Trate de mil maneras inspirarme a escribir
Mas la manecilla astuta del infinito tiempo
No se detuvo ante mis dudas y miedos.
Trate en las noches de escribir a la luna,
Sobre su sonrisa, sobre la lluvia
Mas esta coqueta y esquiva cual gitana,
Jaló su velo de nubes dejándome sin alma.
Perdida la esperanza, de inspirarme unos versos
Renuncie a la pluma, la tinta y los deseos.
Aislada del mundo, sin refugio para escribir
Me escondí en el viento
Y en sus brisas vagué sin miramientos.
Pero la arena arisca y cruenta se levantó cual gigante que cuida su fortaleza
Después migre al sur donde las olas cantan
Donde el mar llora
A todas las almas que arrastra.
Traté de mil maneras inspirarme a escribir
pero las agujas del tiempo ya llegaron a su fin.