy poco últimamente.
Gala acomodó un par de mechones ondulados detrás de su oreja derecha, el resto de su cabello estaba recogido en una coleta holgada, pero seguía siendo un desastre de ondas, diferente al de Tanya.
—Sí... —Esperó a que agregara una disculpa, pero eso nunca sucedió, más bien, Gala permaneció mirando el pasillo vacío—. He estado ocupada en la preparación de la ceremonia de esta noche.
Su tono plano, parecía casi una escusa hasta que oyó lo último.
—¿Ceremonia?
Ahora si tenía su atención completa, los ojos oscuros de Gala fueron suaves solo un par de segundos, luego su rostro se tiñó de molestia.
—¿Patrick no te dijo?
Apenas si le hablaba lo justo y necesario.
—¿Era importante que supiera sobre eso?
Gala estrechó la mirada sobre Tanya, entonces se percató del tono decepcionado en esas palabras. Pero era verdad, Tanya conocía muy poco sobre Gold Pride y los demás no se interesaban mucho en hacérselo saber, quizá pensaban que estaría aquí por un tiempo breve, que no consideraba quedarse, que pronto encontrarían a un médico cambiante para unirlo, de preferencia otro felino, entonces ya no habría humanos merodeando por ahí... Tal vez Tanya no era tan aceptada como lo había pensado, quizá los demás se mostraban amables con ella por cortesía y no porque le tuvieran algo de estima real, quizá extrañaba su hogar desde que recordó a la mitad de su familia en su sueño la noche anterior...
Quizá el miedo de Lyra le había afectado.
—¿Me oyes? —Tanya reclamó su atención.
—¿Qué?
La mujer emitió un bufido bajo.
—No importa, hablaré luego con Patrick sobre eso. Deberás asistir a la ceremonia de esta noche.
Cruzándose de brazos, Tanya le miró impaciente, pero Gala se veía distraída.
—¿Quieres explicarme de que va eso?
Gala parpadeó suavemente una sola vez, como un intento de relajarse, ¿acaso era Tanya la qué le estaba colmando la paciencia o había algo que estaba ocultando y le tenía alterada?
—Queen solicitó un cambio de identidad a Patrick hace varias semanas, pero recién cuando Joey y el cachorro aparecieron frente a la casa, la solicitud fue aceptada. La ceremonia será esta noche.
Tanya frunció un poco el ceño, tratando de comprender... ¿Por qué Queen querría cambiarse el nombre? Cuando quiso hacer esa pregunta un suspiro cansado de Gala le robó la oportunidad.
—Cuando termines tus asuntos con Patrick, ve a ver a Alexander, le diré que te ayude y te acompañe en esto.
Uno de los leones adultos llegó por las escaleras, con una mirada cordial saludó a Tanya pero la sonrisa quedó para Gala, eso hizo que sus dudas sobre si era o no aceptada en la coalición fueran alimentadas, tragó un nudo de amargura.
—¿Tú no irás? —Preguntó mirándole de reojo.
—No —respondió sin más.
—¿Por qué no?
Gala dudó unos segundos en los que su mirada oscura divagó por el pasillo, Tanya comenzó a dudar si en realidad ella era cambiante, pues no demostraba muchos signos en su comportamiento o cambios parciales, como el color de ojos, dientes y garras.
—Debo quedarme a ayudar a cuidar a los cachorros en la guardería —comentó con tono plano—. La mayoría de adultos asistirán pero cinco matriarcas no, tengo que quedarme por si ocurre alguna emergencia.
—¿Sospechas de algún posible ataque?
Con más razón debía quedarse en vez de ir a un sitio en donde solo estorbaría, Tanya solo era la médica de la coalición, no pertenecía a ella.
—No, pero siempre hay que ser precavidos.
—Entonces debería permanecer en la enfermería.
—No, debes ir, es para que te empieces a familiarizar con los leones transformados, y las ceremonias, que por lo que ha ocurrido últimamente creo que serán muchas.
Tanya no estaba muy segura.
—¿Y Lyra?
Gala le miró extrañada, por supuesto, acababa de llegar de... Algún sitio, no estaba enterada de la última situación respecto a la loba. Así que, tuvo que ponerle al corriente, al final, Gala volvió a su semblante analítico, en donde miraba un punto fijo más allá, mientras golpeaba su pierna suavemente con los dedos, era su forma de pensar, extraña, pero al parecer le servía.
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Editado: 16.06.2020