Corazón en Reparación

Capitulo 33 (Corregido)

Capítulo 33

Gillian

 

Es raro pero cuando Maxim salió, sentí un gran vacío, lo necesito aquí, aunque solo sea saber que está trabajando en su despacho, pero ahora está fuera del pent—house, y no me gusta como me siento. 
Pero pienso y sé que es muy bueno que retome sus actividades de antes, solo espero que yo tenga cabida, porque si no, no sé voy a hacer.  


— Gil, ¿te gustaría acompañarme de compras?— 
— Mmm… claro. —
— Que maravilla. — me río de Arnold, parece feliz. 
— Oye, como a qué hora crees que llegue Maxim… digo, para ver si tendré tiempo de preparar la comida y eso. —  
— La verdad no sé, esto ya tiene mucho tiempo que no pasa, pero antes del accidente llegaba sobre las tres. —  miro mi celular y veo que son la 10:20 am
— Bien… entonces creo que sí tendré tiempo. —
— Hay que darnos prisa, entonces. — me dice mientras sale de la cocina 
— Sip. — tomo mi celular y voy tras él. 

Cuando llegamos me sorprendo, porque no es el supermercado, al que pensé que íbamos a ir. 
— ¿Que hacemos aquí? — le pregunto mientras bajamos de la camioneta, era una joyería, la verdad no sé porque venimos aquí. 
— Verás en unos días será el cumpleaños de mi señor, y decidí comprarle un reloj de regalo. — me quedo de pie dónde estoy, como que el cumpleaños de Maxim y yo ni en cuenta.  
— ¿Cuando es exactamente? —  
— En tres días. —
— ¿Que? — dios, me sorprende tanto, Maxim no lo ha mencionado. 
— ¿No sabías? —  
— No. —  
— No te preocupes, a mi señor desde siempre no le gusta celebrar su cumpleaños, no se, creo que desde muy pequeño piensa que las fiestas no son necesarias. Aún me acuerdo cuando cumplió 10 años, se enojó tanto que se encero en su cuarto y no salió hasta el día siguiente. —
— ¿Enserió, hizo eso? —  
— Si, imagina una versión más pequeña de mi señor, todo malhumorado. — tal párese que ese recuerdo es muy divertido, ya que ser ríe. 
— ¿Porque se enojó? —  
— Les dijo a sus padres que esa fiesta no era para él, que no le hacían caso y que solamente era para los invitados de sus padres. —
— Vaya…  — la verdad era muy fácil imaginar a Maxim enojado por eso... Y a esa edad.

Al entrar solo veía mostradores y mostradores, con joyas en cada uno de ellos, me pregunte, cuando dinero costara algo de aquí, de seguro una fortuna, la verdad no me sorprende que Arnold pueda comprar algo aquí, llevando tantos años trabajando para la familia Carter. 


— Por aquí, Gil. — Yo solo lo sigo, llegamos a el que parecía un área exclusiva de caballeros.  —Buen día, vengo por un encargo. — le dice Arnold al joven que está del otro lado del mostrador, mientras le entrega lo que párese una nota. 
— Espere un segundó señor. — le dice después de haber revisado la nota  
Mientras lo veo irse, probablemente a buscar el reloj que Arnold le va a regalar a Maxim, giro la cabeza para todos lados, mientras observo todo, sin dudas este es un lugar muy caro, con lo que he estado ahorrando, probablemente no me alcance para algo de aquí, suspiro, mientras pienso, que a Maxim no le importa mucho lo de los cumpleaños, pero aun así quiero darle algo, pero que puede ser, tiene que ser algo que esté dentro de mis posibilidades, pero que. 
— Aquí tiene señor. — le dice el joven entregándole una pequeña bolsa blanca. 
— Perfecto, gracias. — le da una sonrisa cortes y me ve.  —Vamos Gil. — al parecer ya lo tenía pagado y todo, entonces probablemente lleva ya un tiempo considerable preparando su regalo, y yo sin saber nada… perfecto Gillian, ahora que vas a ser. 
Mientras me regaño mentalmente, se me ocurre una estupenda idea. 
— Arnold  ¿vas a pasar al supermercado? —
— Si, ¿por qué? —
— No, por nada, es solo que también tengo algo que comprar. —
— Perfecto, vamos a darnos prisa para que el tiempo no nos gane. —
No le contesto solo asiento con la cabeza, se me ocurrió una gran idea y estoy feliz de eso, solo espero que salga bien 



Día del cumpleaños de Maxim. 

Hoy me desperté más temprano de lo normal, bueno casi cuatro horas de lo normal, tal vez tenga ojeras mañana pero no importa, ya que me desperté por un muy buen motivo.  
Justo ahora estoy sacando del horno el pastel que le estoy preparando a mi chico del cumpleaños, eso fue lo que se me ocurrió, no es algo caro, pero tiene algo invalorable, mucho amor. Solo espero que le guste a Maxim. Mi abuela solía decirme, no es lo que das, es porque lo das y como lo das.
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Cuando miro el reloj veo que ya es la hora en que Maxim despierta, dios, como se me fue el tiempo, lo bueno es que ya casi tengo todo listo. 
— Buen día gil. — por poco y arruinó las letras que le estoy poniendo a el pastel con chocolate 
— Arnold, me asustaste. — le murmuro 
— Perdón… ¿por qué estás muriendo? — Me contesta también murmurando, eso me dio risa… —Oh, eso es lo que creo que es. — mira mi pastel 
— Si… ¿le gusta el pastel de chocolate a Maxim? —
— Mmmm… no sabría decirte, nunca lo he visto comer pastel de chocolate. — ¿Maxim siquiera es humano?

 

Me pregunto, ya que una persona no se puede resiste a comer pastel de chocolate, no es normal y si no le gusta, tal parece que Arnold ve mi preocupación en mi rostro, porque intenta calmarme.

—Tranquila, sé que lo amara. —
— Ojalá.., ¿Y tu regalo? —  
— Se lo deje en su despacho… tu puedes ponerlo en el comedor y cuando pase por ahí y se encuentre con el… te aseguro que tú regalo va a ser mejor que el mío. — solo sonrió, pero no es mala idea. 

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Maxim




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