Corazón En Guerra

*Treinta y Cuatro*

Su Mirada

Mientras como una manzana, vuelvo a llevar las bolsas de té a mis ojos y así poder desinflamarlos un poco siquiera. Sauvage se mantiene a mi lado, por eso quería un gato, para en momentos cómo estos no sentirme sola, por desgracia no sirve demasiado e igualmente lloro.

—¿Harper? 

Bufo molesta, había olvidado que Tanya tiene copia de las llaves de la casa, no la quiero ver en este momento. No respondo y espero crea que no estoy en casa, pero claro, olvido que está mi gato y este es un traidor.

—¿Qué te pasó? ¿Estás bien? —mi amiga se sienta frente a mí tomando mi rostro entre sus manos con evidente preocupación—. Harper, dime algo.

—Usher y Alex pelearon, Alex se fue de la casa y Usher se fué cuando más lo necesité.

—¿Qué? ¿Qué mierda pasó? ¿Dónde está Alex? Anoche estaba todo bien —asiento sollozando mientras esta me abraza contra su cuerpo.

—Cómo la mayoría de los días, Usher vino a verme —explico tratando de calmarme—. Alex salió con los chicos y dijo que no volvería. Con Usher ya lo sabes y Alex nos encontró, se enojaron, discutieron. O sea, no era nada malo o de otro mundo, es sólo que Alex ya no toleró vernos así. Usher prefirió ir tras mi hermano y no me han escrito, los he llamado y no pasa nada. 

—¿Sabes? No te diré nada, porque sinceramente, eres adulta y cuando comenzaste esto ya sabías a lo que te atenías —dice un tanto ruda y fría con sus palabras, pero entiendo su punto—. Ahora vamos a buscar más bolsas de té y desinflamaremos tus ojos porque tenemos que ir a un cumpleaños.

—Tanya, no creo que vaya —niega con la cabeza y tira de mi mano para levantarme.

—Vas a ir, porque mereces relajarte de alguna manera, además, prometiste que irías conmigo.

Me levanto y la abrazo antes de ir al baño. La escucho creo que ordenando toda mi habitación. Dejo que mis lagrimas se pierdan con el agua, está será la última de la noche. Salgo del baño y me encuentro con Tanya con bolsas de té en una taza, sonrío cuando palmea mi cama para que vaya con ella.

—Le escribí a Alex, está bien. Le dije que hoy me quedaría contigo y que espero verlo el lunes. A Usher que le den —dice bajito aplicando las bolsas sobre mis ojos.

—¿Por qué amar cuesta tanto?

—Es que, Amar cómo tal, no cuesta nada Harper —se levanta de golpe y ordena su ropa antes de ir al baño.

Cuando ya veo que mis ojos no están tan inflamados, me levanto y voy a buscar algo de ropa para poder vestirme porque no voy a seguir con la toalla. Hidrato mi cuerpo con un poco de crema corporal y me pongo ropa interior. Seco mi cabello y Tanya continúa con su concierto de Taylor Swift. 

—¿Qué peinado crees que puedo llevar? —pregunto haciendo un puchero, siento que cómo sea no voy a dar la mejor impresión.

—No lo sé, con cualquiera te ves perfecta —besa mi mejilla y me deja sóla en el baño—. Vas a ir igual, me vale mierda que te sigas quejando. 

—Pero, Tanya —murmuro y esta aparece sólo en tanga señalándome.

—No hay pero que valga, vas a ir porque me eres fiel así cómo lo soy contigo. Te prometí en buenas y malas y aquí estoy, para levantarte porque nadie merece que derrames lagrimas. Así que levanta esas tetas y el culo perfecto que tienes, vamos a ir y me vas a tomar de la mano para que no me lance a follar a Trevor frente a su familia —inevitablemente río con todo el tipo de palabras que ha utilizado mi amiga en su discurso.

—Bien —cedo y esta vuelve a mi habitación dando saltitos.

—¿Qué te vas a poner? —me encojo de hombros y voy a mi tocador.

—Buscaré algo para ti —señala y corre en dirección a mi closet.

Me fijo que ella ya tiene su vestido que va a usar sobre mi cama, es uno que jamás hubiese llegado a creer usaría, partiendo porque nunca ha usado algo con escote corazón, obviando también el corte de Línea A, mangas largas de estilo farol, sorprendente el color blanco. Es un vestido que en mi opinión es algo juvenil y romántico.

—¿Lo escogiste tú? —grito y esta al parecer sabe que mi sorpresa es su vestido porque suelta una carcajada y afirma—. ¿Y eso?

—No lo sé, lo vi y me gustó —sale del closet sonriendo y sus ojos brillando, parecen estrellas.

—¿Ya elegiste mi vestido?

—Sip —sonriendo deja la prenda sobre la cama.

Luego de verla creyendo que es una broma, miro el vestido, es una negro ceñdo al cuerpo, de tejido canalé, manga larga, longitad hasta medio muslo, cuello cerrado y un detalle de tres botones a la altura de la clavícula.

—¿Estás bien? —asiente riendo mientras se pone el vestido de ella.

—Mira, es un vestido que te representa en este momento. De luto por un idiota que ha roto tus lusiones pero que aun así amas y vas a luchar por él, aun aspi, sigues siendo la chica sexy recatada de cabello rosa que no se da por vencida —explica calzando unas zapas blancas, cordones y una plataforma que le da unos cuatro centimetros extra de altura—. Vístete que nos tienes que maquillar aún.

Niego y suspiro antes de vestirme, obviamente me cercioro de que mi ropa interior no se note. Me calzo unos botines negros de tipo calcetín que quedan como tres o cuatro dedos por sobre mi tobillo, de tacón fino y alto, que van muy bien con el vestido además de ser del mismo color.

La maquillo lo más natural posible así cómo ella ha pedido, no sé qué han hecho con mi amiga porque realmente me sorprende. Por mi parte cómo siempre me hago un foxy eye con tonos tierra y delineo con delineador negro porque es de noche, utilizo la misma tecnica de siempre para la piel, sólo que sin tanto rubor, me decanto por un super stay matte ink en el tono 160 Mover.

—¿Qué tal? —mi amiga aplaude y da saltitos emocionada—. ¿Y mis ojos? Hice lo mejor que pude.

—Está bien, no se nota que has llorado más de 12 horas por un imbécil.

—Tanya —ruego que pare con el tema y esta blanquea los ojos.




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