Corazón en Reparación

Capitulo 23 (Corregido)

Capítulo 23


Gillian


Desde ayer, después del beso no había visto a Maxim, cuando llego Arnold, me noto rara y me preguntó si había pasado algo, claro está que no le iba a decir que me había besando con “su señor”. 


No sé cómo sobrellevar todo esto, le conté a Beth, pero tal parase que no ve un problema en que me  haya besado mi jefe, pero yo sí, tengo miedo de salir lastimada... Y sin empleo.


Antes cuando ya no tenía problema en hacer mi trabajo, todo era perfecto, pero después de lo que pasó ayer, todo mi mundo se está alborotando y todo es culpa de Maxim. 


—Gillian. — estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Maxim entro a la cocina, lentamente volteo, como si algo malo fuera a pasar. 
—Señor Carter, en que puedo ayudarlo. —
— Creí que lo de señor había quedado atrás desde hace mucho. —  no sé si estoy alucinando o que, pero noto en su voz un tono como de ¿sensualidad?… por dios Gil, es tu jefe y tú su empleada, compórtate como tal. 
—Bueno… si, pero es que usted es mi jefe y tengo que tener respeto hacia usted. —
— Entonces si haces todo tan malditamente formal, no va a funcionar lo que te vengo a proponer. —  


Mientras habla se va acercando más y más a mi, y siento como si  el ambiente cambiara de repente y todo se esfumará y solo quedará  Maxim. 


—mmmm y que es eso que tiene que proponerme. — o por dios esa fue mi voz, sonó como si fuera una stripper que está con un nuevo cliente, Maxim se me queda viendo extrañado, pero solo es por unos segundos, después su mirada cambia a la de un león apunto de atacar. Dios que me está pasando, mi mente es racional pero mi cuerpo no y parece que tiene vida propia, ya que ahora que Maxim está más cerca de mí, mi cuerpo traicionero está empezando a sentir calor y sensaciones que nunca creí que fuera a sentir. 
— Estaba pensando, y decidí que si voy a ir a la boda de Clarise. — oh eso es bueno, ¿no? Pero que tiene que ver conmigo, y es como si hubiera leído mis pensamientos, porque contesta mi pregunta. 

 —También decidí, que te quiero como mi acompañante. —
— ¿Que?— 
No puede estar hablando en serio verdad. 
—Ya me escuchaste, o tienes problemas de ir con alguien que tiene el rostro más feo del mundo. —  veo como si estuviera a punto de enojarse


— No, no es eso, y creo que con todo y cicatrices sigues siendo atractivo. —  definitivamente no sé que me está pasando. 
Me mira y veo lo que es una pequeña sonrisa en su cara. 
— Enserio, ¿crees eso? —
— Si. — y da otro paso hacia mí, si solo se acerca otro poco, podría besarme si solo se inclina un poco más.  —Pero no puedo ir. — le dije reteniendo el aliento.
— ¿Por qué? —
— Simple, no soy una mujer que pueda ir a esa clase de eventos, no… no tengo ropa adecuada y tampoco no creo que mi comportamiento se adecuado. —  
Una cosa es que no me deje maltratar o intimidar por las personas, pero el hecho de ir a un evento donde solo va haber personas importantes y muy adineradas me da pánico. 
— Solo di que si y de lo demás yo me ocupó. — extiende su mano y toma unos mechones de mi cabello. —Aparte tú no tienes que cambiar nada de ti, eres hermosa, el que no debería de ir por miedo a el que dirán, soy yo, pero veme, voy a ir… pero solo si tú vas conmigo. — termino en un susurro y solo puedo ver cómo inclina su cabeza y está apunto de rosar sus labios con los míos. Está a punto de darme un beso que no sé porque, pero anhelo.

—  ¡Gil!. No has visto a mi señor no lo encuentro. — cuando escucho la voz de Arnold, de inmediato me separó de Maxim, solo para ver a un Arnold con cara de que hay un incendio en la cocina. 

— Yo…mmm. — no sé qué decirle. Arnold y sus apariciones repentinas.

— Aquí  estoy Arnold ¿qué quieres? — pero me sorprende más Maxim, en lugar de estar enojado o con cara de que va a asesinar a alguien, se está riendo. 

— Dios. — solo escucho el susurro de Arnold, mientras Maxim sigue riendo, supongo que Arnold ya tenía mucho que no lo escuchaba. 

— Voy a mi estudio, piensa lo que te dije Gillian. —

Sale de la cocina aun riendo, es la risa más sexi que he escuchado en mi vida. Ronca y profunda.
— ¿Qué estaba pasando aquí? — o no, se me había olvidado Arnold. 
— Yo… mmm… puedo explicarlo. — Lo veo pensar por un rato 
— No, no hace falta, solo… solo sigue haciendo lo que estás haciendo con mi señor. — y el también sale de la cocina, pero yo no estoy haciendo nada con Maxim. 


Dios, yo solo quería un trabajo, con una buena paga. 
 


Maxim


Durante la noche no pude dormir mucho, pensando en todo, sobre todo pensando en Gillian. Ella ha hecho algo, y me asusta, porque me gustan las sensaciones que me hace sentir.  


Pensé en la boda de la zorra de Clarise, y llegué a la conclusión que solo me invitó por “cortesía”, pensando que no voy a ir, pero le voy arruinar su día con mi presencia, más bien con mi cara, pero la verdad solo me atrevo a ir si alguien está conmigo, y solo quiero a alguien a mi lado, y es a Gillian.

 No sé si me miente o no, pero ella me considera atractivo y eso solo puede significar que a ella no le importa el exterior de las personas… o que tiene serios problemas de la visita. 


Todavía puedo recordar su olor, su cercanía y sus labios, cuando apareció Arnold estaba a punto de besarla, pero se separó de mi lado como un rayo y la cara que puso cuando vio a Arnold se me hizo tan graciosa... hace mucho tiempo que no me reía y menos de esa manera, pero claro todo es por "la señorita Morgan", que llego para hacer un caos mi vida.

 Y eso me gusta. 


Saco mi celular y marco el número de mi madre. Solo tarda unos timbres para que contesta. 
— Hijo, ¿todo está bien? —
— Si madre, solo hable para pedirte unas cosas. —
—… Claro dime. —
— La primera es que quiero que me perdones, por como te hablé cuando viniste. —
— Oh hijo, no tengo nada que perdonar, yo también me porte de una forma muy insensible, pero no te preocupes ya no te voy a mencionar más el tema de la boda de Clarise. —
— Eso es algo que también te quiero pedir, si voy a ir a la boda de Clarise, pero eso no es lo que te voy a pedir. —
— Vas ir. — la escucho sorprendida. 
— Si, y voy a llevar a Gillian, pero necesito que consigas unos conjuntos completos de ropa para ella y los envíes a mi edificio, tienes buen gusto y confió en ti. —
— ¿Vas a llevar a tu cocinera? —
— Si, y no le veo ningún problema, tu misma dijiste que la llevara, así que ahora no me salgas con tonterías. —
— No, hijo, no hay problema, es solo que me sorprende. Pero no te preocupes yo me encargo de conseguir todo, pero necesito sus medidas. — Demonios 
— No  me sus medidas, tú ya la viste, así que calcula sus medidas y manda cosas de diferentes medidas y las que no le queden se regresan simplemente. —
— Está bien hijo. —
— Nos vemos luego madre. —  
— Si. —  

Cuando cuelgo la llamada me siento raramente feliz.




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