Yo tengo unas musas
Aparecen sin pensarlas y se van sin verlas
Vienen las tardes cansinas y doradas
Despidiendo al sol suicida que entrega la oscuridad al mundo
Recorren los espacios vacíos del alma dolida,
Encienden las luces y llenan de algarabía.
No dejan sin embargo comer la pluma,
Pues se marchan tan fugaces dejando solo a la luna.
Musas fugaces de la inspiración
Esquivas y divinas igual que una canción,
Que el pecho recuerda y la mente no.