¿TE QUEDAS?
Voy a la cocina y dejo la taza en el lavavajillas. Busco la comida de Sauvage y le sirvo en su pequeño plato, me fijo en el arenero y si hizo sus necesidades ahí. Le acaricio su cabecita y lo felicito.
—Harper —doy un salto, pensé que se había ido.
—¿Sí? —pregunto sin mirarle, qué vergüenza.
—Hablé con Trevor, me quedaré contigo. Has tenido demasiado por hoy.
—Gracias, muchas gracias —digo nerviosa y sin saber qué hacer.
—Podemos pedir pizza, si no te molesta.
Asiento con la cabeza y sonrío con nerviosismo.
—¿Puedes cuidar de Sauvage? Me quiero dar una ducha para luego comer y descansar.
—Claro, yo me quedo con él. Por cierto, tienes las luces de la casa independiente encendidas —señala por la ventana hacia el exterior.
—No, la hija de Leticia se está quedando ahí con su hijo. Es una larga historia.
Me sonríe y yo me voy a subir las escaleras, llego a mi habitación y paso de inmediato al baño. Me quito la ropa y me doy una ducha de agua caliente, ya me siento mejor que antes, pero me siento demasiado cansada, luego de cosas así me dan ganas de dormir cómo por tres días.
Salgo de la ducha y me seco antes de ponerme mi bata, me aplico cremas humectante en todo el cuerpo y utilizo una mascarilla facial, también me aplico crema en el cabello, es difícil mantener colores porque por lo general dañan las raíces y por eso el pelo se ve opaco y dañado. Me pongo un pijama de algodón, esta vez utilizo un pantalón de algodón color gris oscuro y la camiseta del mismo color y material.
Me pongo unas sandalias felpudas para mantener el calor en mis pies, bajo las escaleras y al llegar a la planta principal, veo a Scott ahora sólo con camiseta y va sólo con calcetines, sus zapatos están en la entrada. Está en el sofá de la sala de estar y juega con Sauvage que tiene bastante energía.
Enciendo la chimenea y quito el cuadro para dejar ver la televisión. Me mira asombrado, todo el mundo dice que los engaño con eso. Suena el timbre y me congelo ¿Si nos siguieron y ahora nos planean atacar?
—Yo voy —dice al notar mi nerviosismo.
Se levanta y va a la entrada, charla con alguien y luego regresa con dos cajas de pizza en sus manos.
—Sólo era el delivery —mi alma vuelve a mi cuerpo y siento a mi mascota restregarse contra mis zapatillas—. Ven, vamos a comer y ver algo en la televisión.
—Podemos ver Netflix —propongo y voy a mi sofá.
Tomo la manta y él se sienta a mi lado, deja las cajas en la mesita, subo mis pies y me cubro con mi frazada peluda. Scott sube a Sauvage con nosotros y queda entre nosotros, se enrolla y el chico se cubre con lo que queda de manta.
—Busca una peli o serie, yo serviré la pizza.
Sonrío y tomo el control, casi siempre busco algunas películas de navidad, pues siempre tienen un final feliz. Pero ahora que estoy acompañada, me causa un poco de vergüenza decir algo así.
—¿Qué quieres ver?
—No lo sé, algo que a ti te parezca bien, estamos en tu casa.
—Es que tal vez me encuentres algo cliché, pero quiero ver una peli navideña.
—Pues entonces algo navideño será —dice sonriendo y pasándome una porción de pizza utilizando cartón como plato.
—Podríamos apagar las luces, para que se vea cómo cine —propongo y este me da la razón.
Apaga todas las luces y luego vuelve al sofá, mi gatito aprovecha y se acuesta sobre sus piernas, le paso la manta y este se cubre con ella. Encuentro una película de Emma Roberts y considero que puede ser apropiada.
—¿Te parece esta?
—Holidate, está bien.
Pongo la película y pruebo la comida, mi pequeño gatito comienza a maullar, pauso la película y lo miro, Scott le está jalando una orejita y a él no le gusta.
—¿No crees que Sauvage es demasiado nombre para este bebé?
—Es obvio que por ahora sí, pero va a crecer —le quito a mi bebé y se vuelve a dormir.
—Pero aún es chiquito.
—Ya lo sé. ¿Podemos ver la peli? —asiente frunciendo el ceño.
—Una última cosa —suspiro y espero a que hable—. ¿Te sientes mejor?
—Sí, ya estoy mejor. Gracias por tu ayuda y por quedarte.
—Estaba pensando, ya que no puedes utilizar medios de transporte, tal vez podrías aprender algo de defensa personal o así —habla con cuidado y sin mirarme, por lo cual puedo apreciar su perfil.
—Sería bueno, no lo había pensado.
—Y fue idea de Trevor, que nosotros te podríamos enseñar —musita y procede a morder su porción de pizza.
—¿De verdad? —asiente con la cabeza—. Pero es que ya sabes lo que me causa el utilizar medios de transporte y así.
—Por eso mismo, nosotros podemos venir, tu patio es excelente. Puedes pensarlo y luego nos dices.
Asiento y le doy play a la película, por suerte no ha preguntado la razón del nombre de mi gatito, pues sería muy vergonzoso decirle que es por el perfume que él utiliza. La película en realidad es de comedia y es muy buena, no entiendo porqué no la había visto antes, aunque al parecer a Scott no le pareció muy buena, a la mitad de la película ha comenzado a dormirse y se recuesta en mi hombro.
Y no recuerdo muy bien en qué momento es que me he quedado dormida.
***
Despierto gracias a Sauvage que está lamiendo mi rostro y mordiendo mi nariz, sonrío y me acomodo mejor, no sé en qué momento es que terminé dormida sentada y con Scott recostado en mi hombro y con su brazo rodeando mi abdomen. Quito su brazo y me levanto, pero por la extraña posición de mis piernas acabo de rodillas en el suelo.
—Mierda —mascullo y Scott despierta.
—¿Qué te pasó? —pregunta ocultando su risa.
—Dormí en una extraña posición y con las piernas recogidas, me levanté y me caí —digo divertida, después de todo, la situación es bastante cómica.
—Tu animal salvaje tiene hambre, me está saboreando —lo miro y mi gatito le está lamiendo la cara.