Corazón En Guerra

*Cuarenta y Uno*

La Guerra Terminó

—No lo evitaré si quieres hacerlo —susurro debido a nuestra cercanía.

—¿Qué haces aquí? —trastabillo cuando Usher me toma del hombro y me hace retroceder alejándome de Scott.

—Yo lo invité —dice mi hermano y el manager interfiere cuando estos entran a una batalla de miradas.

—¿Por qué?

—Porque es amigo de mi hermana —dice mi hermano que se acerca a Scott y se saludan como los mejores amigos del mundo—, porque estuvo con ella cuando necesitaba de alguien que la acompañara mientras que yo estaba luchando por mi vida en una Clínica. Pero sobre todo, porque es quien la hace feliz, porque es la persona con la que se puede sentir ella misma sin miedo, porque puede reír y llorar, simplemente sentir.

Contengo la respiración y miro un punto fijo en el suelo, todo lo que ha dicho mi hermano es cierto, tengo a una persona tan valiosa a mi lado que me da miedo quererlo porque tal vez lo que yo siento por él no llegue a ser suficiente comparado a todo lo que le debo. Tal vez no soy suficiente y lo estoy reteniendo.

—Lo hizo solo porque Collin se lo pidió, no la quiere —suelta Usher y Scott sonríe de medio lado, claramente se burla de la ignorancia de quien habla.

—¿Te crees ese cuento? —cuestiona mi hermano con burla, esto se va a salir de las manos—. Scott y Harper se conocen desde tu boda, es normal que hicieran una amistad cuando pasaban todo el tiempo juntos.

—No hay peor ciego que el que no quiere ver —todos volteamos a ver hacia la entrada, ahí se encuentra Adele fingiendo un desinterés total.

—Si viniste —mi hermano se encuentra feliz y va donde ella como todos que ahora la adoran.

—¿Bebes algo? —Su voz me hace temblar y cuando volteo a ver sus ojos, veo constelaciones.

—Un martini —sonríe y es imposible que recuerde lo que creo.

—¿Habrá cerveza?

—No puede ser —murmuro sorprendida.

—Tengo una excelente memoria, Princesa. 

Juntos vamos hasta el bar, de donde la pareja de enamorados no se ha movido, pero sus rostros no señalan felicidad ni nada por el estilo, todo me preocupa mucho más cuando al ver a Tanya esta tiene los ojos con demasiadas lágrimas.

—Dime que no es cierto —pide Tanya a Scott, este ve a su mejor amigo y luego vuelve a ver a mi amiga—. Scott.

—¿Alguien me dice que pasa?

—Te dije que no dijeras nada, te pedí tiempo —le dice el castaño al rubio.

—Ya no queda tiempo, Scott —insiste su amigo y yo no entiendo nada.

—¿Qué pasa?

—Tengo los días contados, tengo que regresar a mi trabajo —abro la boca sorprendida, en el fondo sabía que eso pasaría, pero esto me indica que será más pronto de lo que creo.

—¿Cuándo? 

—Mi niña, tu hermano me dijo que pudiste viajar con él —Adele nos interrumpe y tenemos que dejar la conversación anterior. 

Todos pedimos algo que servimos y luego ya cuando comienzan a llegar los demás invitados es que tengo que olvidar la conversación anterior. Mi hermano me presenta super emocionado, me alegra verlo feliz y ver que a pesar de que generan contenido social, todos se preocupan por todos. Aquellos que no llegaron a la Clínica siempre escribieron a sus redes solo que yo no lo había visto, y yo creía que todos eran superficiales. 

Me agota tener que sonreír y saludar a tantas personas, pero por ver a mi hermano sonreír con sinceridad, es que yo daría todo por él, por él y verlo feliz. Lo único que perturba mi calma y me hace sentir incómoda son las veces que Usher se me acerca, porque todos saben que él es casado y se me acerca con claras intenciones de mostrar que algo hay entre nosotros ¿Acaso no le tiene respeto a su esposa? ¿No le preocupa lo que vayan a decir de él? Por suerte en momentos así llega Scott y con pequeños gestos me hace volver a un espacio seguro.

—Estoy cansada —susurro a mi hermano.

—Entiendo, te juro que justo pasada media noche cantaremos el feliz cumpleaños y luego ya te puedes ir si quieres —dice para luego abrazarme—. Si quieres ve a la habitación, ahí no hay nadie.

—¿No invitaste a Collin?

—Usher dijo que no pudo venir —asiento y me libero de sus brazos para poder ir a la habitación.

Busco a mi mejor amiga por todo el lugar, pero no la encuentro ¿Dónde estará? Mientras voy a ocultarme de este mundo, le marco a su celular, ojalá me conteste. Me acerco a un ventanal desde donde puedo ver la ciudad, es incluso majestuoso. No hay señal de nadie con los que me puedo sentir cómoda, porque aunque me guste el entorno de mi hermano, tampoco es mi favorito y definitivamente yo no podría llevarlo a diario. 

Mi celular suena y se trata de mi amiga, rápidamente contesto.

—¿Dónde estás?

En el bar con Trevor, Scott y Adele, estamos sirviéndonos. ¿Por qué?

—No los vi.

No nos hemos movido de aquí, salvo Scott cuando iba contigo. Hay barra libre.

—Lo sé.

¿Dónde estás tú? —miro a mi alrededor, es cómo una sala de oficina o algo así, pero no tiene puerta, es cómo el final de un pasillo.

—Un tanto alejada de la fiesta —suspiro y la escucho decir algo a alguien más—. Alex tiene demasiada energía y demasiadas personas con las cuales presentarme. 

Te adora.

—Soy su hermana, es obvio —soy su familia, al fin y al cabo somos lo único del otro.

Está orgulloso de ti —sonrío recordando lo feliz y emocionado que estaba cuando llegamos y por primera vez en mucho tiempo pudimos viajar en un mismo auto, sin miedo.

—Y yo de él.

Eres todo para Alex —¿Desde cuando Tanya se expresa a favor de mi hermano menor? Aunque se que lo quiere, nunca se ha expresado de la mejor manera y su muestra de cariño es a insultos y golpes.

—Lo sé, siento igual.

Pero Usher es su mejor amigo.

—¿Qué me quieres decir? —cuestiono ya notando lo que quiere decir pero no se atreve, hay algo que le molesta y creo que lo que ha bebido le está dando fuerza y poder a sus palabras.




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