Capítulo 9
Gillian
Al llegar a mi departamento saco una maleta que tenía guardada no es muy nueva pero es grande y espaciosa, así que todas mis cosas quedarán bien en ella, mientras tanto voy a llamar a Beth, solo espero no despertarla.
— Hola, ¿qué pasó? ¿Todo bien?— se oye somnolienta, creo que sí la desperté,
— Hola, si pasa algo y si todo bien, de hecho todo muy está muy bien, antes que nada, gracias, ¡Muchas gracias!— ahora sí grito, ya no puedo contener mi emoción
— Oye, oye que pasa, ¿qué tomaste? y ¿por qué me das las gracias? —
— Nada, no tome nada, estoy muy emocionada, hoy recibí una llamada que creí, que era imposible—
— ¿Quién te llamo?, ¿Tienes un problema? –
— No, me llamo el mayordomo del “señor Carter”, ¡me dieron el trabajo!—
— ¡Oh por dios!— se escuchaba que realmente está sorprendida y emocionada al igual que yo — ¿Pero cómo? —
— No lo sé, solo sé que tengo el trabajo—
— Ok, ya hablaste con Tim—
— Si, ya se lo dije antes de terminar el turno—
— Oh, y ¿cómo se lo tomó? —
— Realmente bien, él también tiene problemas con la cafetería, así que sin tener que pagarme un salario le va a ir mejor, va a hablar con Víctor para que tome mi lugar, aunque si me duele que ya no lo veré, lo aprecio mucho—
— Lo sé, pero en tus días libre lo podrás ver— Hay no, no pensé en eso —Que paso?, Porque te quedas en silencio?—
— Es que, no sé si tendré días libres, no pregunte—
— ¿Qué? Y la en la entrevista, ¿no pediste detalles?—
— No, no creía poder quedar y aparte ese día tenía hambre y ya me quería ir y de nuevo te digo nunca pensé que podría conseguir el trabajo—
— Ok, bueno mmm ahora no es momento de pensar eso, en todos los empleos hay un día libre, ¿no?— Beth, linda y loca Beth, siempre sacando lo mejor de las situaciones.
— Tienes razón— quiero pensar —Bien, solo llamaba para contarte la noticia, ahora te dejo dormir mañana trabajas y yo también voy a dormir, mañana aún tengo que trabajar con Tim, no lo quiero dejar colgado con el trabajo, hasta que Víctor se integre y todo eso. —
— Ok, está bien, duerme bien, estoy muy feliz por ti. —
— Yo también estoy feliz, no me lo puedo creer… Adiós. —
Cuando cuelgo tiro el teléfono en la cama y me detengo a ver mi departamento que llame mío por casi dos años, a pesar de esta gran oportunidad, sentía nostalgia de dejarlo, siempre he perdido, pero está vez es hora de ganar algo para mí.
Cuando saco mi ropa del closet veo que realmente no tengo mucha, pero no importa por qué es mía, y con ese pensamiento y una sonrisa en el rostro empiezo a meterla en la maleta.
Este trabajo será una nueva y mejor oportunidad.
A la mañana siguiente
Despierto y lo primero que escucho es el golpeteo de la lluvia contra la ventana, genial, amaneció lloviendo, en otros día me hubiera molestando por qué la lluvia complicaría mi llegada a el Coffe delights, pero hoy no, sí, tengo que llegar al trabajo, pero hoy estoy realmente feliz, y nada lo cambiara.
Anoche me dormí una hora después de colgar con Beth, estuve arreglando mis cosas y me di cuenta de que aunque tengo pocas cosas, mi maleta no fue suficiente, aun me faltan cosas que guardar, eso me recuerda pedirle prestado un bolso a Beth, espero que tenga uno.
Media hora después.
Cuando llego a la puerta de la cafetería, estoy húmeda de la chaqueta y los tenis, esto me recuerda por qué no me gusta la lluvia en días de trabajo.
—Hola, mi bella Gil—
Solo entre escucho la voz de Víctor,
— Hola Víctor, buen día—
— ¿Por qué eres tan fría y cortante siempre? –
— No lo sé, ¿por qué tu siempre eres así?—
— Oye, es de mala educación contestar una pregunta con otra, no lo sabías—
— No, no lo sabía, Tu padre está en la oficina—
— Si, está hablando con unos proveedores, sabes me tienes muy herido—
Lo mire sin entender que quiere decir, pero lo más seguro es que se refiere a lo de alguna salida a un bar.
— No sé a qué te refieres— paso a un lado de él para poder dejar mi chaqueta debajo del mostrador
— Ya sabes, no te hagas— hace un puchero como un niño pequeño, ay no, cuando va a madurar —Te vas a ir de aquí, y eso me tiene muy dolido, más por qué no me dijiste—
— Mira, para empezar no tengo por qué decirte nada, y ya déjame en paz, ya madurar por favor, vas a ayudar a tu papá, ¡se un verdadero hijo!—
Solo me mira y sé que nunca le contestaba así, siempre que me decía algo solo lo ignoraba pero esta vez no, porque Tim va a necesitar mucha ayuda.
Sin decir nada va rumbo a la cocina, y por un momento me siento mal, el tema de su papá es algo complicado ya que cuando Tim y si esposa se divorciaron, él se fue con su mamá y no lo vio hasta después de cumplir la mayoría de edad, por eso se les hace difícil la convivencia mutua y más si Víctor solo piensa en tres cosa, sexo, alcohol y fiestas. Solo espero que ahora tengan una mayor cercanía.
Me saca de mis pensamientos la voz de Tim.
— Hola Gil, estás bien?, No te mojaste tanto con la lluvia?—
— Hola Tim, no, solo un poco la chaqueta, pero todo bien, ¿Cómo estás?—
— Bien, aunque un tanto triste por qué ya no te voy a ver, pero, por otro lado Víctor acepto venir a ayudarme y no tuve que insistir… tanto—
— Eso me da gusto espero que cambie algo su actitud y que ustedes dos se lleven mejor— sonrió pensando que todo va a salir bien para Tim
— Si, eso espero, pero como vez ya vino desde hoy, así que si tienes cosas que hacer, puedes ir ahora mismo— me dijo al mismo tiempo que me entregaba un sobre
— Que es esto?—
— Es tu liquidación, no es mucho pero de algo te va a servir—
— Oh, pero Tim, no hace falta tengo el dinero que era para la renta y.. — alza su mano para que guarde silencio.
— No digas nada, solo tómalo, como te dije no es mucho, y aparte es para que no puedas demandarme en un futuro—
Me río, siempre tan chistoso, sin aviso le doy un fuerte abrazo, uno que no tarda en ser correspondido.
— Muchas gracias, Tim, te quiero mucho, y nunca te voy a olvidar—
— Eso espero niña, quiero que me vengas a ver cada de que puedas—
— Si, lo prometo—
— Bueno es tiempo de ponerse a trabajar, solo que tengas que irte—
— No, hoy trabajaré, será como la despedida… de mi trabajo—
Si, aún hay tiempo.