Vete ser sin corazón,
Déjame aquí abandonada,
No pienses en mi dolor.
Que no te interese si muero de pena.
Vete, vete sin mirar atrás,
No vuelvas tus ojos brillosos al cadáver que soy.
No vuelvas tus labios rosados a pronunciar mi nombre.
Porque cuando lo hagas y busques mi sonrisa,
La tierra fría cubrirá mi cuerpo.