Sonrisas como las tuyas, brillantes, arrebatadoras
Ni él ángel más puro la puede tener,
Se fijan en mi alma, mortal y efímera,
Cual insectos deseosos de placer.
Tus ojos llevan dentro el fuego infernal,
Que brilla las frías noches que te refugias en mi cuerpo
Usando de cobijas, solo caricias y besos.
Tu piel lleva mi nombre
Tallado por mis manos,
En un lenguaje visible solo a nuestros ojos.
Mis pulmones llenos de tus versos,
Mis labios pintados por tus besos,
Mis suspiros dedicados solo a tus sentimientos.
Hagamos el cielo y deshagamos el infierno
La tierra ya no basta para saciar nuestros deseos.