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Capítulo 19
Gillian
Al despertar escucho unos subes golpes, tardo unos segundos en darme cuenta que vienen de mi puerta, quizá sea Arnold.
— Voy , voy. — creo que aún es pronto por eso estoy medio somnolienta
— Gil, podrías ir a preparar el desayuno de mi señor antes… y prepararle un café más fuerte de lo usual. — me dice a través de la puerta
— Si Arnold, ya voy. — claro un café más fuerte por la cruda con la que Maxim se va a despertar.
— Gracias, y perdón, por despertarte antes. —
— No hay problema. — le contesté mientras me encaminaba a el baño, no estoy segura si me escucho o no, pero aún estoy media dormida.
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Ya en la a cocinar del señor Carter, decido hacer unos huevos con tocino, algo rudimentario pero delicioso, y un café extra amargo.
Creí que hoy iba a amanecer muy cansada, pero la verdad no, de hecho es como si hubiera tenido el mejor sueño reparador de mi vida.
— Gil, voy a ir por un encargo de mi señor, te pido que seas tú quien le sirva hoy el desayuno. —
Tendré que ponerle un cascabel a Arnold, para escucharlo cuando venga, si sigue hablándome de repente un día me dará un infarto.
— Si, no hay problema. — pero la verdad no quería ver a mi jefe
— MI MALDITO DESAYUNO, ARNOLD. — oh mierda ya está despierto y esperando su desayuno y enojado, eso me pone nerviosa, ya que así empezó aquella vez. Al parecer Arnold lo noto.
— No te preocupes, y mejor ve a hacer lo que te encargo, yo le llevo su desayuno ahorita. — trato de tranquilizarlo
— ¿Segura? —
— Si.
— Bien, nos vemos más al ratito. —
Sale de la cocina muy apresurado, algo que yo también debería de hacer, lo bueno que ya lo tenía todo preparado.
Cuando llego al comedor lo veo de espalda y él también me escucho venir.
— Ya era hora Arnold. — creo que está enojado por la demora y lo puedo confirmar por la expresión de su rostro, misma que cambia cuando me ve. —Gillian… y Arnold. —
Decir que no me sorprendió cuando dijo mi nombre sería mentira, pero trato de ocultarlo.
— Fue a hacer algo que usted le encargó. — asiente con la cabeza pero ya no me contesta. —Le preparé unos huevos con tocino…. Y un café extra Carter. — Le dije rápidamente, oh dios mío, ¿que dije?
— ¿Carter? — por un milagro no veo una expresión de enojo, sino de curiosidad. – ¿Cómo es eso Gillian? —
Definitivamente cuando dice mi nombre en ese tono, no puedo pensar y me hace sentir sensaciones extrañas, unas que no debería de sentir con alguien que es mi jefe. Pero la cuestión aquí, es como voy a arreglar mi metida de pata.
— Bueno a… vera… es que… yo trabajaba en una cafetería y a los café amargos se les… llama Carter. —
— Mmm vaya, que coincidencia, ¿no le parece? —
— Creo que sí. —
— Y dime cómo se llama, la cafetería donde trabajabas. —
— Coffe… Delights. —
— Bien. —
— Bueno, lo dejo para que desayune. —
— Antes de irte, ¿cuándo te parece bien que sea la cita que acordamos ayer?. — me dice mientras toma un sorbo se su cafe
O dios mío.
— Es que, yo no creí… que usted se fuera a acordar. —
— Gillian, estaba ebrio, pero aún sabía qué hacía. — Oh por dios, y ahora que digo.
— Bueno am… no lo sé. —
— Estaba pensando en hoy, a la hora de la cena. — me mira con una intensidad, pero es de un tipo que no había visto.
— ¿Eh?, si, claro. —
— Muy bien. —
Enserio voy a tener una cita con mi jefe, hay no, ¿en que te estás metiendo Gillian?
Maxim.
Cómo siempre él desayuno estuvo delicioso, creo que ya no le daré más días libres a Gillian. La tendré aquí encerrada, solo para mí.
Demonios, en que malditas cosas estoy pensando.
Saco mi teléfono y le marco a Arnold, aún no llega de la empresa, lo mandé con unos informes, que son muy importantes, y Ryan no podía venir, así que mandé a Arnold.
— Arnold, quiero que hagas otra cosa antes de venir aquí. —
— Claro señor, ¿qué es? —
— Quiero que vayas a el Coffe Delights, y me traigas todo el menú. —
— Si señor, ¿puedo preguntar porque? — se que sabe que es el lugar donde trabajaba Gillian
— No, solo as lo que te digo. —
Por alguna razón no le creí a Gillian, con respecto a lo del café, quizá fue por su nerviosismo. Pero, si lo decía por mí, no estoy enojado, por raro que me parezca, hasta podría decir que estoy divertido.
Gillian.
Horas más tarde.
Cuando Arnold, llego solo me vio extraño, no quise preguntar, porque ya tenía suficiente en que pensar.
A la hora de la comida afortunadamente Arnold le llevo la comida al señor Carter. Pero ahora mismo estoy preparando la cena, una cena a la que ya no quiero asistir.
Le hice una llamada rápida a Beth para contarle, y creo que se emocionó más que yo, me dijo que me pusiera algo sexi, por dios, en primera no tengo nada sexi, y en segunda estamos hablando de mi jefe. Pero me hizo prometerle que le contaría como fueron las cosas.
Solo me di un baño rápido y me puse lo más decente que tengo, no es como si lo quisiera impresionar.
Con lo único que quiero “impresionarlo” es con mi comida, estoy haciendo filetes con verduras salteadas, creo que alcanza perfectamente para los tres, aunque Arnold no va a cenar con nosotros.
— ¿Qué estás preparando?— está vez, Arnold no me asusto ya que estaba de frente a la puerta
— Filetes. — le sonreí, ya que sin importar que hacía él se lo comía.
— El señor Carter me mandó a su cava, por su mejor vino, porqué va a cenar contigo. —
— Si. —
— Creí que ya estaba muy borracho cuando lo decía. —