Qué será de la vida
Qué será de la muerte
Qué será de la existencia efímera del ser viviente
Qué será del dolor
Qué será de la pena
Qué será de la horrible desdicha y mi cruel condena
Qué será de los lagos
Qué será de los ríos
Qué será del néctar de tus labios que ansío
Qué será del calor
Qué será de las estrellas
Qué será de los misterios que en tu alma se enredan
Qué será amada de mía de mi febril amor,
que te entrego en estos versos que solo los lee Dios.