*Veinticinco*

Amante v/s Oficial

Tomo una fresa del plato y miro a Sauvage que está atento a cada paso que Usher da, al parecer no se toleran el uno al otro. Usher termina de hacer los hotcakes y sonríe emocionado sirviendo en mi plato, anoche luego de nuestra cita en mi casa, se quedó y vimos películas hasta la madrugada mientras que comentábamos cualquier cosa.

—¿A qué hora vas a trabajar?

—Salgo en veinticinco minutos —susurro viendo a sus labios cerca de mi.

—¿Te vas caminando? —asiento perdida en él—. Amor, responde.

—Sí —susurro sonriendo.

—¿Nos vemos hoy a la tarde?

—No puedo, tengo un matrimonio en Filadelfia y no creo que vuelva hoy, tal vez pase la noche allá porque la boda es tarde y la novia pidió los retoques de la noche también —hago un puchero dejando sobresalir mi labio inferior, Usher le da pequeñas mordidas mientras masajea mi cintura.

—Voy a extrañarte.

—¿Entonces planeabas venir a la noche?

—Planeo tener todas mis noches contigo —admites acomodando mi cabello.

—Eso suena muy bien para mi —suspiro sobre sus labios, me deja sin aliento sin siquiera besarme o acercarse más a mi.

Terminando el desayuno Usher se marcha y yo ordeno todo antes de salir, por suerte convencí a Tanya y se vendrá a quedar hoy por la noche. Tomo mi mochila donde llevaré ropa y mi neceser, también llevo mi bolso donde llevo documentos y lo común. Lety dijo que ella tiene el vestido que la novia envió para Dana que era la que iría a maquillarla pero enfermó, así que espero al llegar al salón ese vestido me quede bien.

Miro la hora y ya es tiempo de ir caminando, beso a Sauvage que de seguro ha de pensar que soy la peor dueña del mundo por dejarlo solo tanto tiempo, además ayer no pude dormir con él aunque él tampoco se acercó. Camino con calma repasando llevar todo lo necesario, igual todos los productos y cosas para la novia tengo que llevarlo desde el salón y Lety me aseguró que ella y Dana tienen todo listo.

Llego y es Dana quien me recibe, se ve muy mal y lleva mascarilla, al parecer tiene gripe o un virus similar. Vamos a la oficina de la jefa donde se supone ya está todo listo, ahí es donde me debo probar el vestido. Me enseñan un vestido verde petróleo de satén, de corte en línea A, tirantes finos, espalda abierta y baja, con una abertura alta en la falda al costado derecho.

—Eso no me va a quedar —señalo pensando en si usar algo así o no.

—Somos del mismo talle —dice Dana un tanto nerviosa.

Suspiro y me oculto tras el biombo, me quito todas las prendas superiores, obviamente no puedo utilizar brasier, pero por ahora no me lo quitaré. Si me queda bien pero siento que es demasiado escote para mi, además ese corte en la pierna, siento que enseño mucho, un vestido demasiado revelador para una boda, o sea, nunca hubiese ido así a la boda de Collin y Usher.

—Esto es demasiado —admito saliendo de detrás del biombo.

—Ten —Lety me pasa unos cubrepezones y me ordena volver a cambiarme de ropa para explicarme el maquillaje que debo hacer y así sobre la cliente.

Pasamos casi treinta minutos en eso, porque son cuatro personas a las que debo maquillar para la boda que es a las 5:30 de la tarde, si contamos que son máximo tres horas de viaje llegaré allá a las 12 casi, por lo que tendría máximo una hora para maquillar a todas, debería haber salido más temprano porque así no estaré tranquila.

—En esta maleta está todo lo que necesites —señala Dana—. Cada producto fue aprobado por las clientas, cada técnica que utilicé y aprobaron está señalado en la carpeta que va aquí en la maleta, están las imágenes y todo.

—Bien.

—No te olvides del vestido —dejo salir un quejido, no me gustó el vestido a Dana debe de quedarle espectacular.

Cuando el reloj marca las 9, tomo las cosas de la oficina y salgo hacia el recibidor, porque a Scott le dije que a las nueve y con lo puntual que es ya debe de estar esperando. Llevo demasiadas cosas para mi propio gusto.

—Bom Dia —sonrío y levanto la cabeza para verlo, está de pie en la entrada sonriendo como siempre pero tiene cara de que quería seguir dormido, como cuando nos vimos ese día en la boda.

—Hola —susurro no reconociendo lo que dijo.

—¿Hay que llevar todo eso? —frunce el ceño viendo las cosas—. ¿Por cuántos días vas?

—Por uno, es que es por una boda —digo dándole algunas cosas para que me ayude.

—¿Sólo por una boda?

—No lo digas así —mascullo un tanto indignada de que rebaje tanto lo que equivale una boda—. Las bodas son lo que más trabajo nos dan.

—Está bien, no te molestes.

Subimos las cosas a la camioneta, veo su mochila y me tranquiliza saber que si entendió bien el mensaje de anoche. Vuelvo a por el vestido mientras que él sube al asiento tras el volante, aun bostezando.

—¿Vas con Scott? —Lety parece aliviada o no lo sé, se ve orgullosa, feliz. Asiento y ella me hace firmar el seguro en caso de que me pase algo a mi o a Scott durante el viaje, este cubre cualquier daño—. Tengan buen viaje, avisas cuando lleguen.

—Gracias por esto, Harper —dice Dana y me tiende un chocolate—. Para que endulces el viaje.

Salgo sonriendo para posteriormente montarme en la camioneta, me abrocho el cinturón tan pronto quedo cómoda porque Scott ya tiene el vehículo encendido y listo para partir. 

—Cómo dijiste que apenas llegues vas a empezar a trabajar, entonces pasé por el almuerzo —señala unas cajitas entre nosotros, las reconozco porque es lo que Adele considera como lo mejor del mundo—. ¿Vas a pasar a ver a Alex?

—Nop, ayer ya le expliqué todo y además ya tiene su celular.

—¿Entonces directo a Filadelfia? —asiento concentrada en mi celular, pues le escribo a Tanya—. ¿El alojamiento lo tengo que pagar yo?

—No, los novios pagaron la habitación para Dana porque la boda es en la azotea del mismo hotel. Pero como Dana no va entonces queda para mí y como yo te llevo a ti, entonces es para ambos —asiente y cuando dejo el celular ya me comienza a desesperar ver demasiados vehículos rodeandonos.