Capítulo 18
Gillian.
Hoy hace ya un mes que estoy trabajando aquí, y no lo puedo creer, las cosas han ido perfectamente, mi jefe ya no ha tenido más ataques de ira, pero su psicólogo ha venido un par de veces en este tiempo, y tuve la oportunidad de conocerlo, es un hombre ya mayor muy agradable, podría decir que un poco más joven que Arnold, pero no me atrevo a preguntarle su edad, ni a Arnold, cuando viene se queda a comer o a cenar depende de la hora en que venga a ver a mi jefe.
Mi comida también le gusta, y eso me hace sentir muy bien, porque quiere decir que estoy haciendo bien mi trabajo.
Las cosas con mi jefe, no han cambiado mucho, pero no siguen igual, desde el día que me contrato oficialmente, creo que hemos tenido un acercamiento, ahora de vez en cuando viene a la cocina a ver qué estoy preparando, eso me pone nerviosa y me asusta, no lo voy a negar, pero solo pregunta eso y se va, hay ocasiones en las que creo que se va a abrir más a mí, pero solo lo creó, una ocasión se enojó y no comió, ni ceno, porque me cacho viendo sus cicatrices, no es que las vea solo por morbo, sino que son muy impactantes y no me puedo imaginar el dolor que debió sentí. Pero bueno, ya aprendí como regla general, solo mirarlo a los ojos o a otro lado pero no a su cara de lado izquierdo.
También estoy muy emocionada porque hoy es mi primer día libre, realmente estoy feliz, ya que es domingo y podré ver a Beth, aunque no he dejado de hablar con ella y contarle todo… Bueno casi todo lo que pasa aquí, y le daré una visita a Tim, que hoy trabaja medio día en la cafetería. Este será un gran día.
— Gil, ya estás lista para tu día libre. —
— Si, Arnold, muy lista—
— ¿Vas a ver a alguien?—
— Si—
— ¿A quién, a tu novio?.. Bueno no quiero ser inoportuno con mi pregunta—
— No, no hay problema, solo voy a ver a Beth, mi mejor amiga y a mi antiguo empleador, Tim, que es como un papá o algo así para mí. —
— Está bien, solo cuídate y regresa—
— Sip, Nos vemos más al rato—
Cuando estoy en el ascensor y antes de que la puerta se cierre, le digo adiós con la mano y una sonrisa. Con las puertas cerradas presionó el número 1, hoy no subo al piso 8.
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Quede con Beth de vernos en el lugar de Tim, y ya después ver qué otra cosa hacíamos. Ahora mismo voy a la estación de autobuses solo espero que no me haya dejado.
Maxim.
— Dime Arnold, Gillian ya se fue— si está sorprendió porqué la llame por su nombre no hace ningún gesto.
— Si señor, antes de yo venir para acá, ella salió. —
— Bien. — sigo en los documentos que tengo que firmar.
— Va a verse con una amiga— levanto la vista para verlo, aunque él no me está viendo.
— Quien demonios te pregunto— aunque la verdad si me estaba preguntando eso, pero no sé lo diré. —Mejor ve a ver si mi desayuno ya va a llegar— aunque no me agrada comer de nuevo la comida que pide Arnold del restaurante del que siempre ha pedido, secretamente me había hecho adicto a la comida de Gillian.
Estaba por comentar algo más, pero mi celular sonó al ver la pantalla veo que es mi madre.
— Arnold déjame solo— le digo antes de contestar, no espero a que salga simplemente contesto. —Si, como puedo ayudarte madre. —
— Querido se mas cortes y menos cortante… solo llamada para preguntarte si vas a ir a la boda de Clarise—
Eso fue como si me hubieran echado un balde de agua fría. Al parecer ella también había recibido una invitación
— ¡Me quieres decir qué clase de pregunta estúpida es esa!— estaba a nada de perder mis estribos.
— Jovencito, no uses ese lenguaje conmigo, y es una pregunta muy válida, creí que después de tres años desde que su relación termino ya no había malos entendidos. —
— ¿DESDE QUE TERMINAMOS?, TE RECUERDO QUE ESA MALDITA PERRA ME DEJÓ DESPUÉS DE VER COMO QUEDÉ, Y SI, YA LA SUPERÉ, LO QUE NO SUPERÓ ES SU MALDITA TRAICIÓN, PORQUE ESO FUE LO QUE SENTÍ CUANDO ME DEJO— termino de decirle sin aire.
— No me grites, yo no tengo la culpa de tus cicatrices—
Eso fue todo lo que pude tomar, sin más le cuelgo y aviento el celular en mi escritorio.
Después del accidente, la relación con mi familia se había vuelto distante, más con mi madre, que es una mujer que vive para y por la perfección, y tener un hijo con horribles marcas en el rostro, visibles para todos, es un insulto.
Al parecer apoya más a Clarise, que a mí. Pero no me importa, todos se pueden ir al carajo.
Lo que me queda en este momento es tomar una copa de whisky…
Gillian
El autobús me deja unas cinco cuadras más arriba del Coffe Delights, así que tengo que caminar, hace rato Beth me mandó un mensaje donde me decía que ya había llegado con Tim, así que me están esperando.
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Cuando veo el restaurante la nostalgia me inunda y por el vidrio puedo ver a Tim hablando con Beth. Hoy no hay tanta gente solo unas mesas están ocupadas.
Al abrir la puerta tanto Beth como Tim, voltean y cuando me ven sonríen, Beth como una desquiciada se me lanza a abrasarme, seguida de Tim, así duramos por unos instantes, se sentía tan bien.
— Oh Gil, me da mucho gusto verte otra vez, te extrañé mucho—
— Yo también Beth—
— ¿Y a mí no? Porque yo si— me dice Tim
— Claro que si, también te extrañe, pero dime cómo te ha estado funcionando todo aquí. —
— Pues verás le estaba contando a Beth de todas las cosas que han pasado, pero ven a la barra para que comas un pedazo de pastel y un café y te cuento todo. —
— Gracias—
— Vamos Tim, cuéntale lo que ha pasado, créeme Gil, te vas a ir de espalda—
— ¿Es algo grave?—
— No, Gil, no te preocupes, de hecho es algo muy bueno, veras como Víctor me está ayudando aquí, hemos tenido la oportunidad de convivir más, por lo tanto tiene más confianza en mí. —
— Eso de verdad es muy bueno. —
— Si, pero eso no es lo que dejó tan sorprendida a Beth, veras… me confesó que es gay. —
— ¿QUE?— todos y por todos quería decir que tanto Beth como Tim y las personas que estaban en la cafetería me voltearon a ver.