Corazón Dolido.

PRÓLOGO

Elena observó la ciudad desaparecer por el espejo retrovisor mientras apretaba con fuerza el volante. La carretera parecía infinita, un reflejo de su propia incertidumbre. Había dejado atrás una vida que ya no le pertenecía, un hogar lleno de recuerdos que dolían más de lo que reconfortaban. Había amado con intensidad, entregado su corazón por completo, solo para verlo romperse en mil pedazos. Ahora, lo único que buscaba era paz, aunque ni siquiera estaba segura de cómo encontrarla.

En otro rincón de la misma ciudad, Adrián se sentaba en el rincón de un pequeño bar, sus dedos deslizándose sobre las cuerdas de su guitarra con un ritmo melancólico. La música era su refugio, el único lugar donde podía ser completamente honesto. Cada nota contaba una historia de amor perdido, de sueños que se desvanecieron con una despedida inesperada. Había jurado no volver a amar, no volver a exponer su corazón al dolor.

El destino, sin embargo, tenía otros planes.

Cuando los caminos de Elena y Adrián se cruzan, sus cicatrices parecen reconocerse. Él ve en sus ojos la misma tristeza que lleva dentro, y ella escucha en su música un eco de su propio dolor. Pero mientras la conexión entre ellos crece, también lo hacen los fantasmas de sus pasados. Ambos deberán decidir si están dispuestos a arriesgarse una vez más, a abrirse a la posibilidad de sanar juntos, o si el peso de sus corazones dolidos será demasiado para superar.




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